RESUMO
INTRODUCTION: Between 1999-2007, the U.S. deported 4.8 million migrants to Mexico; of these, 1.1 million migrants were deported to the border city of Tijuana, Baja California. Deportees are often returned to unfamiliar communities where they may experience emotional and socioeconomic stressors that may raise their risk for engaging in unsafe behaviors. OBJECTIVE: This exploratory study describes adaptation to the post-deportation environment among Mexican-born injection drug-using women. METHOD: In 2008, we conducted qualitative interviews in Tijuana with 12 women reporting U.S. deportation. Our analytic framework focused on acculturation stress, adaptation and social capital in relation to HIV risk, considering a gender perspective. RESULTS: We found that the stress caused by the deportation experience and acclimating to the post-deportation community may have contributed to the women's participation in high-risk HIV behaviors (e.g., unprotected sex, sex work). Female deportees reported limited access to post-deportation social capital resources (e.g., social support, healthy social networks). Social factors (e.g., discrimination, lack of a government identification) challenged women's resettlement and likely contributed to economic and health vulnerabilities. DISCUSSION AND CONCLUSION: These preliminary findings suggest that deportees may benefit from organized services at repatriation, including mental health screening. Macro-level interventions that address stigma and facilitate deportees' economic integration may help stem engagement in risk behaviors.
INTRODUCCIÓN: Entre 1999-2007, EE.UU. deportó a 4.8 millones de migrantes a México; de éstos, 1.1 millones fueron deportados a la ciudad fronteriza de Tijuana, B.C. Los deportados a menudo son devueltos a comunidades desconocidas donde pueden experimentar factores estresantes, emocionales y económicos, que pueden aumentar la probabilidad de involucrarse en conductas de riesgo. OBJETIVO: Este estudio exploratorio describe las experiencias de mujeres mexicanas que se inyectan drogas en su proceso de adaptación y su ambiente posterior a su deportación. MÉTODO: En 2008, se realizaron entrevistas cualitativas en Tijuana a 12 mujeres deportadas de EE.UU. El marco teórico utilizado para el análisis de las entrevistas fue el estrés aculturativo y el capital social relacionado con el riesgo para adquirir VIH tomando en cuenta la perspectiva de género. RESULTADOS: Encontramos que la experiencia del estrés aculturativo causado por la deportación de las mujeres entrevistadas pudo condicionar su participación en conductas de alto riesgo para VIH (ejemplo: sexo sin protección, trabajo sexual). Las mujeres reportaron posteriormente, a su deportación un acceso limitado para apoyo social y redes sociales sanas. La discriminación o la falta de una identificación oficial desafiaron el reasentamiento de las mujeres y probablemente contribuyeron a sus vulnerabilidades económicas y de salud. DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN: Estos resultados preliminares sugieren que los deportados podrían beneficiarse de los servicios organizados de repatriación, incluidos los exámenes de salud mental. Intervenciones a nivel macro que aborden el estigma y faciliten la integración económica de los deportados podrían ayudar a impedir su participación en conductas de riesgo.