RÉSUMÉ
Introducción El implante valvular aórtico percutáneo es una opción terapéutica cada vez más utilizada en pacientes en los que se descarta la cirugía. A pesar de que las alteraciones agudas de la conducción son una de las complicaciones más frecuentes, su significado clínico y electrocardiográfico no es del todo claro. Objetivos Determinar las implicaciones pronósticas del desarrollo de alteraciones agudas de la conducción luego del implante valvular aórtico percutáneo. Resultados Entre marzo de 2009 y febrero de 2012 se incluyeron para el análisis 47 pacientes; de ellos, 30 (63%) presentaron alteraciones agudas de la conducción: 19 pacientes solo bloqueo completo de rama izquierda (BCRI), 9 pacientes solo bloqueo auriculoventricular completo (BAVC) y 2 pacientes presentaron ambos trastornos, los que totalizaron 21 BCRI y 11 BAVC. A 12 (25%) se les implantó un marcapasos definitivo previo al alta: en 11 por BAVC y en 1 por BCRI agudo más fibrilación auricular. En solo un paciente el BAVC revirtió en hemodinamia. Los pacientes que persistieron con BAVC posintervención presentaron una media de estimulación ventricular en la intervalometría al mes del 90%, mientras que en el paciente con BAVC que revirtió en hemodinamia fue de solo el 3% y en el paciente con BCRI más fibrilación auricular fue < 10%. La incidencia de insuficiencia cardíaca en el posoperatorio fue mayor en los pacientes con alteraciones agudas de la conducción (p = 0,007), al igual que la estadía hospitalaria (p = 0,045). En el seguimiento no hubo diferencias en la tasa de reinternación ni en la mortalidad. Conclusiones En el presente estudio el desarrollo de alteraciones agudas de la conducción mostró un aumento en la incidencia de insuficiencia cardíaca y en los días de internación, sin incremento en la tasa de otros eventos mayores. La colocación de un marcapasos definitivo luego del BAVC podría realizarse en forma inmediata, ya que el trastorno generalmente es irreversible.
Introduction The indication of transcatheter aortic valve implantation in patients considered not suitable candidates for surgery is increasing. Despite acute disorders of the conduction system are common complications, their clinical and electrocardiographic significance is not completely clear. Objectives To determine whether acute disorders of the conduction system after transcatheter aortic valve implantation has prognostic implications. Results Between March 2009 and February 2012, 47 patients were included in the analysis. Thirty patients (63%) had acute disorders of the conduction system: 19 patients presented isolated complete left bundle branch block (LBBB), 9 patients isolated complete atrioventricular block (CAVB), and 2 patients both conduction disorders, with a total of 21 LBBBs and 11 CAVBs. A definite pacemaker was implanted in 12 patients (25%) before discharge: in 11 due to CAVB and in 1 due to acute LBBB plus atrial fibrillation. Complete AVB reverted in the catheterization laboratory in only one patient. At one month, average ventricular pacing was 90% in patients with persistent CAVB after the intervention, only 3% in the only patient in whom CAVB reverted at the catheterization laboratory and < 10% in the patient with LBB plus atrial fibrillation. The incidence of postoperative heart failure and hospital stay was greater in patients with acute disorders of the conduction system (p = 0.007 and p = 0.045, respectively). There were no differences in new hospitalizations and mortality during follow-up. Conclusions In this study, the development of acute disorders of the conduction system was associated with increased incidence of heart failure and hospital stay but not with the incidence of major events. A definite pacemaker could be implanted immediately after CAVB develops as the conduction disorder is generally irreversible.
RÉSUMÉ
Introducción El número de pacientes ancianos que requieren cirugía cardíaca por estenosis aórtica degenerativa ha ido en aumento en las últimas décadas; no obstante, a muchos de ellos se les contraindica por el solo hecho de su edad avanzada. Para evaluar si en nuestro país la cirugía en este grupo etario continúa siendo una opción válida, es necesario conocer los resultados quirúrgicos, las complicaciones y la percepción de calidad de vida ganada por parte de los pacientes, datos que son escasos en la bibliografía argentina. Objetivos Comunicar la experiencia de un centro en la cirugía de reemplazo valvular aórtico en octogenarios y su seguimiento a mediano plazo. Material y métodos Desde enero de 2005 a diciembre de 2010, 96 pacientes consecutivos mayores de 80 años portadores de estenosis valvular aórtica grave degenerativa fueron sometidos a cirugía de reemplazo valvular asociada o no con revascularización miocárdica en el Hospital Universitario Fundación Favaloro. Los datos se obtuvieron en forma retrospectiva y se compararon ambas poblaciones en términos de morbimortalidad. Se realizó un seguimiento de los pacientes para análisis de calidad de vida a través de entrevistas personales y telefónicas. Resultados La edad de la población fue de 82 ± 2 años, el 54% de sexo masculino. El síntoma más común fue la disnea de esfuerzo, presente en el 84% de los pacientes. En 84 pacientes (77%) se halló algún grado de disfunción renal previa. Según el EuroSCORE aditivo, el 78,1% fueron pacientes de riesgo alto y el 17,7% de riesgo muy alto. Se les realizó reemplazo valvular aórtico aislado a 55 pacientes (grupo I) y asociado con revascularización miocárdica a los 41 restantes (grupo II). La mortalidad total a los 30 días fue del 7,3%, 3,6% en el grupo I y 12,2% en el grupo II (ns). Teniendo en cuenta las cirugías electivas, estas cifras descienden a 5,3%, 4,3% y 6,9%, respectivamente (ns). Durante el seguimiento a 6 años se registró una mortalidad acumulativa del 14%. En el seguimiento, el 94% se encontraba en CF I-II de la NYHA y el 88% no debió reinternarse por causa cardiovascular. Conclusiones La cirugía de reemplazo valvular aórtico en pacientes octogenarios, asociada o no con revascularización miocárdica, realizada en un centro con experiencia y en forma electiva es un procedimiento con buenos resultados a corto y a mediano plazos, por lo que no debería contraindicarse teniendo en cuenta en forma aislada la edad o el puntaje de riesgo prequirúrgico.
Introduction Over the last decades the number of elderly patients requiring cardiac surgery due to degenerative aortic stenosis has consistently increased. However, this intervention is contraindicated in many of these patients due to their advanced age. To assess whether in our country this type of surgery is still a valid option, it is necessary to know the surgical results, complications and quality of life gained perceived by the patients, data which are scarce in the Argentine literature. Objectives The aim of this study was to communicate the experience of a center on aortic valve replacement in octogenarian patients and their mid-term follow-up. Methods From January 2005 to December 2010, 96 consecutive patients older than 80 years with degenerative severe aortic stenosis, underwent aortic valve replacement associated or not with coronary artery bypass grafting at the Hospital Universitario Fundación Favaloro. Retrospective morbidity and mortality data were compared between both populations. Follow-up to analyse quality of life was made through personal and telephone interviews. Results Mean age was 82±2 years and 54% were men. Exercise dyspnea was the most common symptom present in 84% of the study population. Eighty-four patients (77%) presented with some degree of previous renal dysfunction. According to the additive EuroSCORE, 78.1% of patients were at high and 17.7% at very high surgical risk. Isolated aortic valve replacement was performed in 55 patients (group I) and combined with coronary artery bypass grafting in the remaining 41 (group II). Overall 30-day mortality was 7.3%, 3.6% in group I and 12.2% in group II (ns). Taking into account elective surgeries, these percentages were reduced to 5.3%, 4.3% and 6.9%, respectively (ns). During the 6-year follow-up, cumulative mortality was 14%. At follow-up, 94% of patients were in FC I-II of the NYHA classification and 88% were not readmitted for a cardiovascular cause. Conclusions ...