RESUMO
Las roturas del aparato extensor de la rodilla en niños y adolescentes son lesiones poco frecuentes. Presentamos dos casos característicos de fractura en manguito del polo inferior de la rótula y del arrancamiento de la tuberosidad tibial anterior del tipo I en sendos adolescentes de 12 y 15 años. En la fractura en manguito la contribución de la resonancia magnética resultó decisiva en el diagnóstico, al identificar la extensión de la lesión cartilaginosa. En ambos casos, debido al grado de desplazamiento, los pacientes fueron intervenidos quirúrgicamente mediante reducción y fijación interna, encontrándose actualmente en seguimiento bajo tratamiento rehabilitador. Hay que diferenciar este tipo de lesiones agudas de las lesiones crónicas por tracción repetitiva que se producen dentro del mismo grupo de edad. La falta de reconocimiento de este tipo de fracturas conlleva un diagnóstico tardío pudiendo empeorar el pronóstico (AU)
Avulsion injuries are uncommon in children and adolescent. We report two characteristic cases of sleeve fracture at the inferior pole of the patella and type I avulsion fracture of tibial tuberosity in tow children of 12 and 15 years old. Magnetic resonance imaging was basic in sleeve fracture diagnosis because it demonstrated cartilaginous lesion extent. Treatment was performed in both cases by open reduction and internal fixation due to the grade of siplacemente. At present they are under rehabilitation program. It´s mandatory to identify this kind of acute traumatic injuries from chronic traction lesions in the same age group. Lack of recognition could carry late diagnosis and make worse prognosis (AU)
Assuntos
Humanos , Masculino , Criança , Adolescente , Traumatismos do Joelho/diagnóstico , Patela/lesões , Futebol/lesões , Acidentes por Quedas , Traumatismos do Joelho , Traumatismos do Joelho/cirurgia , Espectroscopia de Ressonância Magnética , AcidentesRESUMO
Objetivo: Determinar la pérdida hemática propia de cada tipo de fractura de cadera.Material y Metodos: 288 mayores de 65 años con fractura de cadera, 55 hombres (19 por ciento) y 233 mujeres (81 por ciento), con una edad media de 80,3 años. Se valoró y comparó la caída de la hemoglobina y el hematocrito entre su ingreso y las 48 horas según el tipo de fractura, así como las unidades de sangre transfundidas tras la segunda analítica.Resultados: La diferencia media entre el hematocrito inicial y el de las 48 horas fue de 4,9 puntos porcentuales, y la de la hemoglobina de 2,6 g/dl. La media de unidades de sangre transfundidas fue de 0,4. Los tipos de fractura más afectados por el descenso de la hemoglobina y el hematocrito fueron las pertrocantéreas A23 y A33. No existieron diferencias significativas entre los diferentes tipos de fracturas pertrocantéreas, ni de éstas con las subtrocantéreas. Sí entre las fracturas subcapitales desplazadas y no desplazadas (p = 0,02 para el hematocrito y p = 0,01 para la hemoglobina), y entre las fracturas subcapitales no desplazadas y cada tipo de pertrocantéreas y las subtrocantéreas. También entre las subcapitales desplazadas y las pertrocantéreas A23, A33 y las subtrocantéreas. Las fracturas que precisaron más transfusión a las 48 horas fueron la A23 y la A33.Conclusiones: Las fracturas subcapitales desplazadas, las fracturas pertrocantéreas y las subtrocantéreas, producen una disminución de la hemoglobina y el hematocrito significativamente mayor que las subcapitales no desplazadas. Las pertrocantéreas A23 y A33 y las subtrocantéreas producen un descenso del hematocrito y la hemoglobina significativamente mayor que las subcapitales desplazadas (AU)