ABSTRACT
OBJECTIVE: Post-traumatic stress disorder and depression have high comorbidity. Understanding their relationship is of clinical and theoretical importance. A comprehensive way to understand post-trauma psychopathology is through symptom trajectories. This study aims to look at the developmental courses of PTSD and depression symptoms and their interrelationship in the initial months post-trauma in children and adolescents. METHODS: Two-hundred-and-seventeen children and adolescents aged between eight and 17 exposed to single-event trauma were included in the study. Post-traumatic stress symptoms (PTSS) and depression symptoms were measured at 2 weeks, 2 months and 9 months, with further psychological variables measured at the 2-week assessment. Group-based trajectory modelling (GBTM) was applied to estimate the latent developmental clusters of the two outcomes. Logistic regression was used to identify predictors associated with high symptom groups. RESULTS: The GBTM yielded a three-group model for PTSS and a three-group model for depression. PTSS trajectories showed symptoms reduced to a non-clinical level by 9 months for all participants (if they were not already in the non-clinical range): participants were observed to be resilient (42.4%) or recovered within 2 months (35.6%), while 21.9% experienced high level PTSS but recovered by 9 months post-trauma. The depression symptom trajectories predicted a chronic non-recovery group (20.1%) and two mild symptom groups (45.9%, 34.0%). Further analysis showed high synchronicity between PTSS and depression groups. Peri-event panic, negative appraisals, rumination and thought suppression at 2 weeks predicted slow recovery from PTSS. Pre-trauma wellbeing, post-trauma anxiety and negative appraisals predicted chronic depression. CONCLUSIONS: Post-trauma depression was more persistent than PTSS at 9 months in the sampled population. Cognitive appraisal was the shared risk factor to high symptom groups of both PTSS and depression.
Objetivo: El trastorno de estrés postraumático y la depresión tienen una alta comorbilidad. Comprender su relación es de importancia clínica y teórica. Una forma integral de comprender la psicopatología postraumática es a través de las trayectorias de los síntomas. Este estudio tiene como objetivo observar los cursos de desarrollo del TEPT y los síntomas de depresión y su interrelación en los primeros meses posteriores al trauma en niños/ñas y adolescentes.Métodos: Se incluyeron en el estudio 217 niños/ñas y adolescentes de ocho a diecisiete años expuestos a un evento traumático único. Los síntomas de estrés postraumático (SEPT) y los síntomas de depresión se midieron a las 2 semanas, 2 meses y 9 meses, con otras variables psicológicas medidas en la evaluación de 2 semanas. Se aplicó un modelo de trayectoria basado en grupos (MTBG) para estimar los grupos de desarrollo latentes de los dos resultados. Se utilizó la regresión logística para identificar predictores asociados con grupos de síntomas elevados.Resultados: El MTBG arrojó un modelo de tres grupos para SEPT y un modelo de tres grupos para depresión. Las trayectorias de SEPT mostraron síntomas reducidos a un nivel no clínico en 9 meses para todos los participantes (si ellos aún no estaban en el rango no clínico): se observó que los participantes eran resilientes (42,4%) o se recuperaron en 2 meses (35,6%), mientras que el 21,9% experimentó un SEPT de alto nivel pero se recuperó a los 9 meses después del trauma. Las trayectorias de los síntomas de depresión predijeron un grupo crónico de no-recuperación (20,1%) y dos grupos de síntomas leves (45,9%, 34,0%). Un análisis posterior mostró una alta sincronicidad entre los grupos de SEPT y depresión. El pánico peri-evento, las evaluaciones negativas, la rumiación y la supresión del pensamiento a las 2 semanas predijeron una recuperación lenta del SEPT. El bienestar pre-traumático, la ansiedad post-traumática y las valoraciones negativas predijeron la depresión crónica.Conclusiones: La depresión post-traumática fue más persistente que el SEPT a los 9 meses en la población muestreada. La evaluación cognitiva fue el factor de riesgo compartido para los grupos de síntomas altos tanto de SEPT como de depresión.