Diagnosis Shift in Site of Origin of Tubo-Ovarian Carcinoma.

OBJECTIVE: To assess population-level trends, characteristics, and outcomes of high-grade serous tubo-ovarian carcinoma in the United States. METHODS: This retrospective cohort study queried the National Cancer Institute's Surveillance, Epidemiology, and End Results Program. The study population was 27,811 patients diagnosed with high-grade serous tubo-ovarian carcinoma from 2004 to 2020. The exposure was the primary cancer site (ovary or fallopian tube). Main outcome measures were temporal trends, clinical characteristics, and overall survival associated with primary cancer site assessed in multivariable analysis. RESULTS: The study population comprised 23,967 diagnoses of high-grade serous ovarian carcinoma and 3,844 diagnoses of high-grade serous fallopian tubal carcinoma. The proportion of diagnoses of high-grade serous fallopian tubal carcinoma increased from 365 of 7,305 (5.0%) in 2004-2008 to 1,742 of 6,663 (26.1%) in 2017-2020. This increase was independent in a multivariable analysis (adjusted odds ratio [aOR] vs 2004-2008, 2.28 [95% CI, 1.98-2.62], 3.27 [95% CI, 2.86-3.74], and 6.65 [95% CI, 5.84-7.57] for 2009-2012, 2013-2016, and 2017-2020, respectively). This increase in high-grade serous fallopian tubal carcinoma was seen across age groups (4.3-5.8% to 22.7-28.3%) and across racial and ethnic groups (4.1-6.0% to 21.9-27.5%) (all P for trend <.001). Among the cases of tumors smaller than 1.5 cm, the increase was particularly high (16.9-67.6%, P for trend <.001). Primary-site tumors in the high-grade serous fallopian tubal carcinoma group were more likely to be smaller than 1.5 cm (aOR 8.26, 95% CI, 7.35-9.28) and unilateral (aOR 7.22, 95% CI, 6.54-7.96) compared with those in high-grade serous ovarian carcinoma. At the cohort level, the diagnosis shift to high-grade serous fallopian tubal carcinoma was associated with narrowing differences in survival over time between the two malignancy groups: adjusted hazard ratio 0.84 (95% CI, 0.74-0.96), 0.91 (95% CI, 0.82-1.01), 1.01 (95% CI, 0.92-1.12), and 1.12 (95% CI, 0.98-1.29) for 2004-2008, 2009-2012, 2013-2016, and 2017-2020, respectively. CONCLUSION: This population-based assessment suggests that diagnoses of high-grade serous tubo-ovarian carcinoma in the United States have been rapidly shifting from high-grade serous ovarian to fallopian tubal carcinoma in recent years, particularly in cases of smaller, unilateral tumors.

Trends in ovarian, fallopian tube, and primary peritoneal cancer incidence, mortality, and survival: A 15-year population-based analysis.

OBJECTIVE: To characterize trends in ovarian, fallopian tube, and primary peritoneal cancer incidence and incidence-based mortality based on histology and site of origin. METHODS: We obtained age-adjusted incidence and incidence-based mortality for patients with ovarian, fallopian tube, and primary peritoneal cancer from 2000 to 2019 from the US SEER 17 database. Joinpoint 4.9.1.0 was used to characterize log-linear time trends. RESULTS: The incidence and incidence-based mortality of all cancers trended down during the study period. The incidence of epithelial cancers decreased from 2004 to 2019 (AAPC -1.2%, p < 0.001), including that of high-grade (2006-2019: APC -1.2%, p < 0.05) and low-grade (2003-2019: APC -2.4%, p < 0.05) epithelial cancers. There was no change in incidence or incidence-based mortality for ovarian stromal and germ cell cancers. CONCLUSION: There has been a decrease in the incidence and incidence-based mortality of ovarian, fallopian tube, and primary peritoneal cancer, primarily due to reductions in advanced stage epithelial cancers originating in the ovary, fallopian tube, or peritoneum.

Distribución de la patología anexial en mujer chilena: experiencia de la Universidad Católica de Chile / Distribution of adnexal pathology in chilean women: Universidad Católica de Chile experience

Se presenta la distribución de los hallazgos anátomo-patológicos anexiales en pacientes operadas por patología ginecológica durante el período comprendido entre los años 1991 y 2002. Se analiza su frecuencia según edad, localización anatómica y malignidad. El riesgo de cáncer en pacientes operadas con diagnóstico de tumor anexial es 9,5 por ciento. El hallazgo incidental de cáncer en pacientes operadas por patología ginecológica benigna es aproximadamente 1 en 3000 casos (0,3 por ciento).

Adenocarcinoma Primario de Trompas de Falopio

El carcinoma primario de tormpas de falopio es el tumor menos frecuente del tracto genital femenino, con una incidencia que varía del 0.14 por ciento al 1.17 por ciento; la edad de presentación oscila entre 17 y 85 años con pico promedio en la quinta y sexta década de la vida; la principal vía de diseminación es la extensión directa. Los síntomas asociados tales como dolor, sangrado, flujo y sensación de masa son inespecíficos e incosistentes y como los métodos diagnósticos que se utilizan son poco sensibles y específicos se lleva al diagnóstico la mayoría de las veces por el estudio histopatológico de la pieza quirúrgica que se obtiene. El tratamiento incluye cirugía, radioterapia y quimioterapia; se obtienen mejores resultados cuando se utiliza Cis-platino como piedra angular del tratamiento

Cáncer ginecológico, magnitud del problema clínico; Unidad de Oncologia, Hospital General de México, S.S. 1983-1984 / Gynecological cancer, clinical problems magnitude; Unidad de Oncologia, Hospital General de México, S.S. 1983-1984

Se muestro el problema clínico que representa el cáncer ginecológico en la población abierta de la República Mexicana, a través del estudio de 1,154 pacientes que acudieron a la Unidad de Oncología del Hosptial General de México, SS, durante 1983 y 1984. Se señala que de 838 enfermas con cáncer invasor, 86.7% presentaron cáncer cervicouterino, 6.2% cáncer de ovario, 4.5% cáncer del cuerpo uterino u y otros, 2.4%. El 40.3% de las enfermas con cáncer cervicouterino, acudió con lesiones tempranas. Se hace notar que 79.4% de las enfermas recibió tratamiento específico y que 57.6% de las que presentaron cánceres invasores, tuvieron un seguimiento de un ano a tres años sin evidencia de enfermedad variando los resultados según la localización anatómica, la etapa clínica y los esquemas de tratamiento. Se concluye que si bien la frecuencia relativa de cánceres ginecológicos no ha sufrido en la Institución modificaciones durante los últimos 20 años, sí ha aumentado el número de pacientes con cáncer cervicouterino que se diagnóstica em periodos tempranos y la cifra de enfermas que terminan su tratamiento, por lo que se justifiva mantener e incrementar las campañas de detección oportuna del cáncer ginecológico