RESUMEN
INTRODUCCIÓN: Uno de los mayores intereses en el campo de la salud y en torno a la pandemia de COVID-19 es el desarrollo de estrategias para reducir la transmisión de la infección por SARS-CoV-2, incluyendo la protección de los trabajadores de salud, grupo de riesgo frente a la infección por este virus (Ng et al. 2020). La extubación es un procedimiento generador de aerosoles debido a la respuesta refleja del sistema respiratorio durante esta actividad, manifestada como la presencia de tos en algunos pacientes a los que se les realiza destete del ventilador mecánico (Brewster et al. 2020). Realizar la extubación requiere la proximidad de los trabajadores de salud con los pacientes, los cuales, incluyendo los casos de pacientes con COVID-19, suelen seguir siendo infecciosos al momento de la extubación (Brewster et al. 2020, Zhou et al. 2020, Ng et al. 2020), por lo que realizar esta actividad incrementaría la probabilidad de transmisión de esta infección viral. Ante ello, diversos grupos relacionados a la anestesiología señalan como útil el empleo de medicación que reduzca la generación de tos durante la extubación, que, junto a otras medidas de protección, disminuiría la probabilidad de transmisión de la infección por SARS-CoV-2 (Brown et al. 2020, Cook et al. 2020, D'Silva et al. 2020, Tan Li et al 2020). En EsSalud, se dispone de lidocaína y fentanilo, medicamentos descritos en la literatura científica como útiles para reducir la tos en pacientes a los que se les realizará el destete de la ventilación mecánica. Sin embargo, algunos especialistas argumentan que estos agentes sedantes podrían causar depresión respiratoria, retraso en el despertar e incrementar el riesgo de delirio si son administrados por periodos largos. Adicionalmente, los especialistas argumentan que dexmedetomidina es una alternativa que ofrecería la ventaja un despertar más rápido y una menor incidencia de delirio, además de reducir la incidencia de tos durante la extubación, estos efectos facilitarían la extubación del paciente y disminuiría la transmisión del SARS-CoV-2 al equipo médico tratante en la UCI. En ese sentido, el presente documento tuvo como objetivo evaluar la eficacia y seguridad de dexmedetomidina comparado con lidocaína y fentanilo para destete de ventilación mecánica invasiva en pacientes con COVID-19. TECNOLOGÍA DE INTERÉS: Dexmedetomidina es un agonista selectivo de los receptores alfa-2 con efectos ansiolíticos, sedantes (mediados por la inhibición del locus coeruleus, el núcleo noradrenérgico predominante, situado en el tronco cerebral) y analgésicos, produciendo además un efecto simpaticolítico al disminuir la liberación de noradrenalina en las terminaciones nerviosas simpáticas. METODOLOGÍA: Se buscó la evidencia disponible al 24 de agosto del 2020 en las siguientes bases de datos bibliográficas: PubMed, The Cochrane Library y LILACS. Asimismo, se realizó una búsqueda en sitios web pertenecientes a grupos que realizan evaluaciones de tecnologías sanitarias y guías de práctica clínica, incluyendo: The Canadian Agency for Drugs and Technologies in Health (CADTH), Scottish Medicines Consortium (SMC), The National Institute for Health and Care Excellence (NICE), Institute for Quality and Efficiency in Healthcare (IQWiG), Haute Authorité de Santé (HAS), Institute for Clinical and Economic Review (ICER) y el portal BRISA (Base Regional de Informes de Evaluación de Tecnologías en Salud de las Américas). Adicionalmente, se realizó búsqueda de evidencia en sitios web de organizaciones internacionales en anestesiología o de instituciones que estén desarrollando protocolos para el manejo de pacientes con COVID-19. RESULTADOS: En la búsqueda de la evidencia no se identificaron estudios que evalúen la eficacia y seguridad de dexmedetomidina, comparado con lidocaína y fentanilo, para el destete de ventilación mecánica invasiva, en pacientes con COVID-19. Sin embargo, se identificaron: tres GPC o consensos de expertos elaborados por la Safe Airway Society, Alfred ICU y la Difficult Airway Society e instituciones colaboradoras; una RS con metaanálisis en red realizada por Tung et al., así como dos ensayos clínicos controlados, aleatorizados (ECA) que no fueron incluidos en la RS. Se debe precisar que esta RS y estos ECA no fueron realizados en la población de interés del presente reporte breve (pacientes con COVID-19); por lo que fueron incluidos como evidencia indirecta. CONCLUSIONES: En el presente documento, se evaluó la mejor evidencia científica disponible hasta la actualidad sobre eficacia y seguridad de dexmedetomidina comparado con lidocaína y fentanilo para destete de ventilación mecánica en pacientes con COVID-19. Se encontraron: tres GPC o consensos de expertos, una RS y dos ECA. La RS y los ECA incluidos aportan al reporte breve como evidencia indirecta; al no haber sido desarrollados en pacientes con COVID-19. Las guías de la Safe Airway Society (SAS), Alfred ICU y de la Difficult Airway Society (DAS) e instituciones colaboradoras que fueron elaboradas para dar recomendaciones para el proceso de extubación en pacientes con COVID-19, hacen mención a dexmedetomidina (SAS, Alfred ICU), opioides como el fentanilo (SAS y DAS) y la lidocaína (SAS, DAS) para reducir la tos durante el proceso de extubación, aunque precisan la ausencia de evidencia sobre el uso de este medicamentos en pacientes con COVID-19, señalando que se debe evaluar el balance riesgo-beneficio para el uso de los mismos. En general, las recomendaciones descritas en estos documentos proceden de consensos por opinión de expertos, y no establecen una preferencia de un medicamento sobre los otros. En cuanto a los resultados de la RS con MA en red de Tung et al., y los ECA de Kothari et al., y Hu et al., no han podido encontrar evidencia que apoye la hipótesis que el efecto de la dexmedetomidina sea superior al de lidocaína y fentanilo sobre el manejo de la tos (esto es, no se encontraron diferencias entre estos). Estos resultados deben ser interpretados con cautela debido a que la población de estudio de los mismos no son pacientes COVID-19. No obstante, la información que proporcionan puede ayudar a tener una idea del efecto que se podría esperar con el uso de cada uno de los medicamentos mencionados, tanto en eficacia como en seguridad. Al respecto, frente a una ausencia de diferencia entre dexmedetomidina en comparación con lidocaína y fentanilo, se tiene evidencia que la primera tiene un mayor riesgo de bradicardia que los dos últimos. Esto se condice con la literatura previa acerca de dicho medicamento (dexmedetomidina), donde además se describe que los adultos mayores y personas con comorbilidades presentan una mayor proporción de eventos de bradicardia atribuibles al uso de dexmedetomidina lo que, siendo que estos grupos poblacionales son los más afectados por COVID-19, sería esperable una mayor presencia de bradicardia como evento adverso en pacientes con COVID-19 que reciben dexmedetomidina, lo que llama a la precaución cuando se considera el uso de esta tecnología en estos pacientes. De este modo, la mejor evidencia disponible a la fecha (24 de agosto del 2020), procedente de tres GPC o consensos de expertos, una RS con metaanálisis en red y dos ECA, apunta a que el balance de riesgo-beneficio del empleo de dexmedetomidina comparado con el uso de lidocaína o fentanilo, en la reducción de la tos durante el destete de ventilación mecánica en pacientes con COVID-19 es de alta incertidumbre, especialmente por el hecho que la dexmedetomidina está asociada a un mayor riesgo de reacciones adversas frente a los otros dos medicamentos, especialmente en lo referente a bradicardia. Por ello, con este cuerpo de evidencia, el IETSI no ha encontrado sustento técnico que pueda apoyar una recomendación a favor del uso de dexmedetomidina por sobre el de lidocaína o fentanilo en pacientes COVID-19 para reducir la tos al momento de la extubación.
Asunto(s)
Humanos , Respiración Artificial/métodos , Desconexión del Ventilador/instrumentación , Fentanilo/administración & dosificación , Infecciones por Coronavirus/tratamiento farmacológico , Dexmedetomidina/administración & dosificación , Betacoronavirus/efectos de los fármacos , Lidocaína/administración & dosificación , Evaluación en Salud , EficaciaRESUMEN
INTRODUCIÓN La hipoxemia, (una disminución anormal de la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial por debajo de 60 mmHg), es una condición presente en diversas condiciones clínicas, incluyendo COVID-19. Para el tratamiento de la hipoxemia, se requiere la administración de oxígeno medicinal (también denominado oxígeno suplementario), gas que forma parte de la lista modelo de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El oxígeno medicinal no solo tiene el objetivo de revertir la hipoxia tisular (daño fisiológico causado por falta de oxígeno en un determinado tejido) sino que también aumenta las probabilidades de sobrevida en pacientes afectados con esta condición. Por ello, la OMS señala que es necesario que en los establecimientos de salud se cuente con un suministro seguro de oxígeno, siendo necesario que figure en los presupuestos de asistencia sanitaria y exista en los establecimientos de salud (OMS 2016). En Perú, el oxígeno medicinal está considerado en el grupo de medicamentos denominados gases medicinales. La Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas (DIGEMID), señala que el oxígeno medicinal debe tener una concentración de entre 99 a 100 % de O2 (MINSA 2018). Sin embargo, en el contexto de la pandemia de COVID-19, se ha autorizado el uso del oxígeno medicinal de concentración no menor al 93 % (Presidente de la República 2020). Cabe precisar que la definición de oxígeno medicinal al 93 % contempla al oxígeno extraído del aire mediante un proceso de tamizado molecular (U.S. Pharmacopeia 2018). TECNOLOGÍA DE INTERÉS: La OMS señala que los concentradores de oxígeno representan una opción adecuada y favorable para suministrar oxígeno para el tratamiento de pacientes en países en desarrollo, especialmente cuando los cilindros y otros sistemas convencionales son inapropiados o no estén disponibles. También señala que los concentradores de oxígeno pueden ser considerados como una fuente de este gas medicinal aun disponiéndose de suministro de oxígeno por los métodos convencionales cuando el acceso a este gas pueda verse reducido por la falta de accesorios, suministro eléctrico y la escasez de personal calificado (OMS 2016). METODOLOGÍA: Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura hasta el día 9 de julio de 2020 con respecto al uso de concentradores de oxígeno en el contexto de COVID-19. Para ello se emplearon las bases de datos bibliográficas: PubMed, Medline vía OVID y LILACS. Asimismo, se realizó una búsqueda manual avanzada en el motor de búsqueda Google, y en páginas web de sociedades o instituciones tales como: Organización Mundial de la Salud. RESULTADOS: Como resultado de la búsqueda, no se encontraron guías de práctica clínica, evaluaciones de tecnologías sanitarias, revisiones sistemáticas o estudios primarios que evalúen el uso de concentradores de oxígeno en el contexto de COVID-19. Tampoco se han publicado series que describan la experiencia de uso de este dispositivo médico en el contexto de la pandemia por COVID-19. A la fecha, se han publicado documentos técnicos de la OMS respecto al empleo de tecnologías sanitarias para suplir la necesidad de oxígeno en el tratamiento de pacientes con COVID-19 y una guía de la National Health Service del Reino Unido donde se describe al concentrador de oxígeno entre las alternativas de suministro de oxígeno para uso en pacientes con COVID-19 que requieren oxigenoterapia. CONCLUSIONES: En el contexto de la emergencia sanitaria nacional debido a la pandemia de COVID-19, la alta demanda de administración de oxígeno suplementario para la atención de un grupo rápidamente creciente de pacientes, impone la necesidad de explorar el uso de alternativas tecnológicas sanitarias que puedan servir como suministro de este gas en aras de resguardar la salud pública y la vida de la población. Así, se ha realizado el presente reporte breve el cual informa acerca del uso hospitalario de los concentradores de oxígeno, sus características tecnológicas y sus usos para oxigenoterapia, a la luz de la literatura técnica disponible al 9 de julio de 2020. De acuerdo con los documentos técnicos incluidos en el presente reporte breve, es razonable proponer que los concentradores de oxígeno constituyen una alternativa viable en entornos de escasos recursos o disponibilidad limitada de otras fuentes de oxígeno más avanzadas. Siendo que tienen una capacidad limitada de proveer flujos y concentraciones de oxígeno, la utilidad de este equipo médico estaría orientada principalmente para la oxigenoterapia de bajo flujo, la misma que debe ser prescrita por el equipo médico tratante de acuerdo con las necesidades del paciente.
Asunto(s)
Humanos , Terapia por Inhalación de Oxígeno/métodos , Infecciones por Coronavirus/terapia , Hipoxia/etiología , Evaluación en Salud , EficaciaRESUMEN
INTRODUCCIÓN: Como se ha mencionado previamente en otros reportes breves, SARS-CoV-2 es el virus responsable de ocasionar la enfermedad conocida como COVID-19 (coronavirus disease 2019), enfermedad actualmente declarada pandemia (Dondurei et al. 2009; Zhao et al. 2020). A la fecha no se cuenta con ninguna vacuna o terapia antiviral específica para la infección por SARS-CoV-2, lo cual limita el control de la infección. Se conoce que algunos pacientes infectados que desarrollan COVID-19, presentan enfermedad moderada o severa, en la cual se observa daño pulmonar agudo y en algunos casos compromiso multiorgánico, con una marcada respuesta inflamatoria, que puede ocasionar la muerte del paciente (Fu, Cheng, y Wu 2020). TECNOLOGÍA DE INTERÉS: El dióxido de cloro (ClO2) es un gas de color amarillento-rojizo que se descompone rápidamente en el aire y es soluble en el agua. Al entrar al contacto con el aire, la luz solar rompe las moléculas de dióxido de cloro formando cloro gaseoso y oxígeno. Por otro lado, al entrar en contacto con el agua, durante la oxidación de la materia orgánica, el dióxido de cloro se reduce al ión clorito. A estos iones de clorito también se les conoce coloquialmente como "clorito" los cuales, de manera similar al dióxido de cloro, son sustancias muy reactivas. Su alta reactividad permite la eliminación de bacterias y otros microorganismos que puedan encontrarse en el agua. Es por ello, por lo que el dióxido cloro se utiliza dentro del proceso de potabilización del agua (donde el clorito y el clorato suelen ser productos secundarios de desinfección más comunes de la reacción del dióxido de cloro con compuestos orgánicos disueltos en el agua). Adicionalmente, el dióxido de cloro también es utilizado como blanqueador en fábricas de papel y se ha utilizado como agente descontaminante de superficies en zonas públicas. MÉTODOS: Se llevó a cabo una búsqueda sistemática rápida de la literatura con respecto al uso de dióxido de cloro y derivados en pacientes con diagnóstico de COVID-19, para ello se ingresó a las principales bases de datos, a través de los motores de búsqueda de PubMed, Cochrane Library, y Google Scholar. Asimismo, se amplió la búsqueda de manera manual revisando el listado de referencias bibliográficas de los estudios previamente identificados. Además, debido a lo reciente de la enfermedad y a la necesidad de contar con la evidencia más actualizada, se consideró las bases de datos de medRxiv, bioRxiv y www.preprints.org, para identificar artículos científicos que estuviesen en proceso de publicación. Por último, se revisó los registros de ensayos clínicos de www.clinicaltrials.gov y el International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) de la WHO, para poder identificar ensayos clínicos en elaboración o que no hayan sido publicados aún. RESULTADOS: Los documentos con respecto al uso de dióxido de cloro y derivados son bastante escasos. Así, en la búsqueda sistemática rápida realizada con la estrategia de búsqueda descrita previamente, se identificaron cinco artículos en total, de los cuales solo dos mencionan el uso de dióxido de cloro o derivados en el contexto de COVID-19 (Kály-Kullai et al. 2020; Karnik-Henry 2020). Por otro lado, no se identificó ningún artículo en versión de pre-publicación, ni registros de ensayos clínicos con respecto al uso de dióxido de cloro como agente de prevención o tratamiento frente a COVID-19. Con respecto a los dos artículos identificados en la búsqueda sistemática rápida, ninguno de dichos artículos supone evidencia científica puesto que no son investigaciones ni clínicas ni de ciencias básicas con respecto al uso de dióxido de cloro o derivados en la prevención o tratamiento de COVID-19. CONCLUSIONES: A la fecha, no existe evidencia científica que permita sustentar el uso de dióxido de cloro o derivados como agentes terapéuticos en el contexto de COVID-19. De hecho, existen reportes de reacciones adversas serias por ingesta de éstas sustancia. Así, debido a la falta de evidencia científica a la fecha (19 de julio 2020) y a los reportes de eventos adversos serios por el consumo de altas concentraciones de estas sustancias, se recomienda no usar dióxido de cloro o derivados para el prevención o tratamiento del COVID-19.
Asunto(s)
Humanos , Infecciones por Coronavirus/tratamiento farmacológico , Dióxido de Cloro/prevención & control , Betacoronavirus/efectos de los fármacos , Evaluación en Salud , EficaciaRESUMEN
INTRODUCCIÓN. La actual pandemia de COVID-19 constituye un reto sin precedentes para los sistemas de salud a nivel mundial. A medida que los médicos brindan atención cada vez a más pacientes con COVID-19 se ha notado y descrito en la literatura un fenómeno conocido extraoficialmente como "hipoxemia silenciosa" o "hipoxemia feliz". Este fenómeno poco común hace referencia a una disonancia entre los valores de saturación de oxígeno en sangre y la ausencia de síntomas relacionados con la dificultad respiratoria (taquipnea o respiración rápida, disnea, tiraje intercostal, fatiga, sofocación, hambre de aire, entre otros). En otras palabras, a pesar de no experimentar ningún síntoma o presentar únicamente síntomas generales leves (dolor de cabeza, tos leve, dolor de garganta, pérdida del olfato, entre otros), llama la atención que algunos pacientes no presenten síntomas de dificultad respiratoria notables a pesar de presentar bajos niveles de oxígeno en sangre (hipoxemia) (Tobin, Laghi, and Jubran 2020; Couzin-Frankel 2020). Inclusive, algunos autores han repo
Asunto(s)
Humanos , Neumonía Viral/terapia , Oximetría/instrumentación , Infecciones por Coronavirus/terapia , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud , Factores de RiesgoRESUMEN
GENERALIDADES: Objetivo y población de las recomendaciones: Brindar a los empleadores recomendaciones generales de medidas preventivas y prácticas seguras para la prevención de contagio de COVID - 19 en centros laborales. Población a la cual se aplicará las recomendaciones: Empleados que retornan a sus centros laborales en contexto de pandemia por COVID - 19. Usuarios y ámbito de las recomendaciones: Usuarios de las recomendaciones clínicas. Estos lineamientos están dirigidos a los empleadores y autoridades administrativas de Institutos y centros especializados de EsSalud en contexto de pandemia por COVID - 19. Ámbito de las recomendaciones clínicas: El presente documento es de aplicación en centros laborales. MÉTODOS: a. Búsqueda y selección de protocolos, guías de práctica clínica y documentos técnicos prévios: El 05 de junio de 2020 se realizó una búsqueda manual de guías de práctica clínica, y documentos técnicos nacionales e internacionales que brinden orientaciones para el retorno seguro a los centros laborales en contexto de pandemia por COVID - 19. Se consideró tomar como principal fuente de información a aquellos documentos que brindaron recomendaciones para la prevención de la transmisión e infección por COVID - 19 en centros laborales. b. Formulación de recomendaciones: Se revisaron los documentos previamente seleccionados que describieron ampliamente los procedimientos y consideraciones a tener antes del retorno a las actividades laborales, así como las actividades preventivas durante el desarrollo de las actividades laborales. Posteriormente se adaptaron al contexto del Seguro Social de Salud EsSalud aquellos documentos cuyas recomendaciones estaban en concordancia con lo establecido en los documentos técnicos locales. DEFINICIONES OPERATIVAS: Centro laboral: Unidad productiva en el que se desarrolla la actividad laboral de una organización con la presencia de trabajadores. Desinfección: Reducción por medio de sustancia químicas y/o métodos físicos del número de microorganismos presentes en una superficie o en el ambiente, hasta un nivel que no ponga en riesgo la salud. EPP: Equipo de Protección Personal. Limpieza: Eliminación de suciedad e impurezas de las superficies utilizando agua, jabón, detergente o sustancias químicas. Puestos de trabajo con riesgo de exposición a SARS-CoV-2 (COVID-19): Son aquellos puestos con diferente nivel de riesgo, que depende del tipo de actividad que realiza, por ejemplo, la necesidad de contacto a menos de 1 metro con personas que se conoce o se sospecha que estén infectadas con el virus del SARS-CoV-2, o el requerimiento de contacto repetido o prolongado con personas que se conoce o se sospecha que estén infectadas con el virus SARS-CoV-2. Empleador: Persona natural, jurídica, privada o pública, que emplea a uno o varios trabajadores. Trabajador: Persona que tiene vínculo laboral con el empleador; y a toda persona que presta servicios dentro de un centro laboral, cualquiera sea la modalidad contractual, incluyendo al personal de contratas, subcontratas, tercerización de servicios, entre otros. Trabajo en modalidad mixto: Hace referencia a la combinación de trabajo presencial con trabajo remoto, alternando las modalidades en atención a las necesidades de la entidad. Trabajo presencial: Se refiere a las tareas o funciones desempeñadas por un servidor con presencia física en el centro de labores, como consecuencia de una prestación laboral. Trabajo remoto: Es la prestación de servicios sujeta a subordinación, con la presencia física del servidor en su domicilio o lugar de aislamiento domiciliario, utilizando cualquier medio o mecanismo que le posibilite realizar sus funciones fuera del centro laboral, siempre que la naturaleza de las labores lo permita. RECOMENDACIONES EN EL CENTRO LABORAL: 1. Información y sensibilización del riesgo de transmisión e infección por COVID 19. Difusión de mensajes clave: Difundir mensajes charlas informativas, paneles informativos, distribución de material informativo y de recordatorio como afiches o por medios electrónicos. Medidas de prevención de riesgo de infección por COVID 19: Medidas generales de higiene. Limpieza del ambiente laboral. Equipos de protección individual. Medidas de control de riesgo de infección por COVID - 19: Lavado y desinfección de manos obligatorio. Medidas de protección personal. Vigilancia de salud del trabajador.
Asunto(s)
Desinfección/normas , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Infecciones por Coronavirus/transmisión , Vigilancia de la Salud del Trabajador , Reinserción al Trabajo/tendencias , Equipo de Protección Personal/normas , Tareas del Hogar/normas , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
INTRODUCCIÓN: Con 196 515 casos positivos de SARS-CoV-2 al 7 de junio, el Perú enfrenta una sobredemanda de los pacientes con COVID-19 que requieren atención en servicios de salud (Ministerio de Salud 2020). Este escenario se ve reflejado en los 9583 pacientes hospitalizados, de los cuales 1062 se encuentran en una unidad de cuidados intensivos con ventilación mecánica (Ministerio de Salud 2020). Así se deben implementar una serie de procesos de desinfección en los ambientes de los servicios de salud destinados a reducir el riesgo de contagio entre pacientes y al personal de salud considerando que la vía principal de transmisión del SARS-CoV-2 en ambientes interiores es por vía aérea a partir de los portadores del virus (Setti et al. 2020). Como parte de las estrategias del sistema de salud para enfrentar al COVID-19 se expandió la oferta de camas hospitalarias y de unidades de cuidados intensivos; asimismo, se implementaron diversos ambientes para acoger a los pacientes con COVID-19 (Presidencia del Consejo de Ministros 2020). Los pacientes con COVID-19 pueden generar gotas y aerosoles al estornudar, toser y hablar que pueden diseminar al SARS-CoV-2 (World Health Organization 2020b), por lo tanto, la atención en entornos hospitalarios requiere un alto nivel de asepsia. Sin embargo, la escasez de recursos y de personal de salud durante la pandemia, se ha convertido en una limitante, por lo que es necesario evaluar cuáles son las medidas más efectivas y qué otras medidas de desinfección pueden ser empleadas para este fin. El 30 de marzo de 2020, el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación publicó el Reporte Breve N° 15, en el cual se evaluó el uso de luz ultravioleta como sustituto a la presión negativa en unidades de cuidados intensivos, concluyendo hasta ese momento que, no se podía establecer si la luz ultravioleta inactiva al SARS-CoV-2 y que estudios previos en otros coronavirus han mostrados resultados positivos con la luz ultravioleta tipo C (Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación 2020). No obstante, es necesario evaluar si existe evidencia más actualizada y si es posible emplear la luz ultravioleta en otros ambientes hospitalarios. En tal sentido, el objetivo del presente reporte breve es identificar la mejor evidencia disponible acerca de la eficacia de la luz ultravioleta para ser usada como un procedimiento desinfección contra el SARS-CoV-2 en ambientes hospitalarios y sus recomendaciones de uso. MÉTODOS: Se llevó a cabo una búsqueda sistemática de la literatura el día 7 de junio de 2020 con respecto al uso de la luz ultravioleta para la desinfección de ambientes o superficies hospitalarias en el contexto de SARS-CoV-2. Para ello se emplearon las bases de datos bibliográficas: PubMed, Medline vía OVID y Embase. Asimismo, se realizó una búsqueda manual avanzada en Google, y en páginas web de las principales sociedades o instituciones especializadas, tales como la World Health Organization (WHO) ((https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019) y Centers for Disease Control and Prevention (CDC) (https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/index.html). Se consideró la revisión de las listas de referencias de los estudios selecionado. RESULTADOS: No se encontraron guías de práctica clínica, evaluaciones de tecnologías sanitarias, revisiones sistemáticas o estudios primarios en las bases de datos bibliográficas que evalúen la eficacia de la luz ultravioleta para ser usada como un procedimiento de desinfección contra el SARS-CoV-2 en ambientes hospitalarios. A la fecha se han publicado una serie de experiencias acerca de medidas implementadas ante el COVID-19 y una guía de la Organización Mundial de la Salud donde se describen algunas medidas que deben implementarse en áreas de evaluación y tratamiento de pacientes COVID-19 en servicios de salud. La información contenida en estos documentos sobre luz ultravioleta es muy puntual y no brinda mayores detalles técnicos acerca de las características de los equipos y condiciones de operatividad de los equipos. CONCLUSIÓN: No se han encontrado estudios que determinen la eficacia de la luz ultravioleta para la desinfección de ambientes o superficie hospitalarios. No obstante, tal como fue descrito en el Reporte Breve N° 15 del Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación, existen estudios in vitro que muestran que la luz ultravioleta tiene la capacidad de inhibir el crecimiento en los coronavirus MERS y SARS, los cuales tienen un componente genético es similar al SARS-CoV-2. El uso de la luz ultravioleta en entornos hospitalarios ha sido descrito en publicaciones de experiencias realizadas en China, que reportan su uso como un procedimiento de desinfección de ambientes hospitalarios que se realiza durante 20 a 60 minutos sin tener mayores detalles sobre el tipo de luz ultravioleta empleada, fuentes de luz empleadas y área de cobertura de la fuente de luz ultravioleta según tipo de área hospitalaria. Es importante mencionar que la irradiación de luz ultravioleta para la desinfección de ambientes o superficies hospitalarias requiere que las salas estén sin pacientes o personal de salud por el daño potencial que puede ocasionar la sobreexposición en piel y ojos (Yan et al. 2020, Barnard, Eadie, and Wood 2020, Talbot et al. 2002). Por lo tanto, con la evidencia disponible a la fecha (7 de junio de 2020), no es posible establecer si la luz ultravioleta es eficaz para inactivar al virus SARS-CoV-2; sin embargo, experiencias previas y una guía de la Organización Mundial de la Salud incluyen a la luz ultravioleta de tipo C como una media de desinfección luego de un procedimiento de limpieza manual en ambientes destinados a la atención de pacientes con COVID-19. Futuras investigaciones son necesarias para determinar la eficacia de la luz ultravioleta en SARS-Cov-2 dados los resultados previos de los estudios con otros coronavirus.
Asunto(s)
Humanos , Rayos Ultravioleta , Desinfección/métodos , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Hospitales/normas , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
INTRODUCCIÓN: La actual pandemia de COVID-19 esta presentando un grave problema de salud pública, debido a su impacto tanto en la salud como en la economía de los ciudadanos. Si bien esta enfermedad se puede presentar de manera leve o inclusive asintomática, aproximadamente el 17% de los pacientes pueden llegar a presentar edema pulmonar, falla multiorgánica, y síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), lo que amerita una suplementación de oxigeno invasiva. El síndrome de distrés respiratorio agudo se define a traves de los criterios de Berlin, la cual aborda dimensiones como el tiempo, imagen de tórax, origen del edema, y la oxigenación. Se ha registrado que el 10% de los pacientes que ingresan a UCI pueden presentar SDRA, puediendo ser producido por sepsis y neumonía, con una mortalidad que varía entre el 30% y 40. Debido a la alta mortalidad en los pacientes que desarrollan SDRA, se ha evaluado la posibilidad de complementar el tratamiento estándar, basado en una ventilación mecánica a presión positiva, con otras forma posible para poder mejorar la oxigenación y sobrevivencia de los pacientes, en este caso surge la ventilación prona como una medida de bajo costo probablemente efectiva. La ventiación prona se basa en colocar al paciente en decúbito prono para mejorar el reclutamiento de las regiones dorsales pulmonares, aumentar el volumen final espiratorio, aumentar la expansión de la pared torácica, disminuir el shunt alveolar, y mejorar el volumen tidal. Ante la necesidad de establecer estrategias efectivas para mejorar la supervivencia en los pacientes COVID-19 que desarrollan SDRA, se realiza la presente síntesis rápida de evidencia sobre los artículos publicados que evalúen la efectividad y seguridad de la ventilación prona en los pacientes de SDRA, por cualquier etiología, y por COVID 19. MÉTODOS: Criterios de Elegibilidad: Criterios de Inclusion: Relacionados con el tema a tratar: Ventilación Prona en Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo y/o COVID-19. En población Adulta. Tipos de estudio: Revisiones sistemáticas con o sin meta-análisis, y estudios observacionales. Idioma: Aquellos publicados en inglés, español. Publicados en los últimos 5 años. Criterios de Exclusion: Tipo de estudio: cartas al director, editoriales, comentarios, fichas técnicas e informes breves. RESULTADOS: Busqueda Bibliografica: Para la PICO 1 se identificó 56 revisiones sistemáticas (RS) publicadas como artículos científicos, de los cuales se excluyeron 27 mediante título y abstract por no abordar los criterios de la pregunta PICO, quedando un total de 29 RS. De estas se excluyeron 23, debido a que tuvieron un fecha de búsqueda de estudios mayor de 5 años, incluyéndose sólo 6 RS. Para la PICO 2 inicialmente se realizó una búsqueda de revisiones sistemáticas, dentro de la cual no se identificó algún estudio que repondiera a la pregunta planteada, por lo que se procedió a realizar la búsqueda de estudios primarios. En ella se identificaron 39 estudios primarios, de los cuales se excluyeron 32 mediante título y abstract, por no abordar los criterios de la pregunta PICO, quedando un total de 6 estudios. De estos se excluyeron 4 debido a que no hacían las comparaciones entre la intevención y comparador o correspondían a un reporte de caso. Finalmente se incluyó sólo 2 estudios observacionales para la síntensis de evidencia. Evaluacion de Calidad: Se realizó una evaluación de la calidad de las revisiones sitemáticas utilizando la herramienta AMSTAR-2. De las 6 evaluadas, 1 tuvo una confianza alta, 3 moderada, y 2 tuvieron confianza baja o criticamente baja. Así mismo, la evaluación de los estudios no experimentales se realizó mediante el instrumento ROBINS-I, donde se evidenció un alto riesgo de sesgo para ambos estudios incluídos. Estudios que Evaluan Pacientes con Sdra y uso de Ventilación Prona: Para la PICO 1 se incluyeron seis revisiones sistemáticas, de las cuales sólo se selecionaron dos para la síntesis de evidencia, debido a que realizaban un análisis más complejo que abordaba la comparación de la ventilación prona con todas las estrategias ventilatorias. Se seleccionaron la RS con network meta-analisis de Wang 2016 (5) y Aoyama 2019. CONCLUSIONE: Pacientes con Sdra y uso de Ventilación Prona: El uso de la ventilación prona en SDRA tiene una base científica bastante grande, la cual se ha venido desarrollando y actualizando con el tiempo, que sugieren beneficios en aspectos de mortalidad frente a otras terapias ventilarias o en combinaciones. Se concluye que la ventilación prona disminuye la mortalidad a los 28 días efectividad cuando se compara con VMO ECMO y LPV en pacientes con SDRA moderado a severo y SDRA severo, respectivamente (evita 170 y 124 muertes más en 1000 pacientes, respectivamente). Así mismo, al combinar estrategias, la LVT+FiO2-HPEEP más la posición prona es considerada como una posible estrategias de ventilación óptima para pacientes con SDRA. No existe diferencias estadísticamente signficativas entre el uso de ventilación prona y otras estrategias de ventilación en cuanto a la seguridad para el riesgo de barotrauma en pacientes con SDRA. Los estudios seleccionados no han abordado otros outcomes de seguridad como las úlceras por presión y las movilizaciones del tubo orotraqueal, las cuales son las complicaciones más frecuentes reportadas en los pacientes que utilizan ventilación prona. Sólo un estudio ha diferenciado según la severidad del SDRA, incluyendo pacientes con SDRA de severidad moderada a severa y severa. Sin embargo, en ambos casos tuvieron una mayor proporción estudios con pacientes con SDRA severo. Por lo que es necesario la realización de futuros estudios que aborden o que hagan distinción de los resultados según subgrupos de severidad. Pacientes con Covid-19 y uso de Ventilación Prona: No se han encontrado ensayos clínicos aleatorizados que aborden la efectividad el uso de ventilación prona en pacientes COVID-19. Se han identificado dos estudios primarios tipo series de casos que han evaluado los cambios en la saturación de oxígeno, PaO2/FiO2, y compliance pulmonar antes y posterior al uso ventilación de prona. Los estudios incluidos presentan algunas limitaciones como que no han abordado outcomes de seguridad (como eventos adversos, etc.), presentan un alto riesgo de sesgo general, y sólo han includio muestras pequeñas de pacientes (<100 participantes). Así mismo, no han realizado un análisis estadístico ajustado por confusores. Ambos estudios sólo han reportado sus resultados descriptivamente, y en un caso se ha realizado una prueba de hipótesis. Con la evidencia disponible no es posible determinar la eficacia ni la seguridad del uso de la ventilación prona en pacientes con COVID-19.
Asunto(s)
Humanos , Respiración Artificial/métodos , Síndrome de Dificultad Respiratoria del Recién Nacido/terapia , Infecciones por Coronavirus/terapia , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
ACTUALIZACIÓN AL 26 DE JUNIO DE 2020: Desde la última actualización del presente reporte breve (20 de mayo de 2020) hasta el momento actual, se sigue difundiendo información en medios internacionales acerca de nuevos resultados de investigaciones sobre el uso de anticoagulantes parenterales en pacientes con COVID-19. En tal sentido, como parte de los reportes breves que viene publicando el IETSI, es necesario actualizar y revisar la evidencia disponible del uso de anticoagulantes parenterales, como las heparinas de bajo peso molecular (HBPM), en pacientes con COVID-19, sea como tratamiento o profilaxis en cualquier contexto clínico de la enfermedad (ambulatorio, hospitalario y/o la UCI). Se realizó una búsqueda bibliográfica rápida de la literatura (hasta el 26 de junio de 2020) en relación a la eficacia y seguridad del tratamiento anticoagulante en el tratamiento de pacientes adultos con COVID-19. Se debe precisar que, debido a la velocidad con la que se genera información sobre COVID-19 y el desfase entre la publicación de los artículos científicos y su indización en bases de datos, es posible que algunos estudios publicados no hayan podido ser identificados en versiones previas del documento. Por ello, para la búsqueda de nueva evidencia, no se consideró restricciones respecto a la fecha de publicación de los documentos. METODOLOGÍA: Se llevó a cabo una búsqueda sistemática en MEDLINE a través de PubMed, en Cochrane Library, LILACS y en los repositorios de preimpresiones de publicaciones científicas medRxiv (medrxiv.org) y bioRxiv (bioRxiv.org). Asimismo, se realizó una búsqueda manual en las páginas web de instituciones líderes en salud e investigación como la Organización Mundial de la Salud (OMS), Centers for Disease Control and Prevention (CDC), National Institute for Health and Care Excellence (NICE), Canadian Agency for Drugs and Technologies in Health (CADTH), Institut für Qualität und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswesen (IQWiG), sociedad de especialistas internacionales, entre otras. Adicionalmente, se buscaron ensayos clínicos en desarrollo relacionados al tema en las páginas web de registros de estudios clínicos del National Institutes of Health de los Estados Unidos (NIH) (www.clinicaltrials.gov), OMS (http://apps.who.int/trialsearch) y el registro de ensayos clínicos de China (http://www.chictr.org.cn). Para finalizar, se revisaron las referencias bibliográficas de los estudios previamente seleccionados; con la finalidad de encontrar documentos de relevancia para la presente revisión. A la fecha, no se dispone de ensayos clínicos que evalúen la eficacia y seguridad de los anticoagulantes en pacientes con COVID-19. Para este rporte breve, se identificaron 09 nuevos documentos (06 estudios observacionales [incluyendo una prepublicación] y 03 guías de práctica clínica) sobre el uso de anticoagulantes parenterales en el tratamiento o profilaxis de pacientes con COVID-19. Adicionalmente, en la página web del NIH (www.clinicaltrials.gov) se identificó un nuevo registro sobre un ensayo clínico fase III (respecto a los reportados anteriormente en versiones previas de este documento) que a la fecha viene reclutando participantes. El objetivo de este ensayo clínico es evaluar el empleo de rivaroxaban, comparado con heparina de bajo peso molecular (HBPM), en pacientes con presentación grave de COVID-19 (registrado el 04 de junio de 2020). ANÁLISIS: A la fecha 26 de junio, no existe evidencia publicada en bases de datos internacionales generada a partir de ensayos clínicos aleatorizados que permitan evaluar la eficacia y seguridad de los anticoagulantes para la profilaxis o el tratamiento de pacientes con COVID-19. Desde la última versión de este reporte breve, se han publicado seis estudios observacionales retrospectivos (uno de ellos es una preimpresión) sobre el uso terapéutico o profiláctico de los anticoagulantes en pacientes con COVID-19. Respecto a lo reportado en estos estudios, los resultados son contradictorios sobre el beneficio del uso de anticoagulantes en la reducción de muertes o formas graves de COVID-19 con el empleo. Además, se observa una alta incidencia de eventos trombóticos a pesar de uso de profilaxis antitrombótica. Dada su naturaleza retrospectiva, estos estudios presentan limitaciones metodológicas que limitan concluir el efecto de los anticoagulantes en la población de interés (pacientes con COVID-19). CONCLUSIONES (VERSIÓN 26 DE JUNIO DE 2020): A la fecha 26 de junio de 2020, no se dispone de evidencia científica generada en ensayos clínicos aleatorizados sobre la eficacia y seguridad de la anticoagulación parenteral en pacientes con COVID-19. La evidencia disponible a la actualidad en torno al uso de anticoagulantes parenterales en pacientes con COVID-19 proviene únicamente de estudios observacionales retrospectivos que presentan diversas limitaciones metodológicas, lo que no permite una evaluación objetiva de la eficacia y seguridad de los anticoagulantes en pacientes con COVID-19, así como resultados contradictorios respecto a su potencial beneficio. Las recomendaciones realizadas en las GPC identificadas se sustentan principalmente en estudios realizados en población de pacientes hospitalizados en general y no en pacientes con COVID-19. Con ello, en base a lo descrito, la evidencia disponible hasta la fecha (26 de junio), las limitaciones metodológicas de los estudios observacionales retrospectivos disponibles a la actualidad, así como la falta de evidencia generada a partir de ensayos clínicos aleatorizados sobre la eficacia y seguridad de anticoagulantes en pacientes con COVID19, el IETSI mantiene la conclusión señalada en la versión previa de este documento, la que señala que no es posible justificar una recomendación a favor del uso de anticoagulantes en pacientes con COVID-19. Es menester permanecer atentos a los resultados de los ensayos clínicos actualmente en curso.
Asunto(s)
Humanos , Neumonía Viral/tratamiento farmacológico , Infecciones por Coronavirus/tratamiento farmacológico , Heparina de Bajo-Peso-Molecular/uso terapéutico , Anticoagulantes/uso terapéutico , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
GENERALIDADES. La ozonoterapia (OT) se considera un tipo de medicina alternativa que consiste en administrar una mezcla de ozono (O3) y oxígeno (O2) al cuerpo bajo la hipótesis que tendría un efecto viricida, antioxidante e inmunomodulador. Se utiliza como tratamiento complementario en diversas enfermedades. Las concentraciones son de 1-5% de O3 más 95-99% de O2, infundidos por vías tópicas, enterales o parenterales pero nunca vía respiratoria (Rowen y Robins 2020; Hidalgo-Tallón y Torres 2013). Algunas sociedades y clínicos en torno al tema refieren que las vías de administración para la ozonoterapia pueden agruparse en sistémicas o locales. Las vías sistémicas incluyen la auto hemoterapia mayor (AHTM), la auto hemoterapia menor (AHTm), la insuflación rectal y la insuflación vaginal; mientras que las vías locales incluyen las inyecciones intradérmicas, intramusculares, intraarticulares, periarticulares o intradiscales. En el caso de las auto hemoterapias, el procedimiento consiste en extraer sangre del paciente en diferentes volúmenes que comprenden 100 a 250 ml (AHTM) y 10 ml (AHTm), mezclarlo con ozono médico (oxígeno-ozono) y re-introducirlo al paciente ya sea por vía endovenosa (AHTM) o intramuscular (AHTm)(AEPROMO[Internet] 2020). El mecanismo de acción de la ozonoterapia no se conoce con certeza. Por un lado, el uso de la ozonoterapia para el tratamiento de infecciones virales se basaría en la acción fuertemente oxidante y viricida del gas de ozono (Burleson, Murray, y Pollard 1975; Di Mauro et al. 2019), que llevaría a la destrucción directa de los componentes de superficie de la cápside viral (Elvis y Ekta 2011). Por otro lado, se basaría en la hipótesis que estimula la respuesta antioxidante que regula la producción de algunas citoquinas proinflamatorias y que podría influir en la respuesta inmune contra las infecciones (IL10, IL-1B y TNF-a) (Delgado-Roche et al. 2017). Es de notar que la FDA señala que los beneficios del ozono en la medicina aún no están comprobados (FDA 2019). El planteamiento del uso de la OT como tratamiento del COVID-19 se basa en evidencia de muy baja calidad procedente de estudios in vitro que muestran la capacidad del ozono para inactivar virus (Jiang et al. 2019) o inducir la expresión de enzimas antioxidantes (Pecorelli et al. 2013) y citoquinas (IFN-gamma, TNF-a y IL-4) relacionadas a la inmunidad celular (Larini y Bocci 2005). Otros estudios preclínicos realizados en animales muestran que la exposición al ozono (preventiva o como terapia complementaria a antibióticos) se relaciona con menor daño de tejido pulmonar luego de infecciones bacterianas y sepsis (Yamanel et al. 2011; Z. Wang et al. 2018). Por otro lado, los estudios clínicos no controlados muestran que la OT induce cambios bioquímicos y menor carga viral en pacientes con virus de la Hepatitis B (Jiao y Peng 2008), aumento de enzimas antioxidantes en sujetos sanos luego de la OT (Re et al. 2014) y regulación de citoquinas proinflamatorias en pacientes con esclerosis múltiple (Delgado-Roche et al. 2017). Estos datos han dado pie a la investigación de sus efectos en pacientes con COVID-19. En este sentido, el objetivo del presente reporte breve es evaluar la mejor evidencia disponible a la fecha en torno a la eficacia y seguridad del uso de la ozonoterapia como tratamiento para pacientes COVID-19. MÉTODOS: Se llevó a cabo una búsqueda sistemática rápida de la literatura con respecto al uso de la ozonoterapia para el tratamiento del COVID-19. Para ello se ingresó a las principales bases de datos de PubMed, Cochrane Library y Google Scholar. Asimismo, se amplió la búsqueda de manera manual revisando las referencias bibliográficas de estudios previamente identificados. Además, se consultó en los portales web de la Organización de la salud (OMS) y la Organización panamericana de la salud (OPS), agencias reguladoras como la FDA y la European Medicines Agency (EMA) y agencias evaluadoras de tecnologías sanitarias como la National Institute for Health and Care Excellence (NICE), la Scottish Medicine Consortium (SMC), la Canadian Agency for Drugs and Technologies in Health (CADTH). Por último, debido a que COVID-19 es una enfermedad de reciente aparición y la generación de nueva evidencia sucede en tiempo real, se revisó en la base de datos de medRxiv para identificar artículos científicos que estuviesen en proceso de publicación y en las páginas de ClinicalTrial.gov y Chinese Clinical Trial Registry (http://www.chictr.org.cn) para identificar los estudios clínicos en curso. RESULTADOS. Se identificó un informe técnico, un reporte de casos y cinco ensayos clínicos en curso. CONCLUSIONES: La ozonoterapia (OT) consiste en la administración de ozono médico (oxígeno-ozono) al cuerpo (la vía de administración es variable) con el fin de ejercer un efecto viricida, antioxidante e inmunomodulador. El planteamiento del uso de la OT como tratamiento del COVID-19 se basa en evidencia de baja calidad disponible para otras afecciones víricas, sin embargo, la experiencia clínica en pacientes con COVID-19 es aún es limitada. Hasta la fecha de elaboración del presente reporte breve, no se cuenta con resultados de ensayos clínicos aleatorizados y controlados que evalúen el uso de la OT en comparación con el no uso en pacientes COVID-19. Solo se dispone de un reporte de casos (experiencia de dos casos) y un informe técnico desarrollado por el comité científico internacional de ozonoterapia que recomienda el uso de la OT para pacientes COVID-19 con base en evidencia de muy baja calidad disponible para otros virus y patologías. Adicionalmente se han identificado 5 ECA en curso que tienen como objetivo evaluar la eficacia y seguridad de la OT en comparación con no usar OT en pacientes COVID-19. Con todo ello, a juzgar por la evidencia científica hasta el momento, no es posible sostener técnicamente una recomendación a favor de la ozonoterapia para pacientes COVID-19. La comunidad médica y científica internacional se encuentran a la espera de la publicación formal de los ensayos clínicos actualmente en proceso para poder diferenciar los efectos clínicos de la ozonoterapia, especialmente en lo referente a si los potenciales beneficios superan los posibles daños asociados a la OT en pacientes con COVID-19.
Asunto(s)
Humanos , Terapia por Inhalación de Oxígeno , Ozono/uso terapéutico , Neumonía Viral/tratamiento farmacológico , Infecciones por Coronavirus/tratamiento farmacológico , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
INTRODUCCIÓN: A la fecha, no está aprobado el uso de vacunas o tratamientos farmacológicos específicos contra la COVID-19. No obstante, algunos especialistas vienen recomendando el uso de tratamientos antiinflamatorios con el objetivo de reducir o bloquear los efectos de la tormenta de citoquinas (Sarzi-Puttini et al. 2020), la cual juega un rol fundamental en la fisiopatología del COVID-19(Siddiqi and Mehra 2020). Anakinra es una terapia biológica que bloquea la actividad de la IL-1 alfa y beta mediante la inhibición competitiva de los receptores de IL-1. Este medicamento se encuentra aprobado para el tratamiento de enfermedades inflamatorias, tales como la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria multisistémica neonatal, el síndrome de activación macrofágica, la artritis idiopática juvenil sistémica, y la enfermedad de Still del adulto (FDA 2005; EMA 2018). Su rol en enfermedades infecciosas proviene de cierta evidencia que indica que el uso de anakinra podría reducir la mortalidad o los eventos relacionados a muerte en los pacientes con sepsis severa, aunque dichos hallazgos no resultaron estadísticamente significativos (Fisher et al. 1994; Opal et al. 1997). Así, algunos investigadores han planteado que el bloqueo temprano de la vía inflamatoria mediada por la interleuquina (IL) 1 podría reducir el riesgo de agravamiento de los pacientes con COVID-19; evitando así el requerimiento de soporte ventilatorio invasivo o la mortalidad(Bilia et al. 2020; Wampler Muskardin 2020; Muñoz-Jiménez, Rubio-Romero, and Marenco de la Fuente 2020). MÉTODOS: Se llevó a cabo una revisión rápida de la literatura con respecto a la eficacia y seguridad de anakinra en el tratamiento de pacientes adultos con COVID-19. Para ello se llevó a cabo una búsqueda sistemática en MEDLINE a través de PubMed, en Cochrane Library y en repositorios de pre-impresiones de publicaciones científicas medRxiv (medrxiv.org) y bioRxiv (bioRxiv.org), con el objetivo de identificar guías de práctica clínica (GPC), revisiones sistemáticas (RS), ensayos clínicos, estudios observacionales y serie de casos clínicos (reporte de al menos cinco pacientes). No se incluyeron reportes de casos clínicos individuales. Asimismo, se realizó una búsqueda manual en las páginas web de grupos dedicados a la investigación y educación en salud, así en las principales sociedades o instituciones especializadas, tales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Adicionalmente, se buscaron ensayos clínicos en desarrollo o que no hayan sido publicados en la página web www.clinicaltrials.gov, http://apps.who.int/trialsearch, y http://www.chictr.org.cn que contengan estudios acerca de anakinra para COVID-19, y así disminuir el sesgo de publicación. Finalmente, se consideró extraer información con una estrategia de "bola de nieve" mediante la revisión de las listas de referencias de las revisiones sistemáticas, estudios primarios y revisiones narrativas seleccionadas que sean de relevancia. RESULTADOS. Guías de práctica clínica (GPC) 1. Centers for Disease Control and Prevention. Coronavirus Disease 2019 (COVID-19).(CDC 2020). 2. Organización Mundial de la Salud. Clinical management COVID-19 (OMS 2020). 3. National COVID-19 Clinical Evidence Taskforce. Caring for people with COVID-19. Supporting Australia's healthcare professionals with continually updated, evidence-based clinical guidelines (National COVID-19 Clinical Evidence Taskforce 2020). CONCLUSIONES: Con la evidencia disponible al día 06 de junio del 2020 no es posible llegar a conclusiones que permitan brindar recomendaciones a favor respecto al uso de anakinra en el tratamiento de COVID-19. Los estudios disponibles a la fecha son sólo exploratorios, por lo que se requieren de ECA con diseños adecuados para determinar si existe un beneficio en desenlaces clínicamente relevantes, que pueda ser atribuible a anakinra en los pacientes con COVID-19 moderado a severo, varios de los cuales se encuentran en curso. En el Perú, la investigación clínica con diseños aleatorizados en el uso de anakinra en pacientes COVID-19 es un área de oportunidad y que las instituciones de salud pueden fomentar y facilitar,
Asunto(s)
Humanos , Neumonía Viral/tratamiento farmacológico , Infecciones por Coronavirus/tratamiento farmacológico , Proteína Antagonista del Receptor de Interleucina 1/uso terapéutico , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
GENERALIDADES: Existen dos tipos principales de dispositivos usados para prevenir la inhalación de partículas infecciosas en los ambientes hospitalarios: las mascarillas quirúrgicas (llamadas también mascarillas médicas) y los respiradores. Ambos dispositivos de protección difieren por el tipo de ajuste y el tamaño de las partículas que son capaces de filtrar. La mascarilla quirúrgica es un dispositivo de protección personal que cubre la boca, nariz y mentón, aunque su diseño no permite un ajuste preciso a la cara. La mascarilla quirúrgica constituye una barrera que limita el pasaje de un agente infeccioso entre el personal de salud y el paciente. Específicamente, las mascarillas quirúrgicas son usadas para impedir la transmisión de las bacterias y los virus respiratorios que se diseminan por gotas, las cuales viajan distancias cortas y son transferidas por la tos y estornudos. Las utilizan tanto el personal de salud como los pacientes. En el primero, previenen que le lleguen grandes gotas respiratorias o salpicaduras a la boca o nariz del profesional de salud, y en el segundo caso, en los pacientes, estas mascarillas ayudan a reducir o controlar la propagación de grandes gotas respiratorias que el usuario produce ("CDC - Use of Respirators and Surgical Masks for Protection Against Healthcare Hazards - HSPS - NIOSH Workplace Safety and Health Topic" 2018). MÉTODOS: Se llevó a cabo una búsqueda sistemática rápida de la literatura con respecto a la eficacia de las mascarillas quirúrgicas en comparacion con los respiradores para prevenir la infeccion por COVID-19 en el personal de la salud. Para ello se ingresó a las principales bases de datos (PubMed, EMBASE, Scopus, Web of Science, Cochrane). Asimismo, debido a que el COVID-19 es una enfermedad de reciente aparición y la generación nueva evidencia sucede en tiempo real, se revisó en la base de datos de medRxiv, para identificar artículos científicos que estuviesen en proceso de publicación. Adicionalmente, se revisó la plataforma web ClinicalTrials.Gov para identificar estudios en curso. Finalmente, se realizó una búsqueda de reportes, comunicaciones y noticias en las páginas de Google y Twitter. RESULTADOS: Se identificó una revision sistemática (RS) con meta-análisis (MA), un reporte de caso y cuatro guías que correspondieron al objetivo del presente reporte breve. CONCLUSIONES: La evidencia presentada en el presente reporte breve sugiere en general que las mascarillas quirúrgicas o médicas no son inferiores a los respiradores (N95, FFP2 o certificaciones equivalentes) para proteger al personal de salud contra diferentes infecciones respiratorias virales durante la atención sanitaria de rutina donde no se realizan procedimientos que generan aerosoles. La evidencia es indirecta en su mayor parte puesto que se refiere a varios tipos de virus, aunque sí incluyen varios tipos de coronavirus pero no el SARS-Cov-2. Sin embargo, la escasa evidencia directa para el SARS-Cov-2, aunque de bajo rigor metodológico, muestra resultados consistentes con los de la evidencia indirecta, con lo que se apoya la no inferioridad de las mascarillas quirúrgicas en comparación con los respiradores en prevenir infección. Futuros estudios con metodología robusta permitirán tener evidencia de mayor calidad específicamente para SARS-Cov-2.
Asunto(s)
Dispositivos de Protección Respiratoria/normas , Ventiladores Mecánicos/normas , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Análisis Costo-BeneficioRESUMEN
INTRODUCCIÓN: El COVID-19 es una enfermedad nueva causada por el virus SARS-CoV-2. Hasta la fecha, la evidencia indica que las principales vías de transmisión del COVID-19 son: 1) de persona a persona a través de gotas respiratorias entre 5 a 10 micrómetros de diámetro (transmisión directa) que son expulsados por una persona infectada al toser o estornudar, las cuales pueden entrar por la boca, nariz, ojos y posiblemente a través de la inhalación en personas que se encuentran a menos de dos metros de distancia; 2) por contacto de superficies contaminadas (transmisión indirecta) por una persona infectada (OMS 2020; CDC 2020a). A la fecha, se describe también la transmisión por la vía área del SARS-CoV-2, la cual ocurre a través de aerosoles, los cuales contienen núcleos de gotas de menos de 5 micrómetros de diámetro. La transmisión a través de aerosoles es particularmente relevante durante los procedimientos generadores de aerosoles (PGA)1. De esta manera, al realizar un PGA, los aerosoles pueden permanecer suspendidos en el aire por un período prolongado de tiempo y desplazarse a más de un metro de distancia (OMS 2020; CDC 2020a). Este tipo de transmisión del SARS-CoV-2 por vía aérea en un contexto diferente al que ocurre durante los PGA es aún incierto y solo ha sido observado en simulaciones que no reflejan condiciones clínicas reales (OMS 2020). Por ello, al momento, la transmisión aérea del SARS-CoV-2 solo cobra relevancia dentro de contextos hospitalarios donde se realizan los PGA. MÉTODOS: Se realizó una búsqueda manual de guías de práctica clínica cuyo objetivo fuese la prevención y control del manejo de la COVID-19 en trabajadores de salud a través de protección respiratoria realizadas por entidades de salud internacionales y gobiernos alrededor del mundo, tales como la organización Mundial de la Salud (OMS, WHO por sus siglas en inglés), los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y guías oficiales utilizadas en otros países como Canadá, Reino Unido y Australia. Además, se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica sistemática rápida de la literatura con respecto al uso de los respiradores elastoméricos para protección contra la COVID-19. Para ello se ingresó a las principales bases de datos, a través de los motores de búsqueda de PubMed, Cochrane Library y Google Scholar. Asimismo, se amplió la búsqueda de manera manual revisando el listado de referencias bibliográficas de guías o estudios previamente identificados. Por último, debido a que la COVID-19 es una enfermedad de reciente aparición y la generación de nueva evidencia sucede en tiempo real, se revisó en la base de datos de medRxiv para identificar artículos científicos que estuviesen en proceso de publicación. RESULTADOS: Guías de práctica clínica (GPC. Otros documentos con respecto al uso de los respiradores elastoméricos en el contexto COVID-19. CONCLUSIÓN: Ante la escasez global de dispositivos de protección respiratoria, entidades de salud internacionales (por ejemplo, OMS, CDC) recomiendan que el uso de respiradores convencionales (N95, FPP2, FPP3, o equivalentes) se reserve para el personal de salud expuesto a los procedimientos generadores de aerosoles (PGA), los cuales representan alto riesgo de transmisión aérea del SARS-Cov-2. Cuando la escasez de este tipo de respiradores convencionales es crítica, varias agencias internacionales han aceptado el uso de respiradores elastoméricos de media cara (REMC), recomendando que su uso se restrinja a las mismas situaciones clínicas donde se indican los respiradores convencionales. De hecho, la información expuesta en el presente reporte sugiere que los REMC son de equivalente o superior nivel de eficacia que los respiradores convencionales para proteger al personal de salud que lo usa en el contexto de PGA en pacientes COVID-19. Es menester tener en cuenta que los REMC tienen una válvula inhalatoria con filtro que protege al usuario (personal de salud) de la infección por el SARS-Cov-2; y tiene una válvula exhalatoria sin filtro, lo que representa un potencial riesgo de contagio para las personas, o riesgo de contaminación de las superficies, que se encuentran alrededor, en caso el usuario del REMC esté infectado. Por ello, se recomienda que la implementación de los REMC debe realizarse con una adecuada educación y entrenamiento del personal de salud, así como también con un adecuado protocolo de limpieza, desinfección y almacenamiento para evitar el riesgo de contaminación. Asimismo, se recomienda que el uso de REMC debe restringirse al personal de salud involucrado en áreas hospitalarias donde se realicen PGA de pacientes confirmados de COVID-19 y donde los otros profesionales de salud presentes estén debidamente protegidos con EPP. Si se toma en cuenta estos aspectos, el REMC representa una alternativa razonable en el contexto de escasez crítica de respiradores convencionales.
Asunto(s)
Humanos , Dispositivos de Protección Respiratoria , Ventiladores Mecánicos , Infecciones por Coronavirus/terapia , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Análisis Costo-BeneficioRESUMEN
INTRODUCCIÓN: Desde la declaración de la pandemia por COVID-19, se han propuesto diversos medicamentos para tratar esta enfermedad. Uno de estos medicamentos es ivermectina, un antiparasitario que ha mostrado efectos positivos in vitro y que durante las últimas semanas ha vuelto a recibir la atención de diversos profesionales de la salud como posible tratamiento para pacientes con COVID-19. El 9 de abril, el IETSI publicó un reporte breve en el cual concluía que, hasta ese momento, la evidencia se limitaba a un efecto in vitro sobre la replicación del virus. Al faltar más estudios antes de ser evaluada en humanos, no era posible realizar una recomendación a favor del uso de ivermectina en el tratamiento de pacientes con COVID-19. METODOLOGIA: se realizó la actualización del presente reporte breve. Para esta actualización se realizó una búsqueda bibliográfica de revisiones sistemáticas (RS), ensayos clínicos aleatorizados (ECA) y estudios observacionales en PubMed (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/) y Embase (https://www.embase.com/). RESULTADOS: Se identificaron dos estudios sobre la farmacocinética de ivermectina, un estudio observacional y siete ensayos clínicos sobre el uso de ivermectina en el tratamiento de pacientes con COVID-19, registrados en la página web del National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos (www.clinicaltrials.gov) y dos comunicados realizados por la FDA. ANALISIS: Desde la última actualización, el 09 de abril, a la fecha, 08 de mayo, solo se identificaron tres nuevas publicaciones (en pre-impresión): dos estudios farmacocinéticos y un estudio observacional en humanos. Los dos estudios farmacocinéticos tenían como objetivo estimar las dosis de ivermectina a utilizar en humanos; de manera que se alcance el IC50 necesario para observar el efecto inhibitorio sobre SARS-CoV-2, según lo publicado por Caly et al (Caly et al. 2020). Ambos estudios reportaron, que de acuerdo a la información farmacocinética disponible, las dosis de ivermectina autorizadas actualmente producirían valores de IC50 muy por debajo del IC50 requerido para observar el efecto inhibitorio reportado por Caly et al (Caly et al. 2020). En otras palabras, utilizando las dosis de ivermectina autorizadas actualmente no se observaría resultado alguno en los pacientes con COVID-19. Una alternativa a este problema sería aumentar la dosis de ivermectina; sin embargo, el tratamiento de pacientes con COVID 19 utilizando ivermectina requeriría de dosis que están muy por encima de las autorizadas y de las cuales no se tiene información de seguridad. Estos resultados señalan que se requieren de más estudios, antes que ivermectina pueda ser considerada como una alternativa para el tratamiento de pacientes con COVID-19. CONCLUSION: Debido a la limitada evidencia disponible a la fecha (08 de mayo de 2020), el IETSI mantiene la conclusión expresada en la versión previa de este reporte breve de que no es posible sustentar una recomendación a favor del uso de ivermectina en pacientes con COVID-19. La evidencia sobre la viabilidad de ivermectina como tratamiento del COVID-19, aún se encuentra en etapas tempranas de desarrrollo; resaltando que, las predicciones farmacocinéticas son teóricas y la evidencia proviniente de estudios en humanos es escasa y observacional. Por todo lo aquí expresado, es recomendable que el uso de ivermectina esté restringido a un uso dentro de ensayos clínicos. Y se debe estar alerta a los resultados de los ensayos clínicos actualmente en curso.
Asunto(s)
Humanos , Neumonía Viral/tratamiento farmacológico , Ivermectina/uso terapéutico , Infecciones por Coronavirus/tratamiento farmacológico , Betacoronavirus/efectos de los fármacos , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Análisis Costo-BeneficioRESUMEN
INTRODUCCIÓN Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en la región central de China, ha sido el epicentro desde diciembre del 2019 de infeción por SARS-Cov-2, agente causal de una enfermedad respiratoria aguda grave (COVID-19), que se ha expandido rápidamente por varios países y fue declarada como pandemia por la OMS el 11 de marzo del 2020. El primero de febrero del 2020, China, a través de sus autoridades en salud, indicó la cremación obligatoria de los cadáveres de fallecidos por COVID-19. Además de ello, el gobierno chino comenzó a reportar la data de fallecidos de COVID-19 a la OMS y a la opinión pública, sin embargo, reportes no oficiales de medios extrajeros indican que la cifra de fallecidos podría ser mayor a la de los reportes oficiales. Alrededor del 25 de enero del 2020, ya existía un incremento de carga laboral en los crematorios de Wuhan, que habitualmente trabajaban turnos de 4 horas al día, para esa fecha se estimaba la carga laboral en 24 horas, con 5 veces más cadáveres que lo habitual (1). Por la rapidez del desarrollo de esta pandemia, no existe data suficiente sobre el contagio a través de cadáveres de fallecidos por COVID-19, sin embargo, se vienen adaptando medidas ya establecidas para manejo de cadáveres por virus respiratorios, ya que el contacto con ellos podría suponer riesgo para las personas. Sin embargo, muchas de estas medidas emitidas, no incluyen recomendaciones que velen por los aspectos éticos y socioculturales del manejo de cadáveres, las costumbres, y las creencias de cada sociedad, aspectos que no se deben dejar de lado. Además, la pandemia actual del COVID-19 y sus profundas consecuencias materiales y emocionales, nos invitan a pensar en la importancia de la colectividad y de interdependencia para combatir a un virus que demuestra claramente la fragilidad de la vida. Pero, además, invita a reflexionar en la relevancia de entender esa colectividad e interdependencia como respeto, empatía y tolerancia hacia aquello que pudiese no estar alineado con prácticas, costumbres y creencias de un grupo hegemónico. En este sentido, cualquier estrategia de prevención y mitigación de enfermedades en general a implementarse, debería incluir en su planeamiento aspectos socioculturales de los distintos grupos comprometidos, con la finalidad de involucrar al mayor número de personas posibles en el mismo camino hacia el mejor manejo del problema de salud. En tal sentido, el objetivo de esta revisión es sistematizar la evidencia existente sobre experiencias y guías de manejo de cadáveres , y la importancia de la inclusión de aspectos socioculturales y éticos en planes de mitigación de la propagación de epidemias. MÉTODOS: Se realizó busquedas en Web Of Science y Scholar Google. Adicionalmente, se revisó manualmente los datos publicados por organismos internacionales (OMS OPS - CDC) y las guías o reportes de experiencias de los países afectados por COVID-19. Para los aspectos socioculturales y éticos, se muestra la experiencia de manejo de cadáveres en el brote de ebola entre los años 2014-2015 en África occidental. RESULTADOS: La OMS/OPS establece sus recomendaciones para el manejo del cuerpo en las instalaciones de atención de salud, aclarando ser éstas preliminares y sujetas a modificaciones a medida que se disponga de nueva evidencia. Además, deja en claro que, al momento no se conoce a ciencia cierta la historia natural de la enfermedad, incluyendo los mecanismos de transmisión, pero resalta el rol fundamental de los procedimientos generadores de aerosoles (PGA) en la diseminación de la enfermedad, pide evaluar el riesgo durante el proceso de cuidado mortuorio y hace hincapié de explicar de manera adecuada a la familia, respetando el contexto cultural de la comunidad local. CONCLUSIONES: La pandemia del COVID-19 ha obligado a organismos internacionales y a los diferentes países a tomar medidas para la prevención, diagnóstico, tratamiento y recuperación de los afectados, así como establecer procedimientos para el manejo de los fallecidos en este contexto. Tanto la OMS, OPS y CDC, nos brindan recomendaciones para el manejo de cadáveres por COVID-19, ya sea por entierro o cremación, sin indicar preferencia por alguno de los dos métodos. Al igual que el Perú, a nivel internacional, en base a las recomendaciones de OMS OPS y CDC, cada país ha generado sus propias directivas, recomendaciones, guías o documentos técnicos para el manejo de los fallecidos por COVID-19, cada uno con diversas particularidades que se han revisado en el presente documento. Se observa que los países afectados de América del Sur se adhieren a las recomendaciones dadas por la OMS/OPS. Sin embargo, las experiencias en otras realidades como Asia y Europa, nos indican que no existe un manejo estandarizado. Se evidencia la importancia del conocimiento sobre rituales y tradiciones de transiciones de la vida a la muerte en contextos de epidemia. Funerales y entierros cargados de dinámicas y simbolismos que cohesionan una sociedad pero que, a la vez, la ponen en riesgo dada la facilidad del contagio y propagación de la enfermedad a través de diversas interacciones humanas cotidianas y afectivas. Sin embargo, el rechazo y exterminio violento de estas prácticas en beneficio de la mitigación de epidemias podría ocasionar resultados adversos, generando barreras para el cumplimiento y desarrollo de los planes y estrategias para combatir la enfermedad. Guías, directivas sanitarias o cualquier tipo de documento oficial sobre el manejo de cadáveres, debe incluir aspectos socioculturales de la comunidad afectada y, el rol de los familiares y comunidad en dichos procesos. De lo contrario, la aceptación y uso de estas herramientas podrían no alcanzar los beneficios y resultados esperados. Por lo tanto, recoger y brindar información; entender y validar el conocimiento local y; dialogar con la comunidad debe ser un trabajo colectivo entre líderes locales y autoridades sanitarias con la finalidad de proponer alternativas y soluciones efectivas y sostenibles. Los hallazgos de esta revisión invitan a reflexionar sobre la necesidad de un enfoque holístico en contextos de epidemia y sus respuestas de mitigación con el objetivo fundamental de aliviar y no reforzar experiencias locales de inequidad económica, política y cultural.
Asunto(s)
Humanos , Autopsia/normas , Infecciones por Coronavirus/transmisión , Prácticas Mortuorias/normas , Perú , Evaluación de la Tecnología BiomédicaRESUMEN
INTRODUCCIÓN: El COVID-19 es una enfermedad nueva causada por el virus SARS-CoV-2 que ha provocado la actual declarada pandemia. Con respecto a la manera de transmisión del COVID-19, hasta la fecha, la evidencia indica que las principales vías de transmisión son: 1) de persona a persona a través de gotas respiratorias (transmisión directa), y 2) por contacto de superficies contaminadas (transmisión indirecta). La transmisión directa es mediante gotas respiratorias (de 5 a 10 micrómetros de diámetro) que pueden desplazarse desde una persona con síntomas respiratorios (durante la tos o el estornudo) a personas que se encuentran a menos de dos metros de distancia (usando como puerta de entrada la boca, nariz, ojos y posiblemente la inhalación). La transmisión indirecta ocurre cuando una persona entra en contacto con superficies que han sido contaminadas por una persona infectada (OMS 2020; CDC 2020). Adicionalmente, la transmisión podría ocurrir por la vía área mediante núcleos de gotas o aerosoles (menos de 5 micrómetros de diámetro) las cuales pueden permanecer suspendidas en el aire por un período prolongado de tiempo y desplazarse a mas de un metro de distancia. Esta transmisión podría ser posible durante procedimientos generadores de aerosoles (PGA) en ciertas circunstancias y lugares específicos (la OMS1, enlista los siguientes PGA: intubación endotraqueal, broncoscopía, aspiración abierta, administración de un fármaco por nebulización, ventilación manual antes de la intubación, giro del paciente a decúbito
Asunto(s)
Humanos , Equipos de Seguridad , Infecciones por Coronavirus/terapia , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en Salud , Intubación/métodosRESUMEN
GENERALIDADES: Objetivo y población: Objetivos del lineamiento clínico: Establecer criterios técnicos y procedimientos para el manejo de pacientes con indicación de quimioterapia y/o radioterapia, durante la pandemia por COVID-19. Brindar recomendaciones clínicas para el manejo de pacientes con indicación de quimioterapia y/o radioterapia en el marco de la pandemia por COVID-19. Población: Pacientes con cáncer con indicación de quimioterapia y/o radioterapia durante la pandemia por COVID-19. Usuarios y ámbito: Usuarios: Estas recomendaciones están dirigidas al personal de salud que participa en la atención de pacientes con cáncer que necesitan quimioterapia y/o radioterapia. Ámbito: El presente documento es de aplicación en todas las IPRESS de EsSalud, del ámbito nacional. MÉTODOS: Búsqueda y selección de protocolos, guías de práctica clínica y documentos técnicos prévios. El 28 de abril de 2020 se buscaron protocolos de manejo, guías de práctica clínica, y documentos técnicos que aborden recomendaciones clínicas para el manejo de pacientes con indicación de quimioterapia y/o radioterapia durante la pandemia por COVID-19, cuya versión a texto completo se encuentre en español o inglés. Los detalles de la búsqueda y selección de los documentos. Luego de eliminar los duplicados, se identificaron 13 documentos que abordaron recomendaciones clínicas para el manejo de pacientes con indicación de quimioterapia y/o radioterapia durante la pandemia por COVID-19. FORMULACIÓN DE LAS RECOMENDACIONES CLÍNICAS: Recomendaciones para la prevención de COVID-19. Recomendaciones para la detección de casos sospechosos de COVID-19. Recomendaciones para la priorización y decisión de tratamento. Recomendaciones para el manejo de pacientes con indicación de quimioterapia y/o radioterapia. Recomendaciones para el seguimiento oncológico de pacientes en tratamiento con quimioterapia y/o radioterapia.
Asunto(s)
Humanos , Infecciones por Coronavirus/epidemiología , Administración del Tratamiento Farmacológico/organización & administración , Neoplasias/terapia , Perú/epidemiología , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
GENERALIDADES: Objetivo y población de las recomendaciones clínicas: Objetivos de las recomendaciones clínicas: Brindar recomendaciones para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. Ámbito a la cual se aplicarán recomendaciones clínicas: Ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. Usuarios y ámbito de las recomendaciones clínicas: Usuarios de las recomendaciones: Estas recomendaciones están dirigidas a gerentes o directores de los establecimientos de salud, líderes de equipo de trabajo de salud y personal encargado de la limpieza y desinfección de ambientes, para prevenir problemas de infección por COVID-19. Ámbito de las recomendaciones clínicas: El presente documento es de aplicación en las IPRESS de las Redes Asistenciales, Redes Prestacionales y en los Órganos Prestadores Nacionales de EsSalud a nivel nacional. MÉTODOS: 1. Búsqueda y selección de protocolos, guías de práctica clínica y documentos técnicos prévios: El 22 de abril de 2020 se buscaron pautas, protocolos de manejo, y documentos técnicos que aborden procedimientos a seguir para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19, cuya versión a texto completo se encuentre en español o inglés. 2. Formulación de las recomendaciones. Para la formulación de las recomendaciones se revisaron pautas y protocolos encontrados que describieron más ampliamente los procedimientos a realizar para la desinfección de ambientes hospitalarios expuestos a COVID-19. Producto de ello se establecieron las recomendaciones. 3. Desarrollo de las recomendaciones: Persistencia del virus COVID-19 (coronavirus disease 2019). Alcances generales para la desinfección. Medidas de desinfección recurrente. Desinfección según área y condiciones del entorno hospitalário.
Asunto(s)
Humanos , Desinfección/métodos , Infecciones por Coronavirus/prevención & control , Hospitales/normas , Tareas del Hogar/métodos , Perú , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
GENERALIDADES: Objetivos: Brindar recomendaciones clínicas para la nutrición enteral de pacientes con infección por COVID-19 en unidades de cuidados intensivos. Población a la cual se aplicará el documento: Pacientes con infección por COVID-19 en unidades de cuidados intensivos. Usuarios del documento: Estas recomendaciones están dirigidas al personal de salud involucrado en la nutrición de pacientes con infección por COVID-19 en unidades de cuidados intensivos. MÉTODOS: El 11 de mayo de 2020 se buscó protocolos de manejo, guías de práctica clínica, y documentos técnicos que aborden recomendaciones clínicas para la nutrición enteral de pacientes con infección por COVID-19 en unidades de cuidados intensivos, cuya versión a texto completo se encuentre en español o inglês. Luego de eliminar los duplicados, se identificaron 4 documentos que abordaron el tema de interés. Posterior a ello, se procedió a evaluar y seleccionar los documentos que cumplan los siguientes criterios en su totalidad: El documento fue realizado por una institución o entidad reconocida, como entidades gubernamentales, sociedades médicas o similares. El documento aborda el tema de interés. DESARROLLO DE LOS LINEAMIENTOS: El presente documento propone recomendaciones clínicas para la nutrición enteral de pacientes con infección por COVID-19 en unidades de cuidados intensivos (UCI) en el seguro social del Perú (EsSalud). Para ello, se evaluará el tiempo para la provisión de nutrición enteral, suministro de la nutrición enteral, selección de la fórmula, dosis, monitoreo, consideraciones cuando el paciente adoptará una posición de pronación, y consideraciones en pacientes con oxigenación de membrana extracorpórea (ECMO). La indicación para el inicio de la suplementación nutricional debe ser indicada cuando la ingesta oral es aproximadamente menor al 60%.
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Humanos , Nutrición Enteral/instrumentación , Infecciones por Coronavirus/terapia , Unidades de Cuidados Intensivos/organización & administración , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
GENERALIDADES: Objetivo y población: Objetivo: Brindar recomendaciones para la realización de procedimientos endoscópicos gastrointestinales en el contexto de la pandemia COVID-19. Población: Pacientes adultos que acuden a las IPRESS de EsSalud, para la realización de un procedimiento endoscópico gastrointestinal durante el periodo de la pandemia COVID-19. Usuarios y ámbito: Usuarios: Estas recomendaciones están dirigidas al personal de salud que participa en los procedimientos endoscópicos gastrointestinales durante el periodo de la pandemia COVID-19. Ámbito: El presente documento es de aplicación en las IPRESS de EsSalud que realicen procedimientos endoscópicos gastrointestinales. MÉTODOS: a. Búsqueda y selección de protocolos, guías de práctica clínica y documentos técnicos prévios El 28 de abril de 2020 se buscó protocolos de manejo, guías de práctica clínica, y documentos técnicos que aborden la realización de procedimientos endoscópicos gastrointestinales durante el periodo de la pandemia COVID-19; cuya versión a texto completo se encuentre en español o inglés. Formulación de recomendaciones: Para la formulación de recomendaciones se revisaron los lineamientos propuestos por los protocolos encontrados que describieron ampliamente el tema a tratar, los cuales fueron adaptados para el contexto de EsSalud. Además, se tomó en cuenta las revisiones realizadas por IETSI (EsSalud) sobre el tema, así como otra información científica encontrada en búsquedas no sistemáticas o recomendadas por los expertos clínicos, para temas puntuales. DESARROLLO DE LAS RECOMENDACIONES: Para un mejor entendimiento, las recomendaciones en el presente documento serán agrupadas de acuerdo a las tres fases de un procedimiento endoscópico, es decir, pre, intra y post endoscopia:. Recomendaciones previas al procedimiento endoscópico. Recomendaciones durante el procedimiento endoscópico. Recomendaciones al finalizar el procedimiento endoscópico.
Asunto(s)
Humanos , Endoscopía Gastrointestinal/normas , Infecciones por Coronavirus/epidemiología , Equipo de Protección Personal/normas , Perú/epidemiología , Evaluación de la Tecnología Biomédica , Evaluación en SaludRESUMEN
INTRODUCCIÓN. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de COVID-19. Alrededor del mundo se han incorporado diversas estrategias para evitar la propagación de la enfermedad; así como para tratar a los pacientes que ya adquirieron la enfermedad. A pesar de las medidas establecidas, el número de casos sigue en aumento, lo cual se traduce en una mayor necesidad de recursos para tratar a dichos pacientes. Entre estos recursos se encuentran los ventiladores mecánicos, equipos necesarios para tratar a los pacientes con enfermedad respiratoria severa y que requieren de soporte ventilatorio, muchas veces prolongado. Ante el incremento sostenido de pacientes que requieren ventilación mecánica, la demanda de los ventiladores se ha incrementado; sin embargo la poca oferta y la coyuntura actual de adquisición de dichos equipos representan un problema para los establecimientos de salud. Ante esta problemática, algunos autores han sugerido modificar los equipos de anestesia para que puedan se