ABSTRACT
INTRODUCCIÓN La fuga aérea persistente (FAP) es una condición pulmonar producida por la existencia de una comunicación anómala entre el espacio alveolar y el espacio pleural, que dura más de 5-7 días. Se produce principalmente por neumotórax espontáneo secundario a una enfermedad pulmonar, o como efecto indeseado de procedimientos terapéuticos invasivos. La FAP aumenta la morbimortalidad posquirúrgica y el riesgo de complicaciones como empiema, fiebre o neumonía o infecciones nosocomiales, incrementando el tiempo y los costes de la hospitalización. El tratamiento conservador consiste en el mantenimiento del drenaje torácico hasta la desaparición de la fuga, y cuando este fracasa existen varias alternativas de carácter más o menos invasivo (e.g. cirugía, pleurodesis). Una de estas alternativas son las válvulas endobronquiales (VEB), también denominadas válvulas intrabronquiales. Se trata de un dispositivo de entre 4-9 milímetros de diámetro, construido con nitinol (aleación de ní