الملخص
Se presenta un hombre de 45 años etilista crónico portador asintomático de un gran aneurisma de la arteria hepática que fue operado en forma programada. El aneurisma fue resecado y se reemplazó el segmento arterial con vena safena interna. El paciente evolucionó sin complicaciones siendo dado de alta 7 días dsespués de la cirugía. Antiguamente los aneurismas de la arteria hepática tenían una mortalidad muy elevada. Esto obedecía a que por su escasa frecuencia no se pensaba en ellos hasta el momento en que se producía una complicación y casi siempre eran descubiertos en la mesa de autopsias. Podría decirse que era una patología de evolución maligna. En la actualidad, con la ecografía abdominal y la angiografia resulta posible localizar el aneurisma y tratarlo en forma programada. Esto ha provocado un cambio evidente en el pronóstico tan desfavorable.