Freud e Einstein tinham razão / Freud y Einstein tenían razón
Marchon, Paulo.
Buenos Aires; FEPAL; sep. 2008.
Monografía
en Español, Portugués
| Bivipsil | ID: psa-16526
El autor recuerda las guerras del Brasil con algunas naciones vecinas y considera la manutención de las Fuerzas Armadas en el Brasil y en varios países de la America Latina no solo un anacronismo pero también la expresión de una manifiesta paranoia, mantenida yestimulada por unas pocas personas que desean justificar y, así, intensificar una corrida armamentista en nuestros paises. Conclama los psicoanalistas, psiquiatras, psicológos y demás estudiosos a utilizarem las teorias freudianas que abordam la similitud entre el desarollo de las civilizaciones y el desarollo individual, para tentar diagnosticar nosolamente algunas civilizaciones, o algunas epocas de la civilización que se tendrian transformado en neuróticas (Freud, 1929), pero también examinar y diagnosticar la civilización y la psicosis guerrera actual.El autor propone como recomendación terapéutica (Freud,1929) no solo dejar de arrojar la lanza, pero renunciar a las lanzas, renunciar a las Fuerzas Armadas y, asi, crear una nueva civilización -- la civilización del coración abierto. Freud ha imaginado que el primer hombre que ha proferido un insulto en el lugar de arrojar una lanza ha creado lacivilización. Podremos recrearla, deshaciendo nuestras Fuerzas Armadas y, asi, eliminaremos la amenaza de la lanza. Esta, enquanto mantenida, provoca en los paises y pueblos vecinos el miedo, que aumenta la paranoia y culmina en la guerra, fructo del miedorecíproco de la agresión, en la opinión de Popper.El autor considera que en Por que la Guerra ? Freud presentaria una estruturación más completa de sus conceptos que aquella expresa en O mal-estar na Civilização (Civilization and its discontents).El autor estudia aún la correspondencia cambiada entre Einstein e Freud, presente en Por que la Guerra?, enfocando la problemática de las pulsiones destructivas, así como laspropuestas de ambos para la Paz. El autor comenta aún las sugestiones de Kant, Borradori, Habermas e Derrida sobre el 11 de setiembre(AU)
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