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2.
Rev Invest Clin ; 69(1): 28-32, 2017.
Artículo en Inglés | MEDLINE | ID: mdl-28239179

RESUMEN

BACKGROUND: Although pulmonary involvement is common in patients with cancer, its frequency and nature is seldom reported in the medical literature. OBJECTIVE: To determine the frequency and type of lung pathological conditions revealed by autopsy in children with cancer. METHODS: All reports from autopsies performed in children with cancer from 1989 to 2012 in a pediatric hospital were reviewed. RESULTS: In the analyzed period, 118 autopsies (10.2% of all autopsies) corresponded to children who died with cancer; 76 had complete information and were included in the analysis. Children were seen in the Hematology (41 cases) or the Oncology (35 cases) services. Their median age at decease was 7 years (range, 15 days to 16.1 years) and 46.1% were females. Main diagnoses were acute lymphoblastic (31 patients) or myeloblastic (10 patients) leukemias and tumors of the central nervous system (12 patients). A pathological respiratory condition was diagnosed antemortem in 31 (40.8%) patients, and at autopsy in 62 (81.6%) cases. Omitted diagnoses occurred in 58 (76.3%) children, being pneumonia (24 cases) and pulmonary hemorrhage (23 cases) the most frequent omissions. Nine patients had clinically unsuspected tumor infiltration or metastases. CONCLUSIONS: In these children with cancer, more than 80% of autopsies revealed some lung pathology, mainly of infectious or hemorrhagic nature. Thus, pulmonary involvement should be investigated in all children with cancer in a timely and intentional manner.


Asunto(s)
Hemorragia/epidemiología , Enfermedades Pulmonares/epidemiología , Neoplasias/complicaciones , Adolescente , Autopsia , Niño , Preescolar , Femenino , Hemorragia/diagnóstico , Humanos , Lactante , Recién Nacido , Enfermedades Pulmonares/diagnóstico , Enfermedades Pulmonares/patología , Masculino , Neoplasias/patología
3.
Rev Med Inst Mex Seguro Soc ; 52 Suppl 2: S68-73, 2014.
Artículo en Español | MEDLINE | ID: mdl-24983560

RESUMEN

BACKGROUND: Nephrolithiasis is considered rare in pediatrics. Information available is not sufficient to establish its prognosis with certainty. The purpose of this research was to describe the signs, symptoms, complications and recurrence shown by pediatric patients with urolithiasis. METHODS: Medical records of pediatric patients with urolithiasis were identified for the period from 2003 to 2009. RESULTS: Sixty patients were included, out of which 26.2 % had some comorbidity and 31 % had a family history of lithiasis. The cardinal symptom was abdominal pain (65 %) and the most important sign was gross hematuria (46.6%). 72.9 % had some metabolic abnormality (predominantly hypercalciuria), 97.9 % received medical and 70 % surgical treatment. Diet modification was the most widely used medical treatment (95.7%). In 52 % initial treatment was surgical. During the follow-up, 18.7% recurred and 12 % had renal failure. CONCLUSIONS: The most common clinical conditions were abdominal pain, gross hematuria and dysuria. The most common metabolic cause was hypercalciuria, whereas the most common structural cause was ureteropielic stenosis. About 15 % recurred and 12 % were at risk of progression to kidney failure.


INTRODUCCIÓN: la litiasis renal se considera poco frecuente en pediatría. La información disponible no es suficiente para determinar con certeza su pronóstico. El objetivo de esta investigación fue describir los signos, síntomas, complicaciones y recurrencia que presentaron los pacientes pediátricos con urolitiasis. MÉTODOS: se identificaron los expedientes de pacientes pediátricos con urolitiasis atendidos en el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, en el periodo de 2003 a 2009. RESULTADOS: se incluyeron 60 pacientes, de los cuales 26.2 % presentó alguna enfermedad concomitante y 31 % tenía antecedentes familiares de litiasis. El síntoma cardinal fue el dolor abdominal (65 %) y el signo principal fue la hematuria macroscópica (46.6 %). El 72.9 % tenía alguna alteración metabólica (predominó la hipercalciuria), 97.9 % recibió tratamiento médico y 70 %, tratamiento quirúrgico. La modificación en la dieta fue el tratamiento médico más empleado (95.7 %). En 52 % el tratamiento inicial fue quirúrgico. Durante el seguimiento, 18.7 % presentó recurrencia y 12 % falla renal. CONCLUSIONES: el cuadro clínico con mayor frecuencia fue el dolor abdominal, la hematuria macroscópica y la disuria. La causa metabólica más frecuente fue la hipercalciuria y la causa estructural, la estenosis ureteropiélica. Aproximadamente 15 % presentó recurrencia y 12 %, riesgo de progresión a insuficiencia renal.


Asunto(s)
Urolitiasis/complicaciones , Urolitiasis/diagnóstico , Adolescente , Niño , Preescolar , Estudios de Cohortes , Femenino , Humanos , Lactante , Estudios Longitudinales , Masculino , Pronóstico , Recurrencia , Estudios Retrospectivos , Urolitiasis/terapia
4.
Bol. méd. Hosp. Infant. Méx ; 69(5): 391-396, sep.-oct. 2012. ilus, tab
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-701199

RESUMEN

Introducción. La atención de los aspectos ginecológicos de las niñas y adolescentes se encuentra en fase de desarrollo en todo el mundo. Desde 1994, en el Hospital de Pediatría, Centro Médico Nacional Siglo XXI, se empieza a brindar atención ginecológica a la población pediátrica por un equipo multidisciplinario que conforma la Clínica de Ginecología Pediátrica. Se describen los motivos de consulta ginecológica de pacientes atendidas entre 1996-2011. Métodos. Se realizó una revisión de los registros de la consulta de la Clínica de Ginecología Pediátrica para identificar la edad de las pacientes al momento de la atención y los diagnósticos registrados en el periodo de estudio. Resultados. En el periodo de 15 años se otorgaron 3,200 consultas, es decir, en promedio de 226 por año. El 90% fueron para pacientes con enfermedad crónica; el resto fueron pacientes derivadas de segundo nivel de atención sin enfermedad de base. El motivo principal de consulta fue por alteraciones menstruales (58%), seguido por patologías vulvo-vaginales (16.1%), malformaciones uterinas y tumores de ovario y de útero. Conclusiones. La clínica de Ginecología ha permitido mejorar la calidad de atención de las niñas y adolescentes, en particular las que tienen una enfermedad de fondo. Es importante la detección de pacientes con problemas ginecológicos desde el primer nivel de atención.


Background. Pediatric and adolescent gynecology is undergoing a developmental phase worldwide. Since 1994, the Hospital of Pediatrics of the Centro Medico Nacional Siglo XXI (National Medical Center XXI Century) has been providing gynecological care for the pediatric population by a multidisciplinary team at the Pediatric Clinic of Gynecology. The objective of this study is to describe the reasons for gynecological consultation between 1996 and 2011. Methods. We reviewed the consultation records of the Pediatric Clinic of Gynecology to identify patients' ages at the time of care and diagnoses recorded during the study period. Results. During the 15-year period, 3,200 consultations were given, averaging 226 consultations per year: 90% of these consultations were for patients with chronic disease and 10% for patients referred from secondary medical care institutions but without underlying disease. The primary complaint was menstrual disorders (58%) followed by vulvovaginal pathology (16.1%), uterine malformations and tumors of the ovary and uterus. Conclusions. The Pediatric Clinic of Gynecology has improved the quality of care for young girls and adolescents, particularly those with an underlying disease. It is important to detect patients with gynecologic problems from a primary care setting.

5.
Bol. méd. Hosp. Infant. Méx ; 69(1): 63-76, ene.-feb. 2012. ilus
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-700971

RESUMEN

Las alteraciones menstruales constituyen una causa de consulta ginecológica frecuente en adolescentes. Por esta razón, recientemente se ha propuesto que los ciclos menstruales sean considerados como un signo vital. Con el propósito de mejorar la calidad de atención de las adolescentes, en este artículo se describen los principales trastornos menstruales y la forma de abordarlos desde la perspectiva de los médicos de primer contacto. El sangrado uterino disfuncional, la dismenorrea, así como la amenorrea u oligomenorrea son las principales alteraciones en las adolescentes. La anamnesis y la exploración física constituyen la base para la evaluación de estas adolescentes; sin embargo, en ciertas pacientes, los estudios de laboratorio y radiológicos ayudan a complementar el diagnóstico. El sangrado uterino disfuncional es la causa más frecuente de los trastornos menstruales en la adolescencia; en general, esta condición se sospecha cuando la duración de la menstruación es mayor a 7 días y presenta una periodicidad menor a 21 días. Debido a que, primordialmente, se presenta por la inmadurez del eje hipotálamo-hipófisis, es habitual que ocurra en los primeros ciclos menstruales. El tratamiento médico está enfocado a disminuir la morbilidad y será suficiente en la mayoría de los casos. Por otra parte, la amenorrea es la condición donde hay ausencia de menstruación. Su tratamiento dependerá de la etiología, por lo que es necesario conocer si la amenorrea es primaria o secundaria. El síndrome de Turner es la causa más frecuente de amenorrea primaria en adolescentes sin desarrollo de caracteres sexuales secundarios. En la amenorrea secundaria, los estudios hormonales ayudan a orientar para descartar problemas de tiroides, hipófisis, trastornos de la alimentación o enfermedades crónicas que la ocasionen. Otro trastorno es la dismenorrea, que se clasifica en primaria y secundaria (o adquirida); la primaria ocurre en más de 80% de los casos y, a diferencia de la secundaria, no está asociada a alguna alteración, como la endometriosis. El tratamiento de elección para la dismenorrea primaria es el uso de antiinflamatorios no esteroideos mientras que para la secundaria éste dependerá de la etiología.


Menstrual disorders are one of the most common concerns in adolescent gynecology. Therefore, it has recently been proposed that the menstrual cycle should be considered as a vital sign. The main menstrual disorders are disfunctional uterine bleeding (DUB), dysmenorrhea and amenorrhea or oligomenorrhea. Clinical history and physical examination are the basis for the evaluation of these adolescents. In some patients, radiological and laboratory studies will complement the diagnosis. DUB is considered when the menstrual cycle lasts longer than 7 days and occurs more frequently than each 21 days. In adolescence, the immaturity of the hypothalamic-pituitary axis is the main cause. Normally, AUB is seen more often during the first menstrual cycles. Treatment aims to decrease morbidity and medical treatment is sufficient in most cases. Amenorrhea is defined as an absence of menstruation. Treatment depends on the etiology; therefore, it is initially necessary to determine whether it is primary or secondary amenorrhea. In adolescents without pubertal development, Turner's syndrome is the most common cause of primary amenorrhea. Hormonal studies will help determine the cause of secondary amenorrhea such as thyroid or pituitary disease or if it is related to eating disorders or a chronic disease. Dysmenorrhea is classified according to primary and secondary dysmenorrhea (or acquired). Primary dysmenorrhea occurs in >80% of all cases and, unlike secondary dysmenorrhea, is not associated with any abnormality such as endometriosis. The use of anti-inflammatory drugs is the treatment of choice for primary dysmenorrhea, whereas for secondary dysmenorrhea, treatment depends on the etiology.

6.
Bol. méd. Hosp. Infant. Méx ; 56(1): 18-26, ene. 1999. tab
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-266191

RESUMEN

Introducción. Objetivo: determinar la frecuencia y tipo de complicaciones de la alimentación enteral con sonda en pacientes pediátricos hospitalizados. Material y métodos. Diseño: cohorte descriptiva. Durante un período de 6 meses se identificaron a niños hospitalizados que recibieron exclusivamente nutrición enteral con sonda. Se vigilaron desde el momento de la colocación de la sonda hasta el término de la alimentación con sonda, o bien, al egreso hospitalario. Las variables que se registraron fueron: edad, sexo, enfermedad subyacente, tipo de sonda, número de colocaciónes de la sonda, tipo de fórmula empleada y su forma de administración. Se consideraron las complicaciones relacionadas a la sonda (mecánicas y por el procedimiento) y a la fórmula (gastrointestinales, hidroelectrolíticas) que identificó el médico tratante de cada paciente. Resultados. Cincuenta y cinco pacientes, 29 (52.7 por ciento) del sexo masculino; 26 lactantes y 22 (40 por ciento) con desnutrición; las enfermedades gastrointestinales fueron las más frecuentes (25/55). Se colocaron 135 sondas (mediana dos sondas/paciente); 113 sondas de polivinilo y 22 de silicón; 67 sondas se colocaron vía nasogástrica, 53 orogástrica, 11 transpilórica, 6 por gastrostomía. La mediana de tiempo de permanencia de las sondas de polivinilo fue de 5 días; las de silicón de 13. fórmulas más empleadas: elementales (26), poliméricas (20) y leche entera o humanizada (17). En 30 pacientes (54.5 por ciento) se identificaron 48 complicaciones. Las gastrointestinales fueron las más frecuentes: distensión abdominal (19), náuseas y vómito (8), diarrea (7), sangrado de tubo digestivo (5), dolor abdominal (3); estas complicaciones fueron con mayor frecuencia con la fórmula elemental. En cinco ocasiones se observaron complicaciones mecánicas: erosión y sangrado en sitio de colocación de la sonda. La mayoría de las complicaciones mecánicas fue con sondas de polivinilo. En ningún caso, el médico tratante buscó o detectó trastornos hidroelectrolíticos. Las defunciones durante la vigilancia no se relacionaron con el procedimiento. Conclusiones: La utilización de la alimentación enteral con sonda para la nutrición de niños hospitalizados es una técnica que, en general, es segura siempre y cuando se detecten oportunamente las complicaciones para evitar mayor morbilidad


Asunto(s)
Humanos , Masculino , Femenino , Lactante , Preescolar , Adolescente , Catéteres de Permanencia/efectos adversos , Alimentos Formulados/efectos adversos , Enfermedades Gastrointestinales/etiología , Nutrición Enteral/efectos adversos , Pediatría , Atención Terciaria de Salud , Tiempo de Internación
7.
Bol. méd. Hosp. Infant. Méx ; 55(12): 707-11, dic. 1998. tab
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-232714

RESUMEN

Introducción. Recientemente el término calidad de vida (CV) se ha manejado como un indicador importante en las investigaciones clínicas. Hay diversas definiciones de CV, pero existe controversia para aceptar alguna definición universal; también se ha observado interpretación diferente entre el paciente y el equipo de salud, por lo que observan discrepancias en su evaluación. En este contexto, el propio paciente es quien debería emitir el juicio perceptivo, de aquí la importancia de conocer el significado del término de CV para los pacientes. La CV se ha evaluado en diversos grupos de pacientes y con distintos instrumentos, pero la información es escasa en el área pediátrica, particularmente en el adolescente. Objetivo: determinar el concepto de CV que tiene el adolescente sano y con enfermedad crónica. Material y métodos. Encuesta comparativa; se identificaron: edad, sexo, etapa de la adolescencia, escolaridad y nivel socioeconómico; así como: edad, escolaridad y ocupación de los padres. Se formuló la siguiente pregunta: ¿ Qué entiendes por CV ?, de manera dirigida a adolescents hospitalizados por enfermedad crónica y, en los adolescentes sanos, 2 escuelas secundarias, una privada y otra pública. El análisis estadístico se realizó con la prueba chi cuadrada. Resultados. La encuesta se realizó en 54 adolescentes con enfermedad crónica y 92 sanos (51 de secundaria pública y 41 de privada). Con mediana para edad de 13 años (10-17 años). Un 57 por ciento de los enfermos refirieron comprender el concepto de CV y 90 por ciento en los otros grupos. En general, los enfermos interpretaron CV en relación con el estado funcional relacionado a la salud en contraste con un pequeño número de los sanos (P<0.001). Los adolescentes sanos interpretaron con mayor frecuencia a la CV de acuerdo con el bienestar económico y social. Se observó que entre mayor escolaridad hay mejor comprensión del concepto de CV. Conclusiones. Los adolescentes enfermos crónicos interpretan el concepto de CV de acuerdo con el estado funcional relacionado a la salud; los sanos, en función de satisfactores materiales. La mayoría de los adolescentes parecen conocer el significado del concepto CV desde un punto de vista relacionado con bienestar


Asunto(s)
Humanos , Masculino , Femenino , Adolescente , Adolescente Hospitalizado/psicología , Enfermedad Crónica , Formación de Concepto , Entrevistas como Asunto , Psicología del Adolescente , Calidad de Vida
8.
Bol. méd. Hosp. Infant. Méx ; 51(11): 701-5, nov. 1994. tab
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-143311

RESUMEN

Objetivos: Conocer la prevalencia del suicidio en adolescentes de un Hospital de tercer nivel. Describir los factores que se asocian con el suicidio en adolescentes. Material y Métodos: En el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, se revisaron los expedientes de los casos de intento de suicidio que ingresaron de junio de 1989 a septiembre de 1993; se recabó la información acerca de los factores de riesgo aceptados en la literatura, así como otras características de los pacientes en relación con los objetivos planteados. Tipo de estudio: descriptivo, transversal, retrolectivo. Forma de análisis: estadística descriptiva. Resultados: Se obtuvo información en 20 casos; 17 (85 por ciento) correspondieron al sexo femenino; la edad promedio fue de 14ñ1 año. La prevalencia en el estudio fue de 12 por cada 1000 ingresos en mayores de diez años de edad. Se encontraron como factores asociados la disfunción familiar en el 100 por ciento, existió enfermedad crónica en algún familiar cercano en el 65 por ciento que condicionó que en el 50 por ciento de los casos existiera disponibilidad de medicamentos en el hogar; en el 75 por ciento de los pacientes se identificaron datos de depresión. El 55 por ciento correspondió al nivel socioeconómico medio. En el 25 por ciento existió el antecedente de intento suicida en algún familiar o amigo cercano y en el 35 por ciento se identificó un padecimiento psiquiátrico. El 20 por ciento de los casos habían intentado previamente una acción suicida. Tres pacientes emplearon un método violento; en el resto predominó la ingesta de fármacos; en esta serie un paciente falleció. El tratamiento inicial empleado por el pediatra dependió del método utilizado y predominó la atención del proceso agudo con la instalación de soluciones parenterales, ayuno, lavado gástrico y el empleo de medicamentos. Conclusiones: el pediatra debe mantenerse alerta ante un adolescente con un cuadro que sugiera intoxicación o trauma físico ante a posibilidad de un intento suicida. El pediatra debe buscar en la vigilancia médica de adolescentes los factores de riesgo para el intento suicida


Asunto(s)
Adolescente , Humanos , Masculino , Femenino , Conducta del Adolescente/psicología , Psiquiatría del Adolescente , Suicidio/psicología , Suicidio/tendencias
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