RESUMEN
Hemos intentado presentar la idea de que cuando un consultante se conecta con un terapeuta,
ese primer encuentro entre las personas, ese primer contacto, no implica por sí una situación
analítica. Proponemos que no hay analista ni paciente en tanto ambos no se produzcan
conjuntamente. Analista y paciente no son dos términos aislables, luego no existe la presencia
de el analista. Hablar de situación analítica requiere de la producción de efecto analítico. Este
efecto analítico es generador de la presencia de analista-paciente entendiendo por presencia
la producción de ese efecto y no algo dado. En cuanto a la persona del terapeuta ésta se
constituye en la relación del terapeuta con sus grupos de pertenencia (no sólo profesionales),
grupos que forman o deforman la subjetividad (AU)
Asunto(s)
PsicoanálisisRESUMEN
Hemos intentado presentar la idea de que cuando un consultante se conecta con un terapeuta, ese primer encuentro entre las personas, ese primer contacto, no implica por sí una situación analítica. Proponemos que no hay analista ni paciente en tanto ambos no se produzcan conjuntamente. Analista y paciente no son dos términos aislables, luego no existe la presencia de el analista. Hablar de situación analítica requiere de la producción de efecto analítico. Este efecto analítico es generador de la presencia de analista-paciente entendiendo por presencia la producción de ese efecto y no algo dado. En cuanto a la persona del terapeuta ésta se constituye en la relación del terapeuta con sus grupos de pertenencia (no sólo profesionales), grupos que forman o deforman la subjetividad(AU)