RESUMO
La disección aórtica rota que compromete la raíz y la aorta ascendente es una emergencia que requiere cirugía inmediata, debido al mal pronóstico y sus complicaciones agudas: ruptura, insuficiencia aórtica aguda, hematoma intramural y endocarditis aguda; con elevadas tasas de morbilidad y mortalidad posoperatoria temprana, estimada en las 24 horas el 1 % por cada hora, a las 48 horas 29 %, en la primera semana 44 % y a las 2 semanas 50 %; con una mortalidad global de 15 % a 35 % y una sobrevida del 65 % al 75 % en un rango de 5 años [1 - 3]. En Ecuador se llevó a cabo un estudio tipo prospectivo que incluyo 120 pacientes, llevado a cabo desde 1999 a 2000, en Guayaquil; en el que reportaron 34 casos, con edad promedio de 64 años, sexo masculino, cuyo factor de riesgo más importante fue hipertensión arterial. Se presentó en el 100 % de los casos, dolor torácico transfictivo, soplo aórtico diastólico en el 70 % y solo el 2 % presentaron infarto de miocardio posteroinferior transmural sin fibrinólisis, por ser contraindicado en pacientes con disección aórtica [4]. El tratamiento quirúrgico consiste en la resección y reemplazo de la porción rota por una prótesis vascular asociada o no al reemplazo valvular aórtico dependiendo del grado de insuficiencia. El tratamiento estará orientado en función del grado de afectación de la disección y la rotura, pudiendo requerir un reemplazo convencional de la aorta ascendente (RCAA) con o sin reemplazo total del arco aórtico (RTAA); el tratamiento de elección de la disección rota tipo A es el reemplazo de la raíz y la aorta ascendente con injerto tubular valvulado, denominado procedimiento de Bentall De Bono [1 - 3, 5, 6]. Dentro de las complicaciones postquirúrgicas se encuentran: pseudoaneurisma, disección radical recurrente o residual, cambios importantes en el diámetro de la raíz o insuficiencia aórtica significativa [7]
The rupture aortic dissection that compromises the root and the ascending aorta is an emergency that requires immediate surgery; for it is poor prognosis, acute complications: rupture, acute aortic insufficiency, intramural hematoma and acute endocarditis, with high morbidity rates and early postoperative mortality, estimated at first 24 hours in 1 % per each hour, 48 hours 29 %, in the first week 44 % and at 2 weeks 50 %; with a global mortality of 15 % to 35 % and a survival of 65 % to 75 % in a range of 5 years [1-3]. In Ecuador, a prospective study realized that included 120 patients, since 1999 to 2000, in Guayaquil; in that they reported 34 cases with an average age of 64 years, male, whose most important risk factor was hypertension. The patients presented, 100 % transfictive chest pain, diastolic aortic murmur in 70 %, and only 2 % had transmural posteroinferior myocardial infarction without fibrinolysis, as it was contraindicated in patients with aortic dissection [4]. Surgical treatment consists of the resection and replacement of the broken portion by a vascular prosthesis associated or not with aortic valve replacement depending on the degree of insufficiency. The treatment will be oriented according to the degree of involvement of the dissection and rupture, and may require a conventional replacement of the ascending aorta (CRAA) with or without total aortic arch replacement (TRAA); the treatment of choice for the rupture aortic dissection type A is the replacement of the root and the ascending aorta with valvular tubular graft, called the Bentall De Bono surgery [1 - 3, 5, 6]. Of the postsurgical complications we found: pseudoaneurysm, radical or recurrent radical dissection, important changes in the diameter of the root or significant aortic insufficiency