ABSTRACT
ANTECEDENTES Y OBJETIVO Tras 3 años de pandemia, la OMS ha declarado que el COVID-19 no constituye una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional. En Chile, la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica del Ministerio de Salud se ha propuesto reevaluar las medidas de aislamiento y las licencias laborales de casos positivos por COVID-19, para lo cual ha solicitado la presente Síntesis Rápida de Evidencia. METODOLOGÍA Para analizar las indicaciones internacionales de aislamiento de casos positivos de COVID-19 y la correspondiente licencia médica, se definieron las siguientes preguntas orientadoras: ¿Cuántos días de aislamiento se recomiendan para casos positivos de COVID-19?; ¿El aislamiento es obligatorio para los casos positivos de COVID-19?; ¿Cuáles son las indicaciones de cuidado de los casos positivos de COVID-19?; y ¿Cuáles son los criterios para entregar licencia médica a trabajadores que resulten positivos de COVID-19?. Selección de países de interés. Para definir los países de interés, se utilizó el Ranking de Resiliencia de COVID, el cual los jerarquiza en función de su desempeño y logros durante la pandemia. Este ranking se basa en 11 indicadores. Los países seleccionados fueron: Irlanda; Noruega; Arabia Saudita; Dinamarca; Países Bajos; Australia; Suiza; Colombia; Singapur; Bélgica; Israel; y Alemania. Se buscó información exclusivamente en las páginas web oficiales y en documentos elaborados por instituciones gubernamentales. RESULTADO - De los 12 países revisados, 10 no establecen el aislamiento como obligatorio para los casos positivos de COVID-19. - Colombia y Arabia Saudita mantienen indicaciones de aislamiento obligatorio a mayo del 2023, estableciendo periodos de 7 y de 7 a 21 días, respectivamente. - Ocho de los países actualizaron sus indicaciones de aislamiento durante el primer semestre del año 2023.
Subject(s)
Social Isolation , Quarantine , Epidemiology , Disease Transmission, Infectious , Physical Distancing , COVID-19 , Chile , Public HealthABSTRACT
INTRODUCCIÓN: La enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el coronavirus 2 del Síndrome respiratorio agudo grave ó SARS-CoV-2 fue inicialmente reportada en Wuhan, China en diciembre de 2019(1) WHO. El 30 de enero de 2020 la OMS determinó que la COVID-19 representaba una emergencia de salud pública de importancia internacional y posteriormente el 11 de marzo del 2020 fue declarada como pandemia. Con el objetivo de contener, suprimir o mitigar esta pandemia, los países han aplicado diversas medidas de salud pública, algunas más restrictivas que otras. Mediante Decreto Supremo No 008-2020-SA, se declara la emergencia sanitaria a nivel nacional por el plazo de noventa (90) días calendario y se dictaron medidas para la prevención y control para evitar la propagación del COVID-19, la misma fue prorrogado por los Decretos Supremos No 020-2020-SA, No 027-2020-SA, No 031-2020-SA, No 009-2021-SA y N° 025-2021-SA, con la finalidad de mitigar la transmisión del virus y proteger la salud de los trabajadores y del público en general (2). El presente documento está destinado a sistematizar la evidencia existente, respecto a la efectividad de las intervenciones no farmacológicas para la prevención y control de COVID-19. OBJETIVO; Sintetizar y presentar disposiciones sobre las recomendaciones actualizadas para el cuidado y disminución del riesgo de contagio por SARS-CoV-2, a partir de revisiones sistemáticas sobre la efectividad de las intervenciones no farmacológicas para la prevención y control de COVID-19. Se efectuó una búsqueda avanzada en la Plataforma Living Overview of the Evidence (L·OVE) de la Fundación Epistemonikos (3) con fecha 21 de octubre del 2021, a fin de identificar revisiones sistemáticas incluyendo revisiones rápidas para la pregunta PICO. Se eligió la plataforma L·OVE ya que ésta actualiza búsquedas de estudios en COVID-19 en alrededor de 39 bases de datos, incluyendo MEDLINE, EMBASE, Biblioteca Cochrane, servidores de distribución de manuscritos aún no publicados y registros de ensayos clínicos entre otras. Adicionalmente, se consultó la página web de la Organización Mundial de Salud (OMS) y de algunas páginas oficiales de las principales agencias gubernamentales de la región, sobre a la efectividad de las intervenciones no farmacológicas (uso de pediluvio, toma de temperatura y distanciamiento físico) para la prevención y control de COVID-19. RESULTADOS: Las intervenciones no farmacológicas comprenden medidas de protección personal, medidas medioambientales, medidas de distanciamiento físico y medidas relacionadas con el tránsito, la adopción de esas medidas se está aplicando como respuesta a la propagación de la COVID-19. Las consideraciones presentadas en esta nota técnica se refieren a las medidas como el distanciamiento social, toma de temperatura y el uso de pediluvios. CONCLUSIONES: El objetivo del informe fue sintetizar y presentar disposiciones sobre las recomendaciones actualizadas para el cuidado y disminución del riesgo de contagio por SARS-CoV-2, a partir de revisiones sobre la efectividad de las intervenciones no farmacológicas para la prevención y control de COVID-19, estas intervenciones son el distanciamiento físico, toma de temperatura y el uso de pediluvios. Al inicio de la pandemia del COVID-19, se recomendaron diversas medidas preventivas por el principio de precaución, con evidencia científica limitada acerca de la seguridad y en relación a los riesgos y la factibilidad asociados a su implementación. Una de las intervenciones es el distanciamiento físico, la reducción de la transmisión de SARS-CoV-2 se ha podido comprobar mediante simuladores sin mascarilla, con una reducción del 60% a 50 cm y del 70% a 1 metro, por lo que la exposición a aerosoles infectivos en espacios mal ventilados o mayor número de personas en aforos reducidos, aumenta la posibilidad de contagio. Es necesario implementar medidas para mantener un distanciamiento físico seguro entre las personas. En cuanto a la toma de temperatura, según un estudio analizado, tiene una sensibilidad muy baja, a pesar de que podría presentar una mejor especificidad, (es decir, es más probable que una temperatura alta refleje una infección que requeriría pruebas confirmatorias que un falso positivo), la utilidad del cribado con medición directa de temperatura puede ser limitada dada a la escasa sensibilidad (es decir, una temperatura normal no identifica muchas infecciones verdaderas) porque la historia natural de esta infección incluye una duración presintomática y muchas veces el curso es asintomático de la enfermedad. Cabe mencionar que este estudio fue al principio de la pandemia, actualmente la toma de temperatura como recomendaciones para el ingreso a iglesias, centros comerciales, colegios o lugares públicos no está dentro de las recomendaciones de la OMS. En cuanto al uso de pediluvios, no se encontró evidencia científica que ayude a la reducción de la posible diseminación del virus COVID-19, además no figura dentro de las recomendaciones de la OMS. La utilidad limitada de los enfoques actuales, es decir la poca o nula evidencia científica que sustente la toma de temperatura para el ingreso en colegios, instituciones públicas, restaurantes, centros comerciales, etc, y el uso de pediluvios para evitar la propagación del virus, nos lleva a la necesidad en un mayor énfasis de priorizar otras intervenciones como el uso de la mascarilla, mantener el distanciamiento físico y social, lavado de manos y utilizar equipos de protección personal.
Subject(s)
Humans , Body Temperature , Hand Sanitizers/administration & dosage , Physical Distancing , COVID-19/prevention & control , Efficacy , Cost-Benefit AnalysisABSTRACT
INTRODUCCIÓN: La enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el coronavirus 2 del Síndrome respiratorio agudo grave o SARS-CoV-2 fue inicialmente reportada en Wuhan, China en diciembre de 2019 (1). El 30 de enero de 2020 la OMS determinó que la COVID-19 representaba una emergencia de salud pública de importancia internacional y posteriormente el 11 de marzo del 2020 fue declarada como pandemia. La rápida propagación de las infección causada por el SARS-CoV-2, el virus responsable de COVID-19, causó que en casi todos los países del mundo se implementaran medidas de confinamiento de la población, lo que condujo al cierre de las escuelas, debido a que en el inicio de esta pandemia no se conocía la magnitud del rol de los niños como medio de transmisión de esta nueva infección (2). El cierre de las escuelas es una medida que ha tenido repercusión en la educación de los niños, y además es una medida que tiene un impacto negativo en el bienestar físico, emocional y social, especialmente sobre aquellos niños que pertenecen a grupos sociales desfavorecidos (2,3). A la fecha se tiene evidencia de que los niños representan solo una pequeña proporción de los casos de COVID-19 y generalmente desarrollan una enfermedad leve y transitoria frente a la infección por la variante inicial del virus (2). Este escenario podría cambiar ante el surgimiento de nuevas variantes del SARS-CoV-2 (4,5). OBJETIVO: Sintetizar la evidencia disponible sobre el efecto de las estrategias de reapertura de escuelas en la transmisión de COVID-19 en niños y adolescentes. METODOLOGÍA: Pregunta PICO abordada: ¿Cuál es el efecto de las estrategias de reapertura de escuelas en la transmisión de COVID-19 en niños y adolescentes? Para este informe, se decidió incluir estudios primarios que evalúen el efecto de cualquier intervención o estrategia preventiva de reapertura de escuelas que reporten al menos uno de los desenlaces previstos. Se excluyeron artículos enfocados en evaluar estrategias de seguimiento de casos reportados en escuelas, publicaciones en idiomas distintos a inglés y español, y revisiones narrativas y artículos de opinión. Las revisiones sistemáticas y narrativas identificadas fueron analizadas para identificar estudios primarios. Se revisaron las páginas web de los gobiernos de países latinoamericanos para revisar las estrategias que vienen desarrollando estos países. La búsqueda se efectuó en las bases de datos MEDLINE (a través de PubMed), EMBASE (a través de OVID), Cochrane Library, y LILACS ( a través de la Biblioteca virtual en Salud) con límite de fecha del 23 de agosto de 2021. Se utilizaron términos en lenguaje natural y lenguaje estructurado según cada base (tesauros) para COVID-19, y las intervenciones listadas previamente. Las estrategias de búsqueda para cada base se muestran en el Anexo 01. A fin de identificar estudios adicionales, se examinaron las listas de referencias de las publicaciones relevantes. La selección de estudios fue realizada por ambas autoras de manera independiente. La extracción de datos fue realizada de forma individual por cada autora. Se resumió la evidencia de forma narrativa y mediante tablas priorizándose los resultados vinculados a COVID-19. RESULTADOS: La búsqueda sistemática identificó 427 citaciones. Luego de la eliminación de duplicados, y tamizaje de títulos y resúmenes, se seleccionaron 30 estudios para lectura a texto completo como se aprecia en el Anexo 02 (Diagrama de flujo). De ellos, fueron excluidos 10, cuyas razones de exclusión se detallan en el Anexo 03. En total, este informe incluye 20 artículos. De los estudios identificados, 10 fueron estudios observacionales y 10 estudios de modelamiento matemático. Entre los estudios observacionales, uno fue desarrollado en Estados Unidos, cinco en Inglaterra, uno en España, uno en Italia, uno en Corea, y uno en Israel. CONCLUSIONES: Se han identificado 10 estudios observacionales realizados en países de distintos continentes que analizan el efecto de la reapertura de escuelas en la trasmisión de COVID-19 en niños y adolescentes. En el caso específico de un país donde no hubo confinamiento general como Corea, no se reportó un aumento repentino de casos pediátricos después de la apertura de escuelas. En Estados Unidos, al comparar tres modalidades de reapertura de escuelas, la tasa de crecimiento de COVID-19 de la modalidad remota fue la más baja, pero al comparar la modalidad presencial y semipresencial, se observó que la modalidad semipresencial tuvo una tasa más alta que la modalidad presencial. Dos estudios realizados en Inglaterra, en el mes de reapertura de escuelas encontraron que el número de casos de COVID-19 en niños de educación primaria fue bajo, comparado con las tasas generales. Un estudio reportó además que el número de brotes estuvo asociado a la incidencia comunitaria y que el personal del colegio tenía más probabilidad de infectarse que los estudiantes, mientras que un segundo estudio encontró tasas muy bajas de infección por SARS-CoV-2 sintomática o asintomática en estudiantes y personal del colegio luego de una apertura parcial y total de escuelas primarias en Inglaterra. Además, dos estudios de vigilancia epidemiológica reportaron un mayor número de casos en escuelas secundarias que en las primarias. En el caso particular de Inglaterra, que una vez abiertas las escuelas, se produjo un confinamiento general excepto las escuelas, reportó que el confinamiento se asoció con una disminución en las tasas de infección en adultos, y seguidamente una disminución en casos de estudiantes. En España, un estudio en las primeras semanas de año académico encontró una asociación significativa entre el número de infecciones notificadas por los estudiantes y el personal, y la incidencia en semanas posteriores, siendo mayor esta incidencia en las escuelas secundarias. En Italia, la reapertura de escuelas registró muy pocas escuelas con casos de infecciones de SARS-CoV-2, en la mayoría con un estudiante por escuela. Todos los estudios identificados fueron publicados previamente a la aparición de las últimas variantes del SARS-CoV-2. En la mayoría de los países de Latinoamérica el retorno a clases presenciales en las escuelas ha tomado entre 6 y 18 meses. Las principales medidas no farmacológicas (medidas preventivas) que se consideraron para el retorno de las clases han sido el mantenimiento de la distancia entre los actores involucrados, el uso de mascarilla y el lavado de manos, así como toda aquella estrategia que permita que estas primeras medidas sean propiciadas tales como la rotación de horarios, la organización en grupos de estudiantes específicos y constantes, el manejo adecuado de los alimentos y de los espacios para su consumo. Se ha planteado que el regreso a las clases presenciales sea gradual tomando en cuenta el nivel de trasmisibilidad de la infección en cada región.
Subject(s)
Humans , Child, Preschool , Child , Adolescent , Schools/organization & administration , Physical Distancing , COVID-19/prevention & control , COVID-19/transmission , Quarantine/methods , EfficacyABSTRACT
ANTECEDETES Y OBJETIVO A raíz de la pandemia por COVID-19 y con el objetivo de frenar los contagios, el Gobierno de Chile implementó toque de queda en horas nocturnas desde mediados de marzo del 2020. Actualmente se cumple un año bajo esta medida. En este contexto el Ministerio de Salud solicita el desarrollo de un reporte, con el objetivo de conocer el efecto del toque de queda sobre el control de la propagación del virus. METODOLOGÍA Se buscaron artículos que respondieran a la pregunta de investigación en 10 bases de datos, con fecha 2 de marzo de 2021. Se incluyen documentos correspondientes a revisiones sistemáticas que tuvieran como objetivo medir el efecto en salud del toque de queda comparado con su no implementación, estudios que evaluaran la asociación del toque de queda con variables sanitarias. Se excluyen documentos que evaluaran el efecto combinado de toques de queda con otras medidas restrictivas. Se utilizan datos de Alemania, Kenya, Argelia, Bosnia y Herzegovina, Chipre, Egipto, Georgia, Indonesia, Jordania, Kuwait, Líbano, Malasia, Panamá, Perú, Serbia, Sri Lanka, Tailandia, Túnez, Turquía y Emiratos Árabes y Francia. RESULTADOS Las conclusiones de los estudios varían en función de donde se implementen. -No se observa que el toque de queda sea más efectivo para reducir las tasas de mortalidad relacionada a COVID-19 respecto a las restricciones de reunión de no más de 2 personas. -El toque de queda tendría un menor impacto en la disminución de casos positivos comparado con otras medidas. Los resultados no se presentan ajustados por variables confundentes. -El toque de queda tendría asociación con la disminución de hospitalizaciones de casos por COVID-19, comparando áreas metropolitanas en que se implementó la medida versus áreas en que no se había aplicado la medida. -Durante toques de queda se observó una disminución de la frecuencia de atenciones de salud no asociadas a COVID-19. -El toque de queda podría reducir los contactos en lugares de trabajo u otros, pero a su vez podrían aumentar los contactos en el hogar. -El toque de queda podría disminuir la Actividad Física Moderada a Vigorosa y su tiempo dedicado.
Subject(s)
Evidence-Based Practice , Pandemics , Physical Distancing , SARS-CoV-2 , ChileABSTRACT
ANTECEDENTES Y OBJETIVO El objetivo de este resumen es entregar evidencia científica respecto a medidas implementadas o recomendadas para el regreso a los lugares de trabajo durante el proceso de desconfinamiento a raíz de la pandemia por SARS-CoV-2. Fue solicitado por la Jefa de División de Planificación Sanitaria. METODOLOGÍA Se formuló una estrategia de búsqueda para ser utilizada en 2 bases de datos, complementando con una búsqueda en Google, el día 29 de julio de 2020. Además, se consultó con el grupo de trabajo RREP (Rapid and Responsive Evidence Partnership) por literatura conveniente. Se incluyeron todo tipo de publicaciones relacionadas a las medidas implementadas o recomendadas en lugares de trabajo, se incluye también evidencia relacionada a los procesos de desconfinamiento a causa de la pandemia por SARS-CoV-2. Se excluyeron medidas implementadas en lugares de trabajo de salud por ser contextos de mayor exposición y por contar con evidencia específica para el área. No se excluyó por tipo de idioma ni fecha de publicación. RESULTADOS Se utilizaron 13 publicaciones, de las cuales se obtuvieron los siguientes resultados: Recomendaciones directamente relacionadas con los procesos de desconfinamiento ⢠Hoja de ruta para la salida de cuarentenas por COVID-19, consta de 3 fases para el proceso de desconfinamiento y en cada una de ellas distintas medidas. ⢠Nota de la firma de abogados Osborne Clark sobre recomendaciones de la Confederation of British Industries (CBI) para los procesos de desconfinamiento. ⢠Recomendaciones del Institute for Government UK. ⢠Comisión Europea: Una hoja de ruta europea para levantar las medidas de contención de coronavirus. Recomendaciones generales para la prevención del contagio y propagación del SARS-CoV-2 en espacios de trabajo ⢠Se recomienda tener medidas correspondiente a cada una de estas áreas específicas: Control de entrada, seguimiento y detección de casos, higiene, barreras y distanciamiento, turnos, zonas de descanso, teletrabajo, modificaciones estructurales, limpieza ambiental y superficie de trabajo, establecimiento de criterios para quedarse en casa, facilitar la entrega de licencias médicas, consideraciones para personal con alto riesgo de enfermedad, viajes, comunicaciones claras, y participación de los empleados en la toma de decisiones.
Subject(s)
Guidelines as Topic , Return to Work , Teleworking , Physical Distancing , COVID-19 , Security Measures , Chile , Quarantine , HygieneABSTRACT
ANTECEDENTES Y OBJETIVO El objetivo de este resumen es entregar evidencia científica respecto a la distancia a mantener entre personas en albergues por desastre, en el contexto de la pandemia por Coronavirus 2019. METODOLOGÍA Este resumen fue realizado a través de una búsqueda de evidencia en el Living Evidence Map COVID-19 creado por el Departamento ETESA/SBE y complementado con una búsqueda en Pubmed y literatura gris. RESULTADOS Se utilizaron 7 publicaciones -En documentos elaborados por Centers for Disease Control and Prevention indican que la distancia entre camas o cunas y las caras de los residentes debe ser de 6 pies o 2 metros. Otro documento elaborado por Association for Professionals in Infection Control and Epidemiology (APIC) que orienta respecto a la prevención de infecciones en general en refugios por desastres, establece 3 pies o 1 metro aproximadamente como distancia necesaria para prevenir enfermedades infecciosas. -Por otro lado, se indica que las camas deben estar dispuestas de modo que se alterne pies y cabezas de las personas que duermen contiguamente. -Las personas con sospecha o diagnóstico de COVID-19 deben ser aisladas preferentemente en piezas individuales, en caso de que no sea posible se debe poner una barrera temporal como cortinas, además se debe asegurar una buena ventilación de la habitación. En caso de que no se puedan cumplir estas medidas, se recomienda disminuir la capacidad de los refugios o derivar los casos sospechosos o confirmados a otros lugares. -Un estudio de Japón donde se evaluaron 354 Centros de Evacuación tras el terremoto del 2014, se observó que en los centros con mayor número de residentes era más difícil mantener una distancia de al menos 1 metro entre personas. En el 58,6% de los centros de menos de 50 personas se pudo mantener la distancia de 1 metro, mientras que en los centros de más de 100 personas fue posible sólo en el 18,8% de los casos. Además, este estudio señala que tres factores tuvieron una influencia en el nivel de saneamiento y salud: tamaño del centro de evacuación; el estado del suministro de agua y la asignación de personas a cargo.