RESUMEN
El M.Sc. Humberto García Penedo, profesor principal de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, es el autor de la obra Dinámica psicológica del adicto. Basada en el ideario de José Martí, publicada por la Editorial Científico-Técnica, y prologada por el Dr. Sc. Ricardo González Menéndez, profesor consultante de la capitalina Universidad de Ciencias Médicas. En ese texto, el también escritor y artista de la plástica acaricia la mente y el alma del lector, mientras que, en sus casi doscientas páginas, palpita el amor a la martiana ciencia del espíritu y a la humanidad que padece las terribles secuelas de las toxicomanías (uso irresponsable de sustancias químicas legales médicas e ilegales), ya que la drogodependencia deteriora la calidad de vida de la persona que cae en esa diabólica trampa y destruye el equilibrio biopsicosociocultural y espiritual en que se sustenta el complejo proceso salud-enfermedad. Con apoyo en el vigente pensamiento del Apóstol, el profesor García Penedo invita al lector a percibir a la persona que consume sustancias tóxicas como un ser inacabado e inacabable, imperfecto, pero perfectible, que integra en una unidad viviente todas sus dimensiones humanas: biológicas, psicológicas, socioculturales y espirituales.Con respecto a la unidad cuerpo, mente y espíritu, proclamada por el fundador del periódico Patria, el poeta y ensayista, Cintio Vitier, advierte que [ ] en toda [su] obra [literaria y periodística] hallamos esa continua referencia, explícita o tácita, a un momento superior y sintetizador todavía no alcanzado por la historia humana [ ], en que las necesidades del cuerpo y las necesidades del alma, los valores de la razón...(AU)
Asunto(s)
Humanos , Consumidores de Drogas/psicología , Calidad de VidaRESUMEN
Desde Miami, y a través de Facebook, recibí en la redacción de Radio Progreso la triste noticia relacionada con el súbito deceso del doctor Ángel Arturo Otero Ojeda (1940-2016), profesor auxiliar de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, y editor de la Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana. Mala nueva que, posteriormente, me confirmara vía correo electrónico el doctor en ciencias Ricardo González Menéndez, profesor consultante del capitalino centro de educación médica superior. La vida tiene grandes paradojas. Una de ellas es que, desde hace varios años, el doctor Otero (como era conocido en nuestro medio), me estaba pidiendo que escribiera una crónica necrológica dedicada a él, para poder leerla en vida. Yo le decía: doctor, eso no es posible, porque el dolor que uno siente cuando pierde a alguien a quien estima y aprecia deviene la motivación fundamental para sentarse frente al ordenador y evocar los mejores momentos que hemos vivido con la persona que ya no está físicamente entre nosotros. Eso es, precisamente, lo que ahora trataré de hacer, transido por el dolor de tan irreparable pérdida, pero con la firme convicción de que él podrá leerla desde el espacio infinito, donde estoy seguro duerme...(AU)
