La
fractura por avulsión de la tuberosidad tibial es una
patología poco común. Es una
lesión característica de la infancia, con
afección directa a la fisis, que amerita un
diagnóstico oportuno y un
tratamiento óptimo a fin de evitar
complicaciones en el
crecimiento, la mayoría de ellas graves. Para este tipo de
lesión la
reducción abierta y fijación interna es el
tratamiento de elección; sin embargo, el
procedimiento quirúrgico es un
riesgo agregado al daño de la
lesión per se. Suelen tener una evolución satisfactoria con un adecuado
tratamiento y
rehabilitación. Tomando en cuenta la
baja incidencia de esta
patología, en el siguiente artículo reportamos el caso de un
paciente de 14 años con avulsión de tuberosidad tibial bilateal tipo II de Watson-Jones y tipo III de Watson-Jones, el abordaje
diagnóstico-terapéutico y el éxito obtenido a seis meses de
seguimiento; asimismo, realizamos una
revisión de la
literatura