RESUMEN
Objetivo: Describir los hallazgos y el comportamiento de la ecografía con contraste en el estudio de los tumores uroteliales de vías superiores y evaluar su utilidad en el diagnóstico. Material y métodos: Se revisa la base de datos de nuestro hospital en un periodo de 45 meses para identificar los pacientes con diagnóstico de carcinoma urotelial de vías altas. Se revisan los hallazgos en la ecografía en modo B, ecografía con contraste (localización y valoración cualitativa de la intensidad y del lavado del realce) y se comparan con otras técnicas (tomografía computarizada o resonancia magnética) y con la pieza quirúrgica. Resultados: En el periodo revisado se encontraron 42 pacientes con diagnóstico de carcinoma urotelial de vías superiores confirmados con cirugía. Veintiocho (67%) pacientes tenían ecografía con contraste. La ecografía basal mostró hidronefrosis con o sin dilatación ureteral con ocupación por contenido ecogénico en cáliz renal (6), pelvis (10) o uréter (12). Tras la inyección de contraste se objetivó realce en el 100% de las lesiones, con intensidad similar a la cortical en 23 y menor en 5. Veinticuatro lesiones mostraron lavado precoz, antes que la cortical, entre los 40 y 55 segundos de la inyección. El diagnóstico fue correcto en 27 casos. La localización coincidió con la pieza histológica en 28 casos y 3 pacientes tenían focos de carcinoma distales adicionales. Conclusión: La ecografía con contraste es una técnica útil para el diagnóstico de tumor urotelial de vías altas que aumenta la confianza en el diagnóstico
Aim: To describe the findings and behaviour of contrast-enhanced ultrasound in the study of upper tract urothelial tumours and to assess its usefulness for diagnosis. Material and methods: We reviewed our hospital's database over a period of 45 months to identify patients diagnosed with upper tract urothelial carcinomas. We reviewed the findings on mode B-ultrasound, contrast-enhanced ultrasound (location and qualitative assessment of intensity and washout of enhancement), and made a comparison with other techniques (computed tomography or magnetic resonance), and with the surgical specimen. Results: We found 42 patients with a diagnosis of upper tract urothelial carcinoma confirmed with surgery over the period reviewed. Twenty-eight (67%) patients underwent contrast-enhanced ultrasound. Baseline ultrasound showed hydronephrosis with or without ureteral dilatation with echogenic content occupying the renal calyx (6), pelvis (10) or ureter (12). After injection of contrast, enhancement was noticed in 100% of the lesions, with similar intensity to the cortex in 23, and less in 5. Twenty-four lesions showed early washout, before the cortex, between 40 and 55seconds after the injection. The diagnosis was correct in 27 cases. Localisation coincided with the histological specimen in 28 cases, and 3 patients had additional distal carcinoma foci. Conclusion: Contrast-enhanced ultrasound is a useful technique for diagnosing upper tract urothelial tumours that increases confidence in the diagnosis