RÉSUMÉ
Resumen Introducción: Los gramnegativos continúan siendo los causantes de infecciones asociadas a la atención a la salud (IAAS). Material y métodos:: Analizamos la resistencia antimicrobiana de patógenos durante el 2013 vs. 2018 y lo comparamos con lo publicado en 2006 vs. 2012. Resultados: Identificamos nueve patógenos gramnegativos, de un total de 404 aislamientos, con una prevalencia en 2013 (N = 227 [0.22]) vs. 2018 (N = 177 [0.17]) y una incidencia por egresos (6,607 en el 2013 y 7,778 en el 2018) del 3.4 y 2.2% respectivamente. Destacaron tres patógenos: Klebsiella pneumoniae (129 [31.93%]), Pseudomonas aeruginosa (85 [21.03%]) y Escherichia coli (80 [19.80%]). Estos, llamados patógenos ESKAPE-E, prevalecieron como causantes de IAAS. Identificamos un aumento en los patrones de resistencia para muchos patógenos en 2018. Conclusión: La multirresistencia a patógenos ESKAPE-E es un serio problema de salud pública, por carecer de alternativas terapéuticas para enfrentar este reto. Los mapas de resistencia bacteriana ayudan en la prescripción antibiótica.
Abstract Background: Gram-negatives continue to be the cause of infections associated with health care (HCAI). Material and methods: We analyzed the antimicrobial resistance of pathogens during 2013 vs. 2018 and we compare it with what was published in 2006 vs. 2012. Results: We identified 9 gram-negative pathogens, out of a total of 404 isolates, with a prevalence in 2013 (N = 227 [0.22]) vs. 2018 (N = 177 [0.17]) and an incidence due to discharges (6,607 in 2013 and 7,778 in 2018) of 3.4 and 2.2%, respectively.Three pathogens stood out Klebsiella pneumoniae (129 [31.93%]), Pseudomonas aeruginosa (85 [21.03%]) and Escherichia coli (80 [19.80%]). These, called ESKAPE-E pathogens, prevailed as the cause of HCAI. We identified an increase in resistance patterns for many pathogens in 2018. Conclusion: Multi-resistance to ESKAPE-E pathogens is a serious public health problem, due to the lack of therapeutic alternatives to face this challenge. Bacterial resistance maps help in antibiotic prescription.
RÉSUMÉ
Resumen Introducción: Aunque en la mayoría de los casos la infección por el virus del Zika (ZIKV) causa enfermedad febril sin complicaciones, en mujeres embarazadas es causa reconocida de alteraciones congénitas y muerte fetal. La microcefalia es la característica descrita con mayor frecuencia en el síndrome congénito por este virus. Caso clínico: Paciente de sexo femenino de 23 años de edad que cursaba la novena semana de gestación (SDG) por la fecha de la última menstruación y la 10.3 SDG por ultrasonido. Acudió a los servicios de salud por presentar un cuadro clínico compatible con infección por el ZIKV, la cual se confirmó por estudios de laboratorio. A las 18.6 SDG se documentó feto único sin movimientos, con datos de microcefalia, tórax con área cardiaca sin actividad, placenta corporal anterior con calcificación en el 30% e imagen probable de lago venoso versus quiste placentario. La paciente ingresó en urgencias por aborto diferido. Se indujo el trabajo de parto y se obtuvo por vía vaginal un producto masculino de 80 g, con perímetro cefálico de 9 cm. El análisis del cordón umbilical por la reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa confirmó el diagnóstico de síndrome congénito por ZIKV. Conclusiones: Durante el embarazo debe sospecharse la infección por ZIKV para realizar un diagnóstico oportuno y ofrecer una atención integral. La pérdida del producto de la concepción en estas pacientes se ha documentado, y se ha encontrado ARN del ZIKV en las biopsias de las vellosidades coriónicas, lo que podría sugerir el aborto espontáneo de manera temprana durante la viremia.
Abstract Background: Although in most cases Zika is an uncomplicated febrile disease, in pregnant women is a recognized cause of congenital disorders. Microcephaly is the characteristic most frequently described in the congenital Zika virus syndrome, and the diagnosis requires laboratory confirmation. Case report: A 23-year-old female on the ninth week of pregnancy by date of last menstrual period and 10.3 weeks by ultrasound, attended to Health Services, presenting clinical manifestations of Zika infection, which was later confirmed by laboratory tests. In her 18.6 weeks of pregnancy, a non-mobile single fetus was documented. Additional findings were microcephaly, lack of thorax with cardiac activity, anterior corporal placenta with 30% calcification, and an image of probable venous lake versus placental cyst. She was admitted to the emergency room for late abortion and labor was induced, obtaining an 80 g male product with head circumference of 9 cm. Reverse transcription polymerase chain reaction analysis on the umbilical cord was positive for Zika virus. Conclusions: Zika infection during pregnancy must be suspected and diagnosed promptly to offer comprehensive care. The loss of conception in these patients has been documented with results of chorionic villus biopsies, finding Zika virus RNA and suggesting spontaneous abortion early during viremia.
Sujet(s)
Femelle , Humains , Grossesse , Jeune adulte , Complications infectieuses de la grossesse/virologie , Avortement spontané/virologie , Infection par le virus Zika/complications , Microcéphalie/virologie , Complications infectieuses de la grossesse/diagnostic , Virus Zika/isolement et purification , Infection par le virus Zika/diagnosticRÉSUMÉ
Introducción. Se presenta la descripción de un brote de bacteriemia y colonización gastrointestinal nosocornial por Serratia marcescens en una Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal (UCIN) de un hospital de tercer nivel. Material y métodos. El período epidémico fue considerado del 17 de mayo al 17 de junio de 2006. Se definió como caso a cualquier paciente con cultivo positivo para S. marcescens durante el período epidémico, ya que no se había identificado ningún cultivo positivo para esta bacteria en 6 meses de período pre-epidémico. Para identificar factores de riesgo de desarrollo de infección/colonización por S. mareescens, se compararon los casos con pacientes controles, definidos como aquéllos expuestos durante el período del brote sin aislamiento de esta bacteria. Todos los aislamientos de microorganismos fueron genotipificados por restricción con endonucleasa y electroforesis en gel por campos pulsados (PFGE). Resultados. Durante el período epidémico se identificaron 7 pacientes con cultivos positivos para S. marcescens y 12 controles. El paciente índice tuvo hemocultivo positivo y cuadro clínico de bacteriemia nosocomial, seguido por un caso de ventriculitis con cultivo positivo para S. marcescens en líquido cefalorraquídeo. Los otros 5 casos tuvieron aislamiento de S. marcescens en coprocultivos. Los cultivos de soluciones intravenosas y superficies inanimadas fueron negativos. El análisis univariado demostró que los pacientes con infección/colonización por S. marcescens tuvieron una estancia hospitalaria más prolongada (52 vs 27.9 días, P < 0.05), mayor frecuencia de alimentación enteral y presencia de sonda orogástrica al compararse con los controles. El patrón de PFGE fue idéntico en todos los aislamientos de S. mareescens. El reforzamiento de precauciones de contacto, incluyendo lavado de manos, además de cierre temporal de la UCIN, controló el problema de brote. Conclusión. El análisis epidemiológico complementado con técnicas de epidemiología molecular en este estudio aporta evidencia de un brote de 2 casos de bacteriemia nosocomial por transmisión cruzada de S. marcescens a través de un reservorio gastrointestinal. Estos hallazgos confirman la importancia que tienen las medidas de precauciones de contacto como el lavado de manos en el manejo de pacientes de la UCIN para prevenir infecciones nosocomiales y control de brotes.
Introduction. We investigated an outbreak of Serratia marcescens bloodstream infection (BSI)/colonization in patients from a Neonatal Intensive Care Unit (NICU) in a tertiary care pediatric Hospital. Material and methods. May 17 through June 17, 2006 was considered as the study period. A case was defined as any patient with S. marcescens-positive culture in the NICU during the outbreak period because no S. marcescens was identified in this area within 6 month of pre-epidemic period. To identify risk factors we compared patients with S. marcescens positive-cultures with controls exposed to the cases during the outbreak period without positive cultures. Genotyping of all S. marcescens isolates were evaluated by restriction endonuclease and pulsed-field gel electrophoresis (PFGE). Results. Seven S. marcescens positive cultures were identified; the index case had a positive blood culture with diagnosis of BSI, followed by a patient with CSF positive culture with diagnosis of ventriculitis and BSI. The remaining 5 cases had concurrent S. marcescens isolates from stool cultures (colonization). Environmental cultures (water, IV solutions and inanimate surfaces) were negative for these bacteria. According to univariate analysis, patients with S. marcescens stayed in the NICU longer than controls (52 vs 27.9 days, P < 0.05), they were more likely to have an orogastric tube in place and to receive enteral nutrition. All the S. marcescens had an identical pattern of PFGE analysis. Contact precaution, including hand washing, was reinforced in addition to temporary closing of the NICU in order to control the outbreak. Conclusions. This outbreak of S. marcescens was studied using epidemiological analysis and molecular biology techniques, confirming cross-transmission between cases associated to a possible gastrointestinal reservoir. Our findings underscore the importance of hand hygiene and other contact precaution methods in hospital settings, such as NICU.