Crecimiento y desarrollo implican la síntesis ordenada de biomoléculas complejas y la diferenciación celular que llevan a que los sujetos de la misma especie presenten estructuras y funciones similares. El crecimiento es un fenómeno continuo que se inicia en la concepción y que está marcado por la información genética aportada por las gametas de los progenitores. Con el suministro de nutrientes y por la maduración funcional se produce un dinámico equilibrio endócrino-metabólico que favorece la máxima expresión del potencial genético del nuevo ser, primero en el útero materno y luego en el medio extrauterino. Crecimiento y desarrollo son fenómenos cuyas variaciones están vinculadas al tiempo, y por ello todas las medidas deben referirse a la edad gestacional, para el período intrauterino, y más adelante al tiempo transcurrido desde el nacimiento o edad postnatal