RESUMO
Antecedentes: La perforación esofágica es un cuadro grave, de diagnóstico generalmente difícil, con tratamiento controvertido y potencialmente letal, pues su mortalidad oscila entre el 10 y 46 por ciento. Objetivo: Presentar técnicas más convenientes para el tratamiento. Método: Se realizó tratamiento expectante en 7 pacientes y en el resto se indicaron distintos métodos quirúrgicos. Población: Se presentan 7 casos por perforación y 2 por barotrauma. El 48,7 por ciento de los casos correspondieron al sector cervical, el 38,4 por ciento al torácico y el 12,8 por ciento al abdominal. Resultados: En la serie, los traumatismos no instrumentales tuvieron una incidencia del 56,4 por ciento mientras que los instrumentales fue del 43,6 por ciento. La mortalidad global de la serie fue del 20,5 por ciento, siendo el 10,5 por ciento en el sector cervical, 26,6 por ciento en el torácico y 40 por ciento en el abdominal. Hubo diferencia significativa cuando el tratamiento fue instaurado antes de las 24 horas (4,3 por ciento) y después de ese lapso (47,7 por ciento) así como entre la terapéutica expectante (22,2 por ciento) y la intervencionista (17,4 por ciento). Conclusiones: Al analizar las diferentes variables situacionales, se observa que la edad, el sector comprometido, el retraso diagnóstico, la enfermedad esofágica subyacente y el método terapéutico son los factores que gravitan ostensiblemente en el pronóstico de esta grave complicación. Se enfatiza en algunas sugerencias de prevención, en ciertos aspectos psicológicos y se destaca a la resección total del esófago previamente enfermo por su aceptable tolerancia