Barreras y facilitadores para la formulación de políticas públicas que regulan los ambientes alimentarios obesogénicos: revisión de la literatura / Barriers and facilitators to policymaking public policies that regulate obesogenic food environments: review of the literature

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: Los ambientes alimentarios determinan en gran medida el comportamiento alimentario de la población, por lo que se asocian a la epidemia de obesidad. Es responsabilidad de los Estados formular e implementar políticas para intervenir los ambientes alimentarios obesogénicos. El éxito de las políticas dependerá de factores que actúan como barreras o facilitadores. OBJETIVO: Identificar las barreras y facilitadores que se presentan al formular e implementar políticas públicas que aborden los ambientes alimentarios obesogénicos. MATERIAL Y MÉTODO: Estudio secundario en base a revisión narrativa. La identificación, tamizaje y selección de los artículos publicados se guio por el diagrama PRISMA. Para la identificación se recurrió a las bases de datos electrónicas PubMed, Scielo, Scopus y Web of Science (WOS), ingresando campos de búsqueda y palabras clave. En el tamizaje se eliminaron los duplicados y se aplicaron criterios de inclusión. La calidad metodológica de los estudios elegibles se evaluó con el protocolo CASPe. RESULTADOS: Se revisaron estudios cualitativos que usaron entrevistas a actores claves. Las barreras identificadas para el proceso de formulación de políticas de ambientes alimentarios obesogénicos son el impacto económico negativo, falta de evidencia científica sobre la efectividad de las políticas, influencia de la industria alimentaria, debilidades de coordinación y cooperación técnica. Los facilitadores identificados son el compromiso político de los Estados con las agencias internacionales, enfoque de trabajo conjunto con la industria alimentaria y el apoyo académico. CONCLUSIÓN: La formulación de políticas para intervenir ambientes alimentarios obesogénicos está especialmente limitada por la industria alimentaria. Es relevante generar evidencia científica del impacto que, las regulaciones implementadas, han tenido en los factores económicos y sobre la salud de la población. La colaboración entre gobiernos e industria alimentaria, podría derivar políticas que, además de impactar positivamente la salud de la población, sean una oportunidad para el sector privado y la generación de empleo.

ABSTRACT

INTRODUCTION: Food environments largely determine the eating behavior of the population, which is why they are associated with the obesity epidemic. It is the responsibility of States to formulate and implement policies to intervene in obesogenic food environments. The success of the policies will depend on factors that act as barriers or facilitators. OBJECTIVE: To identify the barriers and facilitators for the formulation and implementation of public policies that address obesogenic food environments. MATERIAL AND METHOD: Secondary study based on narrative review. The identification, screening and selection of published articles was guided by the PRISMA diagram. For the identification, the electronic databases PubMed, Scielo, Scopus and Web of Science (WOS) were used, entering search fields and keywords. In the screening, duplicates were eliminated and inclusion criteria were applied. The methodological quality of eligible studies was assessed using the CASPe protocol. RESULTS: Qualitative studies that used interviews with key actors were reviewed. The barriers identified for the process of formulating policies on obesogenic food environments are the negative economic impact, lack of scientific evidence on the effectiveness of policies, influence of the food industry, weaknesses in coordination and technical cooperation. The identified facilitators are the political commitment of the States with international agencies, a joint work approach with the food industry and academic support. CONCLUSION: Policymaking to intervene in obesogenic food environments is especially limited by the food industry. It is relevant to generate scientific evidence of the impact that the implemented regulations have had on economic factors and on the health of the population. Collaboration between governments and the food industry could derive policies that, in addition to having a positive impact on the health of the population, would mean an opportunity for the private sector and the generation of employment.