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1.
Buenos Aires; IECS; 13 ago. 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1119354

RESUMEN

CONTEXTO CLÍNICO: La enfermedad por el Coronavirus 2019 (COVID-19), por su sigla en inglés Coronavirus Disease 2019) es una enfermedad respiratoria de humanos por un nuevo Coronovirus identificado con la sigla SARS-CoV-2. TECNOLOGÍA: La cabina sanitizante es una camera, túnel o puerta donde las personas son desinfectadas mediante distintos medios. En algunos casos son cerradas y la desinfección es estática y en otros son abiertas y la misma es de forma dinámica mientras la persona atraviesa el túnel sin tener que detenerse. Los medios de desinfección pueden ser mediante rayos ultravioletas (UV), ozono o algún desinfectante químico. OBJETIVO: El objetivo del presente informe es evaluar la evidencia disponible acerca de la eficacia y seguridad de la cabina sanitizante en el tratamiento de la infección por COVID-19. MÉTODOS: Se realizó una búsqueda en las principales bases de datos bibliográficas, en buscadores genéricos de internet, financiadores de salud. Se priorizó la inclusión de revisiones sistemáticas (RS), ensayos clínicos controlados aleatorizados (ECAs), evaluaciones de tecnologías sanitarias (ETS), evaluaciones económicas, guías de práctica clínica (GPC) y recomendaciones de diferentes organizaciones de salud. RESULTADOS: Se incluyeron cuatro evaluaciones de tecnológicas sanitarias y ocho GPC o recomendaciones, acerca del uso sanitizantes en la prevención de la infección por COVID-19. CONCLUSIONES: No se encontró evidencia acerca de la eficacia ni la seguridad de la implementación de la cabina (o túnel) sanitizante para la prevención de COVID-19.


Asunto(s)
Humanos , Cámaras , Desinfección/métodos , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud , Análisis Costo-Beneficio
2.
Lima; IETSI; 19 jul. 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1119652

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: Como se ha mencionado previamente en otros reportes breves, SARS-CoV-2 es el virus responsable de ocasionar la enfermedad conocida como COVID-19 (coronavirus disease 2019), enfermedad actualmente declarada pandemia (Dondurei et al. 2009; Zhao et al. 2020). A la fecha no se cuenta con ninguna vacuna o terapia antiviral específica para la infección por SARS-CoV-2, lo cual limita el control de la infección. Se conoce que algunos pacientes infectados que desarrollan COVID-19, presentan enfermedad moderada o severa, en la cual se observa daño pulmonar agudo y en algunos casos compromiso multiorgánico, con una marcada respuesta inflamatoria, que puede ocasionar la muerte del paciente (Fu, Cheng, y Wu 2020). TECNOLOGÍA DE INTERÉS: El dióxido de cloro (ClO2) es un gas de color amarillento-rojizo que se descompone rápidamente en el aire y es soluble en el agua. Al entrar al contacto con el aire, la luz solar rompe las moléculas de dióxido de cloro formando cloro gaseoso y oxígeno. Por otro lado, al entrar en contacto con el agua, durante la oxidación de la materia orgánica, el dióxido de cloro se reduce al ión clorito. A estos iones de clorito también se les conoce coloquialmente como "clorito" los cuales, de manera similar al dióxido de cloro, son sustancias muy reactivas. Su alta reactividad permite la eliminación de bacterias y otros microorganismos que puedan encontrarse en el agua. Es por ello, por lo que el dióxido cloro se utiliza dentro del proceso de potabilización del agua (donde el clorito y el clorato suelen ser productos secundarios de desinfección más comunes de la reacción del dióxido de cloro con compuestos orgánicos disueltos en el agua). Adicionalmente, el dióxido de cloro también es utilizado como blanqueador en fábricas de papel y se ha utilizado como agente descontaminante de superficies en zonas públicas. MÉTODOS: Se llevó a cabo una búsqueda sistemática rápida de la literatura con respecto al uso de dióxido de cloro y derivados en pacientes con diagnóstico de COVID-19, para ello se ingresó a las principales bases de datos, a través de los motores de búsqueda de PubMed, Cochrane Library, y Google Scholar. Asimismo, se amplió la búsqueda de manera manual revisando el listado de referencias bibliográficas de los estudios previamente identificados. Además, debido a lo reciente de la enfermedad y a la necesidad de contar con la evidencia más actualizada, se consideró las bases de datos de medRxiv, bioRxiv y www.preprints.org, para identificar artículos científicos que estuviesen en proceso de publicación. Por último, se revisó los registros de ensayos clínicos de www.clinicaltrials.gov y el International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) de la WHO, para poder identificar ensayos clínicos en elaboración o que no hayan sido publicados aún. RESULTADOS: Los documentos con respecto al uso de dióxido de cloro y derivados son bastante escasos. Así, en la búsqueda sistemática rápida realizada con la estrategia de búsqueda descrita previamente, se identificaron cinco artículos en total, de los cuales solo dos mencionan el uso de dióxido de cloro o derivados en el contexto de COVID-19 (Kály-Kullai et al. 2020; Karnik-Henry 2020). Por otro lado, no se identificó ningún artículo en versión de pre-publicación, ni registros de ensayos clínicos con respecto al uso de dióxido de cloro como agente de prevención o tratamiento frente a COVID-19. Con respecto a los dos artículos identificados en la búsqueda sistemática rápida, ninguno de dichos artículos supone evidencia científica puesto que no son investigaciones ni clínicas ni de ciencias básicas con respecto al uso de dióxido de cloro o derivados en la prevención o tratamiento de COVID-19. CONCLUSIONES: A la fecha, no existe evidencia científica que permita sustentar el uso de dióxido de cloro o derivados como agentes terapéuticos en el contexto de COVID-19. De hecho, existen reportes de reacciones adversas serias por ingesta de éstas sustancia. Así, debido a la falta de evidencia científica a la fecha (19 de julio 2020) y a los reportes de eventos adversos serios por el consumo de altas concentraciones de estas sustancias, se recomienda no usar dióxido de cloro o derivados para el prevención o tratamiento del COVID-19.


Asunto(s)
Humanos , Infecciones por Coronavirus/tratamiento farmacológico , Dióxido de Cloro/prevención & control , Betacoronavirus/efectos de los fármacos , Evaluación en Salud , Eficacia
3.
Lima; EsSalud; 16 jun. 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1100039

RESUMEN

GENERALIDADES: Objetivo y población de las recomendaciones: Brindar a los empleadores recomendaciones generales de medidas preventivas y prácticas seguras para la prevención de contagio de COVID - 19 en centros laborales. Población a la cual se aplicará las recomendaciones: Empleados que retornan a sus centros laborales en contexto de pandemia por COVID - 19. Usuarios y ámbito de las recomendaciones: Usuarios de las recomendaciones clínicas. Estos lineamientos están dirigidos a los empleadores y autoridades administrativas de Institutos y centros especializados de EsSalud en contexto de pandemia por COVID - 19. Ámbito de las recomendaciones clínicas: El presente documento es de aplicación en centros laborales. MÉTODOS: a. Búsqueda y selección de protocolos, guías de práctica clínica y documentos técnicos prévios: El 05 de junio de 2020 se realizó una búsqueda manual de guías de práctica clínica, y documentos técnicos nacionales e internacionales que brinden orientaciones para el retorno seguro a los centros laborales en contexto de pandemia por COVID - 19. Se consideró tomar como principal fuente de información a aquellos documentos que brindaron recomendaciones para la prevención de la transmisión e infección por COVID - 19 en centros laborales. b. Formulación de recomendaciones: Se revisaron los documentos previamente seleccionados que describieron ampliamente los procedimientos y consideraciones a tener antes del retorno a las actividades laborales, así como las actividades preventivas durante el desarrollo de las actividades laborales. Posteriormente se adaptaron al contexto del Seguro Social de Salud ­ EsSalud aquellos documentos cuyas recomendaciones estaban en concordancia con lo establecido en los documentos técnicos locales. DEFINICIONES OPERATIVAS: Centro laboral: Unidad productiva en el que se desarrolla la actividad laboral de una organización con la presencia de trabajadores. Desinfección: Reducción por medio de sustancia químicas y/o métodos físicos del número de microorganismos presentes en una superficie o en el ambiente, hasta un nivel que no ponga en riesgo la salud. EPP: Equipo de Protección Personal. Limpieza: Eliminación de suciedad e impurezas de las superficies utilizando agua, jabón, detergente o sustancias químicas. Puestos de trabajo con riesgo de exposición a SARS-CoV-2 (COVID-19): Son aquellos puestos con diferente nivel de riesgo, que depende del tipo de actividad que realiza, por ejemplo, la necesidad de contacto a menos de 1 metro con personas que se conoce o se sospecha que estén infectadas con el virus del SARS-CoV-2, o el requerimiento de contacto repetido o prolongado con personas que se conoce o se sospecha que estén infectadas con el virus SARS-CoV-2. Empleador: Persona natural, jurídica, privada o pública, que emplea a uno o varios trabajadores. Trabajador: Persona que tiene vínculo laboral con el empleador; y a toda persona que presta servicios dentro de un centro laboral, cualquiera sea la modalidad contractual, incluyendo al personal de contratas, subcontratas, tercerización de servicios, entre otros. Trabajo en modalidad mixto: Hace referencia a la combinación de trabajo presencial con trabajo remoto, alternando las modalidades en atención a las necesidades de la entidad. Trabajo presencial: Se refiere a las tareas o funciones desempeñadas por un servidor con presencia física en el centro de labores, como consecuencia de una prestación laboral. Trabajo remoto: Es la prestación de servicios sujeta a subordinación, con la presencia física del servidor en su domicilio o lugar de aislamiento domiciliario, utilizando cualquier medio o mecanismo que le posibilite realizar sus funciones fuera del centro laboral, siempre que la naturaleza de las labores lo permita. RECOMENDACIONES EN EL CENTRO LABORAL: 1. Información y sensibilización del riesgo de transmisión e infección por COVID ­ 19. Difusión de mensajes clave: Difundir mensajes charlas informativas, paneles informativos, distribución de material informativo y de recordatorio como afiches o por medios electrónicos. Medidas de prevención de riesgo de infección por COVID ­ 19: Medidas generales de higiene. Limpieza del ambiente laboral. Equipos de protección individual. Medidas de control de riesgo de infección por COVID - 19: Lavado y desinfección de manos obligatorio. Medidas de protección personal. Vigilancia de salud del trabajador.


Asunto(s)
Desinfección/normas , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Infecciones por Coronavirus/transmisión , Vigilancia de la Salud del Trabajador , Reinserción al Trabajo/tendencias , Equipo de Protección Personal/normas , Tareas del Hogar/normas , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud
4.
s.l; IETSI; 8 jun. 2020.
No convencional en Portugués | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1100100

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: Con 196 515 casos positivos de SARS-CoV-2 al 7 de junio, el Perú enfrenta una sobredemanda de los pacientes con COVID-19 que requieren atención en servicios de salud (Ministerio de Salud 2020). Este escenario se ve reflejado en los 9583 pacientes hospitalizados, de los cuales 1062 se encuentran en una unidad de cuidados intensivos con ventilación mecánica (Ministerio de Salud 2020). Así se deben implementar una serie de procesos de desinfección en los ambientes de los servicios de salud destinados a reducir el riesgo de contagio entre pacientes y al personal de salud considerando que la vía principal de transmisión del SARS-CoV-2 en ambientes interiores es por vía aérea a partir de los portadores del virus (Setti et al. 2020). Como parte de las estrategias del sistema de salud para enfrentar al COVID-19 se expandió la oferta de camas hospitalarias y de unidades de cuidados intensivos; asimismo, se implementaron diversos ambientes para acoger a los pacientes con COVID-19 (Presidencia del Consejo de Ministros 2020). Los pacientes con COVID-19 pueden generar gotas y aerosoles al estornudar, toser y hablar que pueden diseminar al SARS-CoV-2 (World Health Organization 2020b), por lo tanto, la atención en entornos hospitalarios requiere un alto nivel de asepsia. Sin embargo, la escasez de recursos y de personal de salud durante la pandemia, se ha convertido en una limitante, por lo que es necesario evaluar cuáles son las medidas más efectivas y qué otras medidas de desinfección pueden ser empleadas para este fin. El 30 de marzo de 2020, el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación publicó el Reporte Breve N° 15, en el cual se evaluó el uso de luz ultravioleta como sustituto a la presión negativa en unidades de cuidados intensivos, concluyendo hasta ese momento que, no se podía establecer si la luz ultravioleta inactiva al SARS-CoV-2 y que estudios previos en otros coronavirus han mostrados resultados positivos con la luz ultravioleta tipo C (Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación 2020). No obstante, es necesario evaluar si existe evidencia más actualizada y si es posible emplear la luz ultravioleta en otros ambientes hospitalarios. En tal sentido, el objetivo del presente reporte breve es identificar la mejor evidencia disponible acerca de la eficacia de la luz ultravioleta para ser usada como un procedimiento desinfección contra el SARS-CoV-2 en ambientes hospitalarios y sus recomendaciones de uso. MÉTODOS: Se llevó a cabo una búsqueda sistemática de la literatura el día 7 de junio de 2020 con respecto al uso de la luz ultravioleta para la desinfección de ambientes o superficies hospitalarias en el contexto de SARS-CoV-2. Para ello se emplearon las bases de datos bibliográficas: PubMed, Medline vía OVID y Embase. Asimismo, se realizó una búsqueda manual avanzada en Google, y en páginas web de las principales sociedades o instituciones especializadas, tales como la World Health Organization (WHO) ((https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019) y Centers for Disease Control and Prevention (CDC) (https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/index.html). Se consideró la revisión de las listas de referencias de los estudios selecionado. RESULTADOS: No se encontraron guías de práctica clínica, evaluaciones de tecnologías sanitarias, revisiones sistemáticas o estudios primarios en las bases de datos bibliográficas que evalúen la eficacia de la luz ultravioleta para ser usada como un procedimiento de desinfección contra el SARS-CoV-2 en ambientes hospitalarios. A la fecha se han publicado una serie de experiencias acerca de medidas implementadas ante el COVID-19 y una guía de la Organización Mundial de la Salud donde se describen algunas medidas que deben implementarse en áreas de evaluación y tratamiento de pacientes COVID-19 en servicios de salud. La información contenida en estos documentos sobre luz ultravioleta es muy puntual y no brinda mayores detalles técnicos acerca de las características de los equipos y condiciones de operatividad de los equipos. CONCLUSIÓN: No se han encontrado estudios que determinen la eficacia de la luz ultravioleta para la desinfección de ambientes o superficie hospitalarios. No obstante, tal como fue descrito en el Reporte Breve N° 15 del Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación, existen estudios in vitro que muestran que la luz ultravioleta tiene la capacidad de inhibir el crecimiento en los coronavirus MERS y SARS, los cuales tienen un componente genético es similar al SARS-CoV-2. El uso de la luz ultravioleta en entornos hospitalarios ha sido descrito en publicaciones de experiencias realizadas en China, que reportan su uso como un procedimiento de desinfección de ambientes hospitalarios que se realiza durante 20 a 60 minutos sin tener mayores detalles sobre el tipo de luz ultravioleta empleada, fuentes de luz empleadas y área de cobertura de la fuente de luz ultravioleta según tipo de área hospitalaria. Es importante mencionar que la irradiación de luz ultravioleta para la desinfección de ambientes o superficies hospitalarias requiere que las salas estén sin pacientes o personal de salud por el daño potencial que puede ocasionar la sobreexposición en piel y ojos (Yan et al. 2020, Barnard, Eadie, and Wood 2020, Talbot et al. 2002). Por lo tanto, con la evidencia disponible a la fecha (7 de junio de 2020), no es posible establecer si la luz ultravioleta es eficaz para inactivar al virus SARS-CoV-2; sin embargo, experiencias previas y una guía de la Organización Mundial de la Salud incluyen a la luz ultravioleta de tipo C como una media de desinfección luego de un procedimiento de limpieza manual en ambientes destinados a la atención de pacientes con COVID-19. Futuras investigaciones son necesarias para determinar la eficacia de la luz ultravioleta en SARS-Cov-2 dados los resultados previos de los estudios con otros coronavirus.


Asunto(s)
Humanos , Rayos Ultravioleta , Desinfección/métodos , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Hospitales/normas , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud
5.
s.l; RedARETS; 17 jun. 2020.
No convencional en Español | BRISA/RedETSA, LILACS | ID: biblio-1100147

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: En el contexto de la pandemia por SARS-CoV-2 se vienen desarrollando estrategias con el fin de reducir la transmisión del virus causante, tales como distanciamiento físico, protección personal, lavado de manos, uso de desinfectantes tales como alcohol 70° y aislamiento social mediante cuarentenas. Con la posibilidad del término de la cuarentena, se ha generado un interés en la aplicación de medidas de utilidad para la prevención del contagio del COVID 19, muchas de las cuales no han sido revisadas y reguladas por las autoridades de salud, entre ellas, el uso de dispositivos tipo cabina, cámara, túnel o arco de aspersión para la aplicación de desinfectantes sobre las personas que transitan por el interior o a través de estos. Se pretende reducir la potencial contaminación infecciosa viral que esté presente sobre la superficie de la ropa de la persona que ingresa al lugar. De acuerdo a lo divulgado por medios de comunicación, y lo reportado por algunos fabricantes, se han estado utilizando para la aspersión sobre personas, diferentes productos cuyo uso autorizado es la desinfección de superficies, equipos, dispositivos. Las cabinas sanitizantes son estructuras modulares de desinfección utilizadas para grandes y continuos flujos de personas. El objetivo es obtener una desinfección de la superficie de las personas que ingresan a sitios confinados, o donde se compartirá con varias personas más, a fin de reducir los contagios, en particular de SARS-COV-2. OBJETIVO: Evaluar la evidencia sobre Cabinas, duchas o túneles sanitizantes saber: Evidencia de eficacia para eliminar el SARS-COV-2 y evidencia de seguridad para la población. METODOLOGÍA: Se realizó una ETS Ultrarrápida en forma colaborativa entre los miembros de Redarets y colaboradores externos. Todos los participantes suscribieron su declaración de conflictos de interés. Las preguntas que se busca responder son las siguientes. ¿Qué tipo de cabinas sanitizantes existen en Argentina?¿Cuáles son las diferencias de las cabinas sanitizantes en términos de componentes , tales como tiempo de exposición, tipo de desinfectante? ¿Cuál es la eficacia de las cabinas sanitizantes, para reducir la carga viral de superficies externas de las personas? ¿Cuál es la seguridad de las cabinas sanitizantes para las personas expuestas? RESULTADOS: Se identificaron al menos 6 productos comercializados por diferentes empresas en el país. La mayoría de ellas son transportables, y funcionan a base de ácido hipocloroso, salvo dos que usan adicionalmente ozono y radiación U.V. Así mismo, la ANMAT informó recientemente que las "cabinas sanitizantes o túneles de desinfección", no se encuentran autorizadas por esta Administración Nacional. Las cabinas difieren en sus especificaciones técnicas (detectores, temperatura, equipamiento); desinfectantes usados y tiempo de exposición del mismo. En cuanto a la eficacia de las cabinas sanitizantes, para reducir la carga viral de superficies externas solamente es eficaz a nivel superficial, ya que, de encontrarse presente, el SARS-CoV2, permanecerá en las mucosas y aerosoles de la persona contagiada (sintomático o asintomático), haciendo que a pesar de haberse rociado, sea contagioso, sin considerar los riesgos para la salud. En cuanto a la seguridad para la personas expuestas, los usuarios circulan sin recibir información clara y objetiva al respecto del producto que le aplican o los potenciales riesgos, ni cumplir un protocolo específico, por lo cual, algunos pasan muy rápidamente y otros no. Es infrecuente el uso de protección ocular y algunos entran con ropa que no cubre sus brazos y piernas, haciendo que el producto entre en contacto directo con la piel. La sensación de humedad en la cara, puede hacer que la persona se toque la cara y se refriegue los ojos facilitando la inoculación de partículas virales que pueden estar presentes en sus manos generando un potencial ingreso de agentes patógenos al organismo, generando irritación ocular o en la piel. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES: La ausencia de estudios y evidencia suficiente que permitan documentar la eficacia y seguridad de la aspersión directa de desinfectantes sobre las personas, es suficiente y contundente para dejar de exponer de forma innecesaria a la población a una diversidad de productos químicos cuyo fabricante no ha probado y desarrollado para ser aplicados sobre las personas, recomendándose no utilizar cabinas, túneles, arcos y demás sistemas de aspersión o nebulización de desinfectantes, como estrategia de desinfección de personas, en el contexto de la emergencia por COVID -19.(AU)


Asunto(s)
Humanos , Cámaras/métodos , Desinfección/normas , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Ventilación no Invasiva/métodos , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud
6.
s.l; IETSI; 11 mayo 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1096648

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: El COVID-19 es una enfermedad nueva causada por el virus SARS-CoV-2. Hasta la fecha, la evidencia indica que las principales vías de transmisión del COVID-19 son: 1) de persona a persona a través de gotas respiratorias entre 5 a 10 micrómetros de diámetro (transmisión directa) que son expulsados por una persona infectada al toser o estornudar, las cuales pueden entrar por la boca, nariz, ojos y posiblemente a través de la inhalación en personas que se encuentran a menos de dos metros de distancia; 2) por contacto de superficies contaminadas (transmisión indirecta) por una persona infectada (OMS 2020; CDC 2020a). A la fecha, se describe también la transmisión por la vía área del SARS-CoV-2, la cual ocurre a través de aerosoles, los cuales contienen núcleos de gotas de menos de 5 micrómetros de diámetro. La transmisión a través de aerosoles es particularmente relevante durante los procedimientos generadores de aerosoles (PGA)1. De esta manera, al realizar un PGA, los aerosoles pueden permanecer suspendidos en el aire por un período prolongado de tiempo y desplazarse a más de un metro de distancia (OMS 2020; CDC 2020a). Este tipo de transmisión del SARS-CoV-2 por vía aérea en un contexto diferente al que ocurre durante los PGA es aún incierto y solo ha sido observado en simulaciones que no reflejan condiciones clínicas reales (OMS 2020). Por ello, al momento, la transmisión aérea del SARS-CoV-2 solo cobra relevancia dentro de contextos hospitalarios donde se realizan los PGA. MÉTODOS: Se realizó una búsqueda manual de guías de práctica clínica cuyo objetivo fuese la prevención y control del manejo de la COVID-19 en trabajadores de salud a través de protección respiratoria realizadas por entidades de salud internacionales y gobiernos alrededor del mundo, tales como la organización Mundial de la Salud (OMS, WHO por sus siglas en inglés), los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y guías oficiales utilizadas en otros países como Canadá, Reino Unido y Australia. Además, se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica sistemática rápida de la literatura con respecto al uso de los respiradores elastoméricos para protección contra la COVID-19. Para ello se ingresó a las principales bases de datos, a través de los motores de búsqueda de PubMed, Cochrane Library y Google Scholar. Asimismo, se amplió la búsqueda de manera manual revisando el listado de referencias bibliográficas de guías o estudios previamente identificados. Por último, debido a que la COVID-19 es una enfermedad de reciente aparición y la generación de nueva evidencia sucede en tiempo real, se revisó en la base de datos de medRxiv para identificar artículos científicos que estuviesen en proceso de publicación. RESULTADOS: Guías de práctica clínica (GPC. Otros documentos con respecto al uso de los respiradores elastoméricos en el contexto COVID-19. CONCLUSIÓN: Ante la escasez global de dispositivos de protección respiratoria, entidades de salud internacionales (por ejemplo, OMS, CDC) recomiendan que el uso de respiradores convencionales (N95, FPP2, FPP3, o equivalentes) se reserve para el personal de salud expuesto a los procedimientos generadores de aerosoles (PGA), los cuales representan alto riesgo de transmisión aérea del SARS-Cov-2. Cuando la escasez de este tipo de respiradores convencionales es crítica, varias agencias internacionales han aceptado el uso de respiradores elastoméricos de media cara (REMC), recomendando que su uso se restrinja a las mismas situaciones clínicas donde se indican los respiradores convencionales. De hecho, la información expuesta en el presente reporte sugiere que los REMC son de equivalente o superior nivel de eficacia que los respiradores convencionales para proteger al personal de salud que lo usa en el contexto de PGA en pacientes COVID-19. Es menester tener en cuenta que los REMC tienen una válvula inhalatoria con filtro que protege al usuario (personal de salud) de la infección por el SARS-Cov-2; y tiene una válvula exhalatoria sin filtro, lo que representa un potencial riesgo de contagio para las personas, o riesgo de contaminación de las superficies, que se encuentran alrededor, en caso el usuario del REMC esté infectado. Por ello, se recomienda que la implementación de los REMC debe realizarse con una adecuada educación y entrenamiento del personal de salud, así como también con un adecuado protocolo de limpieza, desinfección y almacenamiento para evitar el riesgo de contaminación. Asimismo, se recomienda que el uso de REMC debe restringirse al personal de salud involucrado en áreas hospitalarias donde se realicen PGA de pacientes confirmados de COVID-19 y donde los otros profesionales de salud presentes estén debidamente protegidos con EPP. Si se toma en cuenta estos aspectos, el REMC representa una alternativa razonable en el contexto de escasez crítica de respiradores convencionales.


Asunto(s)
Humanos , Dispositivos de Protección Respiratoria , Ventiladores Mecánicos , Infecciones por Coronavirus/terapia , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Análisis Costo-Beneficio
7.
s.l; Argentina. Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes; mayo 2020.
No convencional en Español | BRISA/RedETSA, LILACS | ID: biblio-1348170

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: En el contexto de la pandemia por SARS-CoV-2 se vienen desarrollando estrategias con el fin de reducir la transmisión del virus causante, tales como distanciamiento físico, protección personal, lavado de manos, uso de desinfectantes tales como alcohol 70° y aislamiento social mediante cuarentenas. Con la posibilidad del término de la cuarentena, se ha generado un interés en la aplicación de medidas de utilidad para la prevención del contagio del COVID 19, muchas de las cuales no han sido revisadas y reguladas por las autoridades de salud, entre ellas, el uso de dispositivos tipo cabina, cámara, túnel o arco de aspersión para la aplicación de desinfectantes sobre las personas que transitan por el interior o a través de estos. Se pretende reducir la potencial contaminación infecciosa viral que esté presente sobre la superficie de la ropa de la persona que ingresa al lugar. De acuerdo a lo divulgado por medios de comunicación, y lo reportado por algunos fabricantes, se han estado utilizando para la aspersión sobre personas, diferentes productos cuyo uso autorizado es la desinfección de superficies, equipos, dispositivos. Las cabinas sanitizantes son estructuras modulares de desinfección utilizadas para grandes y continuos flujos de personas. El objetivo es obtener una desinfección de la superficie de las personas que ingresan a sitios confinados, o donde se compartirá con varias personas más, a fin de reducir los contagios, en particular de SARS-COV-2. OBJETIVO: Evaluar la evidencia sobre Cabinas, duchas o túneles sanitizantes saber: Evidencia de eficacia para eliminar el SARS-COV-2 y evidencia de seguridad para la población. METODOLOGÍA: Se realizó una ETS Ultrarrápida en forma colaborativa entre los miembros de Redarets y colaboradores externos. Todos los participantes suscribieron su declaración de conflictos de interés. Las preguntas que se busca responder son las siguientes.¿Qué tipo de cabinas sanitizantes existen en Argentina?¿Cuáles son las diferencias de las cabinas sanitizantes en términos de componentes , tales como tiempo de exposición, tipo de desinfectante? ¿Cuál es la eficacia de las cabinas sanitizantes, para reducir la carga viral de superficies externas de las personas? ¿Cuál es la seguridad de las cabinas sanitizantes para las personas expuestas? RESULTADOS: Se identificaron al menos 6 productos comercializados por diferentes empresas en el país. La mayoría de ellas son transportables, y funcionan a base de ácido hipocloroso, salvo dos que usan adicionalmente ozono y radiación U.V. Así mismo, la ANMAT informó recientemente que las "cabinas sanitizantes o túneles de desinfección", no se encuentran autorizadas por esta Administración Nacional. Las cabinas difieren en sus especificaciones técnicas (detectores, temperatura, equipamiento); desinfectantes usados y tiempo de exposición del mismo. En cuanto a la eficacia de las cabinas sanitizantes, para reducir la carga viral de superficies externas solamente es eficaz a nivel superficial, ya que, de encontrarse presente, el SARS-CoV2, permanecerá en las mucosas y aerosoles de la persona contagiada (sintomático o asintomático), haciendo que a pesar de haberse rociado, sea contagioso, sin considerar los riesgos para la salud. En cuanto a la seguridad para la personas expuestas, los usuarios circulan sin recibir información clara y objetiva al respecto del producto que le aplican o los potenciales riesgos, ni cumplir un protocolo específico, por lo cual, algunos pasan muy rápidamente y otros no. Es infrecuente el uso de protección ocular y algunos entran con ropa que no cubre sus brazos y piernas, haciendo que el producto entre en contacto directo con la piel. La sensación de humedad en la cara, puede hacer que la persona se toque la cara y se refriegue los ojos facilitando la inoculación de partículas virales que pueden estar presentes en sus manos generando un potencial ingreso de agentes patógenos al organismo, generando irritación ocular o en la piel. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES: La ausencia de estudios y evidencia suficiente que permitan documentar la eficacia y seguridad de la aspersión directa de desinfectantes sobre las personas, es suficiente y contundente para dejar de exponer de forma innecesaria a la población a una diversidad de productos químicos cuyo fabricante no ha probado y desarrollado para ser aplicados sobre las personas, recomendándose no utilizar cabinas, túneles, arcos y demás sistemas de aspersión o nebulización de desinfectantes, como estrategia de desinfección de personas, en el contexto de la emergencia por COVID -19.


Asunto(s)
Humanos , COVID-19/prevención & control , COVID-19/epidemiología , Equipos de Seguridad/provisión & distribución , Eficacia , Análisis Costo-Beneficio/economía
8.
s.l; IETSI; mayo 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1100094

RESUMEN

GENERALIDADES: Objetivo y población de las recomendaciones clínicas: Objetivos de las recomendaciones clínicas: Brindar recomendaciones para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. Ámbito a la cual se aplicarán recomendaciones clínicas: Ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. Usuarios y ámbito de las recomendaciones clínicas: Usuarios de las recomendaciones: Estas recomendaciones están dirigidas a gerentes o directores de los establecimientos de salud, líderes de equipo de trabajo de salud y personal encargado de la limpieza y desinfección de ambientes, para prevenir problemas de infección por COVID-19. Ámbito de las recomendaciones clínicas: El presente documento es de aplicación en las IPRESS de las Redes Asistenciales, Redes Prestacionales y en los Órganos Prestadores Nacionales de EsSalud a nivel nacional. MÉTODOS: 1. Búsqueda y selección de protocolos, guías de práctica clínica y documentos técnicos prévios: El 22 de abril de 2020 se buscaron pautas, protocolos de manejo, y documentos técnicos que aborden procedimientos a seguir para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19, cuya versión a texto completo se encuentre en español o inglés. 2. Formulación de las recomendaciones. Para la formulación de las recomendaciones se revisaron pautas y protocolos encontrados que describieron más ampliamente los procedimientos a realizar para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. Producto de ello se establecieron las recomendaciones. 3. Desarrollo de las recomendaciones: Persistencia del virus COVID-19 (coronavirus disease 2019). Alcances generales para la desinfección. Medidas de desinfección recurrente. Desinfección según área y condiciones del entorno hospitalário.


Asunto(s)
Humanos , Desinfección/métodos , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Hospitales/normas , Tareas del Hogar/métodos , Perú , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud
9.
s.l; IETSI; 4 abr. 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1095848

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: A medida que se incrementan las infecciones con el virus SARS-CoV-2, existe una sobredemanda de pacientes con COVID-19 en los servicios de salud de los países afectados por la pandemia, que ha sobrepasado la capacidad de respuesta en algunos países (Dalglish 2020). Ante ello, los servicios de salud requieren adoptar una serie de medidas para garantizar que durante la atención de pacientes con COVID-19 no se generen un riesgo de contagio de paciente a pacientes y de paciente a profesionales de la salud. Los pacientes con COVID-19 requieren una serie de cuidados médicos. Un 5% de los pacientes hospitalizados requieren ser manejados en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) (Guan et al. 2020). La atención en estas unidades requiere un alto nivel de asepsia para interrumpir la transmisión de microorganismos y reducir la incidencia de infecciones intrahospitalarias (Sallés and Ricart 2001). Para lograrlo existe una serie de medidas como la presión negativa en UCI cuyo objetivo principal es evitar la propagación de microorganismos a otras salas o espacios abiertos y que la Organización Mundial de la Salud recomienda en la medida de lo posible su uso cuando se realizan procedimientos que generan aerosoles (ej. broncoscopías) con un mínimo de 12 recambios de aire por hora o al menos 160 litros/según/paciente en instalaciones con ventilación natural (Alhazzani et al. 2020, World Health Organization 2020). Es así que, la urgencia de contar con mayor infraestructura hospitalaria y que todo ambiente o superficie de ambientes hospitalarios que atienden pacientes con COVID-19 sean desinfectados, hace que se proponga la utilización de otras medidas de desinfección. Una de ellas, es la luz ultravioleta que a diferencia de otras, requiere que las salas estén libres de pacientes durante su funcionamiento, debido a que la sobreexposición puede ocasionar lesiones en piel y ojos (fotoqueratitis) (Reed 2010). Ante la pandemia por SARS-CoV-2 es necesario el cumplimiento de las mejores prácticas de limpieza y desinfección; no obstante, por su reciente aparición es esperable que la evidencia acerca de la eficacia de las medidas de control sea escasa. MÉTODOS: Se llevó a cabo una búsqueda sistemática de la literatura el día 28 de marzo de 2020 con respecto al uso de la luz ultravioleta como sustituto a la presión negativa en UCI. Para ello se realizó una búsqueda sistemática (ver Anexos) en las bases de datos bibliográficas: PubMed, Cochrane Library, Medline vía OVID, Embase y EBSCO. Asimismo, se realizó una búsqueda manual avanzada en Google, y en páginas web de las principales sociedades o instituciones especializadas, tales como la World Health Organization (WHO) y Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Se consideró la revisión de las listas de referencias de los estudios seleccionados para la identificación de otros estudios de relevancia. Finalmente, con la estrategia de búsqueda diseñada para PubMed y Embase, se generaron alertas diarias vía correo electrónico con el objetivo de actualizar el presente reporte según evolucione el conocimiento acerca del SARS-CoV-2. RESULTADOS: No se encontraron guías de práctica clínica, evaluaciones de tecnologías sanitarias, revisiones sistemáticas o estudios primarios en las bases de datos bibliográficas que evalúen el uso de uso de la luz ultravioleta como sustituto a la presión negativa en UCI en el contexto de SARS-CoV-2. La búsqueda de manual en Google se encontró el Manual de Prevención y Tratamiento de COVID-19 (Facultad de Medicina de la Universidad de Zhejiang 2020) y una revisión narrativa acerca de las lecciones aprendidas sobre COVID-19 (Yi et al. 2020). Asimismo, debido a que la secuenciación del genoma completo y el análisis filogénico indican que SARS-CoV-2 es un betacoronavirus del mismo subgénero que el virus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y del virus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) (Zhou et al. 2020, Zhu et al. 2020), se buscaron estudios que evaluaron la sensibilidad de SARS o MERS a la luz ultravioleta. CONCLUSIÓN: No se han encontrado estudios que proporcionen evidencia científica a la fecha sobre el uso de luz ultravioleta como sustituto a la presión negativa en UCI. La propuesta del uso de luz ultravioleta ante la falta de esterilizadores de aire en salas de aislamiento de pacientes con COVID-19 se basa en manual recomendaciones que no proporciona detalles sobre el tipo de luz UV empleada y las especificaciones del procedimiento como tipo de fuentes recomendadas y área de cobertura de cada una de las fuentes. Cabe precisar que el uso de luz ultravioleta para la desinfección de ambientes o superficies hospitalarias requiere que las salas estén libres de pacientes por las lesiones en piel y ojos que puede ocasionar por la sobreexposición. No obstante, existen estudios in vitro sobre la inactivación por luz ultravioleta de los coronavirus MERS y SARS, cuyo componente genético es similar al SARS-CoV-2, que muestran que la luz ultravioleta tiene la capacidad de inhibir el crecimiento de ambos virus. Por lo tanto, con la evidencia disponible a la fecha (29 de marzo de 2020), no es posible establecer si la luz ultravioleta inactiva al SARS-CoV-2; sin embargo, estudios en otros tipos coronavirus han mostrado resultados positivos, especialmente con la luz UVC, por lo que sería razonable su uso en ausencia o escacez de otras medidas para desinfección de ambientes o superficies hospitalarias. No obstante, es menester continuar con la investigación de su uso específicamente para SARS-Cov-2 dados estos resultados promisorios previos en otros coronavirus.


Asunto(s)
Humanos , Rayos Ultravioleta , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Unidades de Cuidados Intensivos , Perú , Evaluación de la Tecnología Biomédica
10.
s.l; IETSI; abr. 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1096640

RESUMEN

GENERALIDADES: Brindar recomendaciones para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. Ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19.Estas recomendaciones están dirigidas a gerentes o directores de los establecimientos de salud, líderes de equipo de trabajo de salud y personal encargado de la limpieza y desinfección de ambientes, para prevenir problemas de infección por COVID-19. El presente documento es de aplicación en las IPRESS de las Redes Asistenciales, Redes Prestacionales y en los Órganos Prestadores Nacionales, a nivel nacional. MÉTODOS: Búsqueda y selección de protocolos, guías de práctica clínica y documentos técnicos previos. FORMULACIÓN DE LAS RECOMENDACIONES: Para la formulación de las recomendaciones se revisaron pautas y protocolos encontrados que describieron más ampliamente los procedimientos a realizar para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. Producto del ello se establecieron las recomendaciones. DESARROLLO DE LAS RECOMENDACIONES: Flujograma para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. El actual surgimiento del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) viene a ser el tercer coronavirus humano altamente patógeno que ha surgido en las últimas dos décadas. Su transmisión entre personas se da en ambientes hospitalarios como en otros, así como superficies secas contaminadas. La información para la inactivación específica para del COVID-19 viene recientemente emergiendo. Sin embargo, estudios actuales evidencian que para la inactivación de coronavirus humanos como el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) o los coronavirus humanos endémicos (HCoV), la utilización de productos como el etanol, peróxidos de hidrógenos o hipoclorito de sodio, así como otros agentes biocidas utilizados para la desinfección química como el cloruro de benzalconio o el digluconato de clorhexidina son efectivos (3). Por tanto, la contención temprana y la prevención de una mayor propagación serán cruciales para detener el brote en curso y controlar este nuevo hilo infeccioso.


Asunto(s)
Humanos , Personal de Salud/normas , Eliminación de Residuos Sanitarios/normas , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Infecciones por Coronavirus/transmisión , Servicio de Limpieza en Hospital/normas , Perú , Evaluación de la Tecnología Biomédica
11.
s.l; IETSI; abr. 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1096333

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: La ambulancia es un transporte sanitario esencial para proporcionar asistencia médica de emergencia o de soporte vital básico en situaciones de atención primario como interhospitalario. Este medio a su vez está equipada de materiales sanitarios y del personal sanitario abordo quienes prestan asistencia de acuerdo a las necesidades de atención en situaciones de emergencia. Asimismo, es importante señalar que muchos hospitales cuentan con un servicio propio para el traslado de los pacientes, por lo tanto, se requiere de la disponibilidad del manejo de los procedimientos de desinfección y limpieza de la ambulancia, principalmente para evitar la propagación del COVID-19. Los profesionales de la salud están capacitados para prestar la atención médica a los pacientes en casos sospechosos y confirmados, de esta manera es muy importante que el personal esté capacitado y entrenado para desinfectar y limpiar la ambulancia, para garantizar la seguridad de los pacientes y su equipo de profesionales a bordo. Estudios recientes han permitido evidenciar que las superficies de las ambulancias están frecuentemente contaminadas con microorganismos. (2,24) Por ello, la desinfección es una parte importante de cualquier procedimiento de control y prevención de infecciones. Ante la crisis de COVID-19 a nivel mundial, el seguir procedimientos de limpieza y desinfección de ambulancias es vital para reducir la carga biológica del SARS-CoV-2 y evitar más infectados (3) una vez que un paciente con sospecha de COVID-19 ha sido transportado. El SARS-CoV-2 tiene una envoltura lipídica, por lo que una amplia gama de desinfectantes resulta muy efectiva, para asegurar una completa y adecuada desinfección de todas las superficies expuestas, equipos y áreas de contacto, antes de volver a las tareas operativas normales. En la actualidad existen diversos protocolos efectivos de limpieza y desinfección para este entorno de atención primaria de emergencia. En varios países, se ha estado trabajando en la elaboración de protocolos y guías con procedimientos precisos para desinfectar y limpiar la ambulancia. A partir de estos instrumentos, señalamos las pautas generales seguidas por dichos países como medida de prevención y control, en relación a los procedimientos seguidos para la desinfección de ambulancias. MÉTODOS: Se realizó una revisión narrativa de las principales bases de datos de investigación, documentos, artículos y guías relacionadas a los procedimientos de limpieza y desinfección de ambulancias durante y después del transporte de algún caso sospechoso o confirmado de COVID-19. En este documento se incluyó principalmente información científica actualizada de los departamentos gubernamentales de los países del reino unido como GOB.UK, la guía de prevención y control de infecciones en entornos sanitarios, como también, la guía de fideicomisos de ambulancias y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sobre los procedimientos de limpieza y desinfección de las ambulancias después del transporte de un paciente con COVID-19, se revisaron las recomendaciones más actuales del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), también se incluyeron textos de la guía de prevención y control de infecciones para COVID-19 enlos entornos sanitarios del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), y el manual de bioseguridad para prestadores de servicios de salud que brinden atención en salud ante la eventual introducción del nuevo coronavirus (ncov-2019) a Colombia. Esta revisión incluye, además, información técnica respecto a la atención primaria ante el nuevo coronavirus y algunas recomendaciones de limpieza y desinfección de vehículos de transporte del equipo de EMS como la guía recientemente actualizada por el equipo de trabajo sobre coronavirus de la asociación Internacional de Jebes de Bomberos (International Association of Fire Chiefs - IAFC). RESULTADOS: Existe la urgencia internacional para contener el virus y prevenir su propagación. Es factible que el personal de salud de primera línea, como los que conforman el equipo de ambulancias para el traslado de pacientes sospechosos o confirmados por SARS-Cov-2, estén potencialmente expuestos al contagio. (12) Por ello, es necesario que cada entidad sanitaria mantenga un estándar de bioseguridad para el procedimiento de limpieza y desinfección de ambulancias, manteniendo un protocolo que ayude a prevenir los riesgos de infección para el personal de salud de esta área. Actualmente conocemos que, la transmisión de SARS-Cov-2, se da por medio de las gotitas respiratorias (14) y que al ser liberadas alcanzan hasta un metro de distancia pueden depositarse en diferentes superficies y aun permanecer activas Para ello, una amplia gama de productos biocidas están disponibles para desinfectar superficies en diferentes ámbitos sanitarios y en las ambulancias. (5,15). Kampf y col. han observado que otros coronavirus, por ejemplo, SARS y MERS, pueden persistir en superficies inanimadas como metal, vidrio o plástico por hasta 9 días, pero pueden ser desactivados eficientemente por procedimientos de desinfección con etanol al 62­71%, peróxido de hidrógeno al 0.5%, o hipoclorito de sodio al 0.1% dentro de 1 min. Otros agentes biocidas como el cloruro de benzalconio al 0.05% a 0.2% o digluconato de clorhexidina al 0.02% fueron menos eficaces. (16,17) Duan y col. encontraron que la irradiación con luz ultra violeta (LUV) durante 60 minutos en varios coronavirus en medio cultivo dio como resultado niveles indetectables de infectividad viral. Un estudio cuasi-experimental Iraní, realizó toma de muestras antes y después de la desinfección en la cabina delantera, equipo médico y parte trasera de ambulancias para determinar contaminaciones microbianas, para ello utilizó la solución "Cloruro de didecildimetilamonio, alquil dimetil bencil amonio, una base de compuestos de amonio cuaternario de quinta generación y biguanidas"; demostrando su acción bactericida hasta en un 100% luego de la desinfección, por lo que el producto resultó ser eficaz en la eliminación de bacterias. El mismo estudio revela la limitación de no haber podido probar tal eficacia en virus, hongos o esporas. No existen estudios específicos referidos a la efectividad y seguridad de diversos desinfectantes para la descontaminación de las ambulancias y sus equipos biomédicos por SARS-CoV-2. Las medidas adoptadas por diferentes países se basan en las recomendaciones de la OMS, CDC y de países de alta vigilancia epidemiológica. Es importante mencionar que, estas recomendaciones tienen como fuente de información las experiencias referidas al SARS-CoV y MERS-CoV y los diferentes estudios que encontraron que en superficies inanimadas los agentes biocidas comúnmente utilizados como desinfectantes, obtuvieron alta eficacia contra estos vírus. La OMS/OPS recomienda el uso de desinfectantes como el hipoclorito de sodio, amonio cuaternario, peróxido de hidrogeno, etanol y clorhexidina; en el área intrahospitalaria (incluyendo las ambulancias); pero dependiendo de las áreas específicas del entorno, estas podrán variar de concentración y dilución. Estos desinfectantes presentan actividad frente a la mayoría de los virus, incluyendo coronavirus y SARS, siempre que sean preparados de acuerdo con las instrucciones del fabricante (los virus con envoltura como el coronavirus son más susceptibles a los detergentes que los virus no envueltos). El adecuado uso de antisépticos y desinfectantes, es una herramienta esencial para evitar la diseminación de agentes infecciosos y el control de infecciones asociadas a la atención de salud. Por ello, es imprescindible seguir las recomendaciones de entidades de alta vigilancia epidemiológica y valorar la evidencia científica. CONCLUSIONES: Este documento proporciona información para la limpieza y desinfección de ambulancias, brindada por entidades de alta vigilancia epidemiológica contra infecciones emergentes, basados en evidencia científica, para los servicios de emergencia sanitaria que dispongan de ambulancias destinadas para el transporte de casos sospechosos y confirmados de COVID-19. No existen estudios específicos referidos a la efectividad y seguridad de diversos desinfectantes para la descontaminación de las ambulancias y sus equipos biomédicos por SARS-Cov-2, la información referida se ha realizado en base a las recomendaciones de la OMS, CDC y de países de alta vigilancia epidemiológica, basados en la contención del SARS-CoV y MERS-CoV emergentes en el pasado. Estudios científicos revelaron que los coronavirus humanos, SARS-CoV y MERS-CoV pueden persistir en superficies inanimadas, pero se pueden inactivar eficientemente mediante desinfección con hipoclorito de sodio al 0,1%, etanol al 62-71% (pequeñas superficies), peróxido de hidrógeno al 0,5% en 1 minuto. Sin embargo, biocidas como el cloruro de benzalconio al 0,05­0,2% o el digluconato de clorhexidina al 0,02% son menos efectivos.


Asunto(s)
Humanos , Ambulancias/normas , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Desinfectantes/administración & dosificación , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Análisis Costo-Beneficio , Servicio de Limpieza en Hospital/métodos
12.
s.l; IECS; 28 abr. 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1099568

RESUMEN

CONTEXTO CLÍNICO: Los equipos de protección personal (EPP) son usados por el personal de salud para crear una barrera entre el paciente y el ambiente o un objeto, potencialmente contaminados por microorganismos. En enfermedades infecciosas es clave adoptar medidas preventivas de contagio y de mitigación en el manejo comunitario y nosocomial de casos. La enfermedad por el Coronavirus 2019 (COVID­19, por su sigla en inglés Coronavirus Disease 2019) es una enfermedad respiratoria de humanos producida por un nuevo coronavirus identificado con la sigla SARS-CoV-2. El período de incubación de la infección es de 2 a 14 días. La mayor parte de los contagios se producen de persona a persona, siendo altamente transmisible. El cuadro clínico varía desde casos asintomáticos a cuadros febriles con tos y dificultad respiratoria, neumonía y distrés respiratorio. También puede acompañarse de alteraciones gastrointestinales. TECNOLOGÍA: Los equipos de protección personal pueden incluir barbijos, camisolines, mascaras filtrantes de alta eficiencia, máscaras faciales de acetato, guantes, cubrebotas descartables o de tela, y otros. En relación a los barbijos, se consideran aquellos descartables de una o dos capas (mascarillas protectoras), barbijos quirúrgicos (barbijos de 3 o 4 capas o barbijos tipo N95). Según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de la Argentina, los barbijos son productos de polipropileno (PP). La estructura textil producida por entrelazado de fibras y/o filamentos continuos consolidados por medios mecánicos, químicos, térmicos o sus combinaciones y según los gramos de entretejidos, se define su utilidad y tipo de barbijo. OBJETIVO: El objetivo del presente informe es evaluar la evidencia disponible acerca de la eficacia, seguridad y aspectos relacionados con la esterilización y/o reuso de equipos de protección personal en la pandemia por COVID-19. MÉTODOS: Se realizó una búsqueda en las principales bases de datos bibliográficas, en buscadores genéricos de internet, y financiadores de salud. Se priorizó la inclusión de revisiones sistemáticas (RS), ensayos clínicos controlados aleatorizados (ECAs), evaluaciones de tecnologías sanitarias (ETS), evaluaciones económicas, guías de práctica clínica (GPC) y recomendaciones de diferentes sistemas de salud. RESULTADOS: Se incluyeron tres ETS, 11 GPC, y un comunicado del fabricante de insumos médicos 3M acerca de la esterilización y/o reuso de elementos de protección personal en la pandemia por COVID-19. CONCLUSIONES: No se encontraron estudios comparativos acerca de la eficacia y/o de la seguridad de la esterilización y/o reuso de los elementos de protección personal (EPP) para el personal de salud en la atención de pacientes con infección por SARS-CoV-2 probable, sospechoso o confirmado, versus no tomar esas medidas. La necesidad de evaluar la posibilidad de esterilización y/o reuso de los EPP se basa en la situación crítica que la pandemia por COVID-19 ha puesto a los servicios de salud mundiales y en la necesidad de la conservación de los recursos necesarios para poder afrontar la pandemia. Los EPP usados por el personal de salud son fabricados para ser descartados después de su uso, luego de un tiempo determinado, según las recomendaciones de los fabricantes. El único estudio encontrado al momento de realizar este informe que evaluaba los métodos más frecuentes de esterilización sugeridos por las guías de buena práctica de manufactura (radiación ultravioleta, calor seco al 70°C, etanol al 70% y peróxido de hidrógeno vaporizado) sugirió que para los barbijos del tipo N95 el único método que podría reducir la contaminación sin afectar su funcionamiento es el peróxido de hidrógeno vaporizado. Las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro de Control de Infecciones estadounidense, de varios ministerios de salud de Europa y Latinoamérica sugieren que, a pesar de no existir evidencia, podrían adoptarse las siguientes medidas: uso extendido (uso más allá del tiempo recomendado por el fabricante) de las máscaras con filtro y barbijos tipo N95 (por hasta cinco días), reprocesamiento seguido de reutilización (después de la limpieza o esterilización) de estos elementos, o bien considerar elementos alternativos en comparación con los elementos estándar recomendados por la OMS. Estos procesos deben garantizar una desinfección y esterilización adecuada, la no toxicidad residual en el material y sobre todo integridad funcional (sistemas de filtrado y sistemas de ajuste). En la extensión del uso de los barbijos de cualquier tipo se sugiere que su uso podría ser continuo o intermitente entre 4 a 8 hs antes de ser desechado en bolsa roja. El ministerio de Salud de Argentina recomienda el descarte de barbijos tipo N95 a los 15 días de su uso o cuando éste se encuentre dañado o manchado. Con respecto a los camisolines se sugiere el reemplazo de telas descartables por telas lavables que soporten hasta 75 ciclos de lavados y desinfección, a cuyo uso se debe sumar el de delantales de plástico descartables.


Asunto(s)
Humanos , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Equipo de Protección Personal/normas , Guantes Quirúrgicos/normas , Máscaras/normas , Ropa de Protección/normas , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Análisis Costo-Beneficio
13.
s.l; IETSI; 27 abr. 2020.
No convencional en Español | BRISA/RedETSA, LILACS | ID: biblio-1104019

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: Queda mucho por aprender sobre el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) que causa la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). Según lo que se sabe actualmente sobre el virus y sobre coronavirus similares que causan SARS y MERS, la propagación de persona a persona ocurre con mayor frecuencia entre contactos cercanos (dentro de aproximadamente 2 metros) a través de gotitas respiratorias generadas por una persona infectada al toser o estornudar (CDC 2020). La transmisión también puede ocurrir de forma indirecta por contacto con superficies que se encuentran en el entorno inmediato de una persona infectada o con objetos que esta haya utilizado (OMS 2020b). La transmisión del coronavirus en general ocurre mucho más comúnmente a través de gotitas respiratorias que a través de fómites (CDC 2020). Por otro lado, se ha reportado que el SARS-CoV-2 puede permanecer viable durante horas o días en superficies hechas de una variedad de materiales. En ese sentido, la desinfección de superficies es considerada una buena práctica para la prevención de COVID-19 y otras enfermedades respiratorias virales en entornos comunitarios (CDC 2020). Sin embargo, en países como China, México y Argentina se han visto imágenes en donde los desinfectantes son rociados directamente a las personas cuando estas pasan a través de túneles instalados en lugares públicos de alto tránsito, como entradas a mercados, edificios administrativos u hospitales. Esta medida ha sido cuestionada ya que el desinfectante usado en estos túneles puede causar irritación en las personas, así como daño en la piel y los ojos (Neustaeter 2020). El túnel de desinfección peatonal consiste en un sistema de aspersores que rocían al peatón un desinfectante con el fin de desinfectar la ropa. Cada persona debe permanecer en el interior del túnel unos pocos segundos con las manos en alto para permitir que la mezcla sanitizante llegue a la mayoría de las partes del cuerpo (Infobae 2020). Dentro de los desinfectantes utilizados se encuentran el amonio cuaternario, el ozono, el ácido hipocloroso, el alcohol, soluciones de hipoclorito, catalizadores orgánicos, entre otros (Minsalud 2020). El uso de esta innovación tecnológica ha sido propuesto por algunas personas como una medida sanitaria adicional a las ya establecidas (distanciamiento físico, uso de mascarillas, lavado de mano) para reducir el contagio del SARS-CoV-2 en lugares públicos de alta concurrencia. Actualmente, esta propuesta se ha difundido de manera mediática captando el interés de diversas instituciones para su posible incorporación. Al respecto, la Dirección General de Salud Ambiental del Perú (DIGESA), con fecha 16 de abril de 2020, realizó un pronunciamiento desalentando el uso de túneles desinfectantes para evitar la transmisión de COVID-19. En esta nota se enfatiza que no existe evidencia científica de que los túneles desinfectantes sean efectivos para impedir la transmisión del virus, y que por el contrario, los desinfectantes dispersados sobre los peatones podrían ser dañinos para la salud e incluso aumentar el riesgo de dispersión del SARS-CoV-2. También se señala que toda desinfección para evitar la transmisión de COVID-19 se debe realizar sobre superficies inertes como mesas, pisos o estantes, y no sobre personas (DIGESA 2020). A pesar del pronunciamiento por parte de la DIGESA, el IETSI ha recibido solicitudes de evaluación, en donde se plantea el uso de túneles de desinfección generales y, específicamente, los de ozono. Así, surge la necesidad de conocer el funcionamiento de los túneles de desinfección peatonal pulverizadores de ozono y de otros desinfectantes, así como revisar la literatura pertinente a esta tecnología para evaluar su efectividad y seguridad para disminuir la propagación del SARS-CoV-2. MÉTODOS: Primero, se realizó una búsqueda manual de guías, reportes técnicos o recomendaciones para la desinfección en el contexto del COVID-19, en las páginas web de diversas sociedades y gobiernos alrededor del mundo, tales como World Health Organization (WHO), Centers for Disease Control and Prevention (CDC), European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC), el Gobierno de Canadá, el Gobierno de Reino Unido, el Gobierno de Australia, el Gobierno de España, el Gobierno de Colombia, entre otros. Segundo, se realizó una búsqueda sistemática de guías o revisiones que brindaran recomendaciones con relación a la tecnología de interés utilizando la base de datos MEDLINE vía PubMed. La estrategia de búsqueda fue la siguiente: (sanitation[tiab] OR disinfect*[tiab]) AND (COVID-19 OR SARS-CoV-2 OR Coronavirus OR SARS) (144 ítems). Tercero, se realizó una búsqueda sistemática de estudios que evaluaran la efectividad y seguridad de los túneles de desinfección peatonal de ozono utilizando la base de datos MEDLINE vía PubMed, utilizando la siguiente estrategia de búsqueda: ozone AND (COVID-19 OR SARS-CoV-2 OR Coronavirus OR SARS) (10 ítems). Finalmente, se buscaron estudios adicionales que pudiesen haber escapado a las búsquedas con una estrategia de bola de nieve mediante la revisión de las listas de referencias de las publicaciones que sean de relevancia. RESULTADOS: Se identificó una guía técnica elaborada por el Ministerio de Salud y Protección de Colombia que evaluó el uso de sistemas de aspersión de productos desinfectantes sobre personas para la prevención de la trasmisión de COVID-19. También se identificó recomendaciones relacionadas al tema en las páginas web de la OMS y la EPA. CONCLUSIONES: No se recomienda el uso de túneles de desinfección peatonal pulverizadores de ozono u de otros desinfectantes ya que no se cuenta con evidencia científica sobre su efectividad para disminuir la propagación del COVID-19. Además, el uso de estos sistemas podría causar potenciales daños en la salud de las personas, como irritación de los ojos y de las vías respiratorias. De acuerdo a la información publicada por agencias regulatorias internacionales como la EPA, aún si el ozono se utilizara en concentraciones que no excedieran los estándares de salud pública, estos no eliminarían eficazmente los virus. Para el caso de túneles que utilizan otros agentes desinfectantes como soluciones de hipoclorito de sodio o alcohol, algunas instituciones ya han emitido pronunciamientos en contra del uso de estas tecnologías debido a la falta de evidencia que sustente su uso y al elevado riesgo de daño al peatón. Otros expertos señalan que el uso de túneles de desinfección podría tener un efecto opuesto al esperado, ya que la falsa sensación de seguridad por parte de los peatones podría hacer que estos disminuyan las medidas eficaces para disminuir el contagio del COVID19 como el distanciamiento social y el lavado de manos. Finalmente, a nivel mundial, el ozono y demás desinfectantes no están autorizados por ninguna autoridad de salud para su aplicación directa sobre humanos.


Asunto(s)
Humanos , Ozono/administración & dosificación , Neumonía Viral/prevención & control , Desinfección/métodos , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Ácido Hipocloroso/administración & dosificación , Compuestos de Amonio Cuaternario/administración & dosificación , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud , Efectos Colaterales y Reacciones Adversas Relacionados con Medicamentos
14.
Lima; Instituto Nacional de Salud; abr. 2020.
No convencional en Español | LILACS, BRISA/RedETSA | ID: biblio-1104304

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: Los principales síntomas del COVID-19 reportados son fiebre (83-98%), tos (76-82%), disnea (31- 55%) y dificultad respiratoria (17-29%) (1). El conocimiento actual sobre el virus SARS-Cov-2, sugiere a las gotas respiratorias potencialmente infecciosas que se generan cuando una persona infectada tose o estornuda y el contacto, como los principales mecanismos de propagación. Frente al COVID-19, enfermedad viral respiratoria que ha demostrado ser altamente contagiosa; entre otras medidas, el uso de máscaras médicas y respiradores, constituyen una de las principales intervenciones de prevención y control que los gobiernos en el mundo han implementado tanto a nivel de la comunidad, así como en los establecimientos de salud, en el propósito de contener la propagación del virus. En este contexto, se requiere revisar y organizar la evidencia científica disponible sobre la efectividad del uso de mascarillas y respiradores en población general y en los servicios de salud en la prevención y control de transmisión de COVID ­ 19 u otras infecciones respiratorias a nivel comunitario e intrahospitalario. OBJETIVOS: Describir la evidencia científica acerca de la efectividad del uso de mascarillas en población general para la prevención y control de transmisión de COVID ­ 19 u otras infecciones respiratorias a nivel comunitario. Describir la evidencia científica acerca de la efectividad del uso de mascarillas o respiradores (N95 o N99, FFP1, FFP2, FFP3) en la prevención y el control de transmisión de COVID-19 u otras infecciones respiratorias intrahospitalarias a nivel de servicios de salud. METODOLOGÍA: La búsqueda sistemática se realizó en la base de datos de Medline (PubMed), fueron formuladas una estrategia de búsqueda para cada una de las dos preguntas PICOs de la revisión, no se aplicaron filtros de fecha ni idiomas, la búsqueda abordó la evidencia publicada hasta 03 de abril del 2020. Además, se consultaron documentos técnicos de la OPS/OMS para identificar estudios relevantes. RESULTADOS: Se identificaron 778 referencias potencialmente relevantes, de los cuales 320 eran relacionados al grupo de población general (PG) y 452 respecto al personal de salud (PS), seis referencias fueron identificadas en los documentos de OPS/OMS. Ningún duplicado fue identificado. Luego del tamizaje por títulos y resúmenes, se seleccionaron 114 referencias para la siguiente fase a texto completo (32 PG y 82 PS). Finalmente, se seleccionaron siete estudios, que respondieron a las preguntas PICO de interés (5 PG y 2 PS). CONCLUSIONES: Población general: No se encontró evidencia respecto a la efectividad del uso de mascarillas en individuos sanos de manera usual o cotidiana en lugares de mayor circulación de personas. La búsqueda sistemática logró identificar 5 ensayos clínicos respecto al uso de mascarillas solas y acompañadas de otras intervenciones de prevención de infecciones en población general en contacto con casos índice. Los estudios presentan de moderado a alto riesgo de sesgo. La evidencia acerca del uso de mascarillas quirúrgicas en población general es muy heterogénea y de baja calidad, no es posible determinar la efectividad de su uso en la disminución del riesgo de infecciones respiratorias virales con un alto nivel de confianza. No hay evidencia acerca de la efectividad del uso de mascarillas de tela como factor protector. La escasa evidencia identificada con serias limitaciones reporta que el uso de mascarillas quirúrgicas de manera aislada a otras medidas de prevención como el lavado de manos y desinfección con alcohol en gel no tiene efecto. Profesionales de salud: La evidencia de los ensayos aleatorizados para la comparación del uso de respiradores N95 vs mascarillas quirúrgicas en profesionales de salud es de baja a muy baja calidad, esto significa que de existir nuevos estudios respecto a estas comparaciones existe una alta probabilidad de un cambio en los efectos de las intervenciones en esta población. Al comparar el uso de respiradores N95 y mascarillas quirúrgicas basado en estudios aleatorizados, el uso de respiradores protege significativamente contra la enfermedad respiratoria clínica e infecciones bacterianas, sin embargo, no hay diferencias significativas en los desenlaces de enfermedad similar a influenza, influenza confirmada por laboratorio y otras infecciones virales respiratórias. El uso de EPPr (Equipo de protección personal respiratoria como respiradores o mascarillas quirúrgicas) comparado con ninguna intervención no reporta protección contra SARS, no existen diferencias entre los dispositivos incluidos en este grupo. El uso de respiradores N95 protege contra SARS Cov confirmado por laboratorio y disminuye el riesgo de neumonía por SARS basado en ENA.


Asunto(s)
Humanos , Neumonía Viral/prevención & control , Dispositivos de Protección Respiratoria/normas , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Máscaras/normas , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud
15.
Lima; Instituto Nacional de Salud; abr. 2020.
No convencional en Español | BRISA/RedETSA | ID: biblio-1122094

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: Este documento técnico se realiza a solicitud del Instituto Nacional de la Jefatura Institucional del INS. A. Cuadro clínico: El brote del virus Sars-CoV-2 se inició en diciembre del 2019 en Wuhan República Popular de China y desde ese entonces se ha ido diseminando en diferentes países en el mundo. De acuerdo con el Ministerio de Salud del Perú, al 18 de abril se reportó en el país un total de casos de 14 420 y 348 muertes por COVID-19. Es así que actualmente COVID-19 es considerada una pandemia y una emergencia de salud pública a nivel mundial. Si bien en algunos países la pandemia se está controlando después de medidas de aislamiento social, algunos gobiernos han decidido realizar estrategias de desinfecciones destinadas a la población general. Entre estas tecnologías se encuentran las cabinas de desinfección de personas. B. Tecnología sanitária; Las cabinas de desinfección de personas tienen como objetivo principal rociar de una sustancia desinfectante a la persona que entra en esta estructura. En general, la persona ingresa a una estructura contenedora como una cabina, túnel o puesto que rocía una solución desinfectante en la persona externamente. Esta solución desinfectante es ionizada por ultrasonido para formar una niebla con pequeñas partículas que son de 1 a 5 micrómetros. Esta niebla se atomiza alrededor de la persona con la ayuda de ventiladores mecánicos, permitiendo una mayor área de desinfección sin mojar a la persona. OBJETIVO: Evaluar la evidencia disponible acerca de la eficacia, efectividad y seguridad con respecto a la cabina de desinfección de personas para uso en la comunidad. Además, compilaremos la evidencia y experiencia de su uso, así como otros documentos de políticas de cobertura. METODOLOGÍA: Se realizó una búsqueda en las principales bases de datos bibliográficas: MEDLINE, LILACS, COCHRANE y EMBASE, así como en buscadores genéricos de Internet incluyendo Google Scholar y TRIPDATABASE. Adicionalmente, se hizo una búsqueda dentro de la información generada por las principales instituciones internacionales de infectología y salud pública, así como agencias de tecnologías sanitarias que realizan revisiones sistemáticas (RS), evaluación de tecnologías sanitarias (ETS) y guías de práctica clínica (GPC). RESULTADOS: Se seleccionaron dos documentos: uno de respuesta rápida del Gobierno de Malasia y otro documento de recomendación de la Organización Mundial de la Salud. No se encontró ECAs, RS, estudios observaciones, evaluaciones económicas, GPC o políticas de cobertura con respecto al uso de cabinas de desinfección de personas en la comunidad. El Ministerio de Salud de Malasia publica en el 2020 una revisión rápida con respecto a las cabinas de desinfección para la comunidad. En este documento se menciona que no existe evidencia con respecto al uso de esta tecnología. Sin embargo, se menciona que la efectividad depende del desinfectante usado y que todo estos requieren al menos 5 a 10 minutos para que actúen. Además, se menciona que estos desinfectantes podrían causar daño en las mucosas considerándose poco seguro. Si bien la OMS no se ha pronunciado acerca del uso de cabinas de desinfección de personas en la comunidad, en su página web mencionan que rociar sustancias compuestas por alcohol y cloro en el cuerpo de personas podrían ser dañino para la persona afectando mucosas de los ojos y boca. De la misma forma mencionan que son potencialmente dañinas para la ropa. Adicionalmente se menciona que estas sustancias. CONCLUSIONES: No hay evidencia acerca de la efectividad, seguridad o costo-efectividad de las cabinas de desinfección de personas en la comunidad basado en una búsqueda en las principales bases de datos científicas a nivel mundial. Un documento de búsqueda rápida del gobierno de Malasia no recomienda el uso de estas tecnologías debido a que no hay evidencia suficiente y debido a que podría ser de riesgo para las personas por probable afección en mucosas. Otro documento de recomendación de la OMS, si bien no menciona a la tecnología específicamente, menciona que se debería evitar sustancias desinfectantes en las personas por riesgos en la salud.


Asunto(s)
Humanos , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Infecciones por Coronavirus/transmisión , Ventilación no Invasiva/métodos , Perú , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Análisis Costo-Beneficio
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