RESUMEN
Durante un largo período Pichon se dedicó al estudio de una figura a la que admiró: Isidore Ducasse, el conde de Lautréamont atendiendo sobre todo a lo siniestro en su vida y en su obra. Esto siniestro va a rozar también a los que las estudian, lo cual fue advertido por el poeta: el carácter satánico de su obra podía ser fatal aun para sus lectores. En efecto, el misterio, la locura y la muerte rondan la vida de Lautréamont y también la de quienes se acercan a él, y lo que concierne a su realidad desaparece como por arte de magia. Por ejemplo, todo retrato y aun su osamenta. Pichon, en cambio, nos enseña que debemos procurar lo demoníaco en nosotros mismos, que constituye el patrimonio de nuestro inconciente y que el origen de lo siniestro debe ser buscado en el libre juego de nuestra fantasía. A la vez, apunta a señalar el valor creativo de la locura
Asunto(s)
PsicoanálisisRESUMEN
Para el autor el psicoanálisis aplicado a la literatura difiere de la situación analítica ya que no se sitúa en el diálogo con el paciente sino que apunta al enfoque de diferentes aspectos de una obra dada en base a los descubrimientos del psicoanálisis. Centrándose en su alcance y limitaciones puntualiza que el psicoanálisis no nos da una visión unívoca y global de la obra sino que será siempre un análisis parcial. Considerados tipos de psicoanálisis aplicado: el que prescinde del autor y el que toma en cuenta los datos biográficos del mismo. Recorre ejemplos de la literatura: un episodio de la literatura medieval, Tristán e Isolda y el estudio de Freud sobre Moisés. Sostiene que entre poeta y lector hay un intercambio permanente aunque no diálogo estricto y que el analista recibe un constante mensaje del artista que provoca todo tipo de reacciones anímicas. Desde el punto de vista psicoanalítico no importan tanto los datos biográficos existentes como los que aquel puede aportar desde el estudio detenido de la obra. Rechaza un análisis aplicado que encasilla a los autores. Finalmente cuestiona las posturas estructuralistas que anteponen el texto al sujeto descartando el problema del creador