ABSTRACT
En muchas ocasiones, los pacientes con cáncer no expresan su dolor por miedo a que el médico desvíe su atención hacia este síntoma, en lugar de centrarse en el tratamiento de su enfermedad principal. No obstante, el paciente debe saber que el tratamiento de su dolor no solo no interfiere con la terapia curativa, sino que colabora con ella. Entre los enfermos, es habitual el temor a que el avance de la enfermedad les lleve a situaciones de sufrimiento insostenible que supere todas las posibilidades médicas, pero es nuestro deber ayudarles a ser conscientes de que la medicina ofrece un abanico de terapias capaces de aliviar su dolor y evitar su sufrimiento. Este conocimiento es esencial para aumentar su confianza en el tratamiento y mejorar la relación médico-paciente. Frente a este desafío, SECPAL (Sociedad Española de Cuidados Paliativos), SED (Sociedad Española del Dolor), SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) y SEOR (Sociedad Española de Oncología Radioterápica) unen sus esfuerzos y crean ALIADO (Alianza Contra el Dolor Oncológico), un grupo de trabajo interdisciplinario que nace con el objetivo de concienciar e implicar a todo el colectivo médico en la necesidad de mejorar la calidad de vida del paciente con dolor oncológico. La primera iniciativa de ALIADO en este sentido es la elaboración del Código de buena praxis para el tratamiento del dolor oncológico, que pretende contribuir al avance en el conocimiento y el manejo de estos pacientes (AU)
Patients with cancer often fail to talk about their pain fearing that their doctor might draw his or her attention to that symptom rather than focus on the management of their underlying disease. However, patients should know that pain management will not interfere with their curative therapy but will supplement it. Fear that the advancing disease will lead to unbearable suffering situations beyond medical possibilities is common among patients, and it is our duty to help them become aware tha medicine offers a number of therapies that actually can suppress pain and relieve suffering. This awareness is key to increase trust in therapy and improve doctor-patient relationships. Facing this challenge SECPAL (Sociedad Española de Cuidados Paliativos), SED (Sociedad Española del Dolor), SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), and SEOR (Sociedad Española de Oncología Radioterápica) unite in a joint venture to create ALIADO (Alianza Contra el Dolor Oncológico), an interdisciplinary work team emerging with the goal of raising awareness and involvement among health providers regarding the need for quality of life improvement in cancer patients with pain. In this respect, ALIADO's first initiative is the development of a good practice code for the management of cancer pain in an attempt to contribute to the further understanding and management of these patients (AU)
Subject(s)
Humans , Chronic Pain/drug therapy , Pain Management/ethics , Neoplasms/complications , Analgesics, Opioid/therapeutic use , Fentanyl/therapeutic use , Analgesia/methods , Physician-Patient Relations/ethicsABSTRACT
Objetivos: Desarrollar unos estándares de calidad asistencial y un catálogo de procedimientos para las unidades de dolor crónico. Material y métodos: Un comité científico, formado por 6 expertos en el tratamiento del dolor crónico, seleccionó después de una revisión sistemática de la bibliografía un conjunto de 130 criterios de calidad asistencial y 80 procedimientos. Posteriormente, siguiendo la metodología Delphi, un panel formado por el propio comité científico y otros 12 expertos introdujo 4 criterios y 5 procedimientos adicionales, y valoró su grado de acuerdo sobre cada uno de los 134 criterios, y el grado de prioridad de los 85 procedimientos seleccionados. Resultados: Se ha obtenido un grado elevado de consenso sobre la mayoría de los estándares de calidad propuestos. En particular, se han consensuado 31 estándares generales sobre instalaciones y equipamiento, 15 sobre recursos humanos y 13 sobre procesos. Se han desarrollado 40 estándares sobre consultas externas, que incluyen parámetros estructurales, organizativos y de tiempo, como el número de consultas necesario por cada 100.000 habitantes asignados (1,5 consultas), el número máximo de horas de consulta diarias que debe tener un facultativo (5 horas), el número máximo de días de consulta semanales por facultativo (3 días), el tiempo necesario para completar una primera consulta (50 min) y una sucesiva (20 min), y el tiempo máximo que debe permanecer un paciente en lista de espera en función de la enfermedad subyacente, entre otros. También se han desarrollado 18 estándares de hospitalización y hospital de día, que incluyen estándares como el número de camas y sillones de readaptación al medio necesarios en el hospital de día por cada 100.000 habitantes (1 cama y 1 sillón), el número máximo de pacientes hospitalizados que puede tener a su cargo un especialista en el tratamiento del dolor (4 si es la unidad del dolor la responsable del ingreso, 7 si son otros servicios los responsables, 8 si son pacientes del hospital de día de la unidad), el tiempo necesario para realizar la primera consulta de un paciente hospitalizado (60 min si está ingresado a cargo de la unidad del dolor y 45 min si son otros servicios los responsables del ingreso). El estudio también incluye 8 estándares sobre actividad científica y docente. Finalmente, se ha evaluado la prioridad de 85 procedimientos (18 del hospital de día, 24 de las salas de bloqueo y 43 del quirófano) para que formen parte de la cartera de servicios de las unidades del dolor, y se han establecido unos estándares de tiempo para 76 de ellos. Conclusiones: Con el debido rigor científico y técnico, se han desarrollado unos estándares de calidad y un catálogo actualizado de procedimientos propios de las unidades del dolor crónico, que deben resultar útiles tanto para la actualización de la estructura y la organización de las unidades ya existentes, como para la planificación y el desarrollo de futuras unidades. Esperamos contribuir con este trabajo a la mejora de la calidad asistencial de los pacientes con dolor crónico (AU)
Objectives: To develop quality care standards and a procedures catalogue for Chronic Pain Units. Material and methods: A scientific committee consisting of 6 experts in the treatment of chronic pain selected, after a literature review, a group of 130 quality care criteria and 80 procedures. Later, following Delphi methodology, a panel made up of the scientific committee itself and 12 other experts introduced 4 additional criteria and 5 more procedures, and evaluated their level of agreement on each of the 134 criteria and the priority level of the 85 procedures selected. Results: A high level of consensus agreement was obtained on the majority of the care standards proposed. In particular, there was consensus on 31 general standards for installations and equipment, 15 on human resources and 13 on procedures. A total of 40 standards have been developed for outpatient clinics, which include structural, organisational and time parameters, such as the number of clinics required for every 100,000 inhabitants (1.5 clinics), the maximum number of daily clinic hours that a physician has to attend (5 h), the maximum number of clinic days per week per physician (3 days), the time required to complete a first visit (50 min) and successive ones (20 min), and the maximum time that a patient must remain on a waiting list depending on their underlying illness, among others. Another 18 standards have been developed for hospitalisation and day hospital, which include standards such as the number of rehabilitation beds and chairs (1 bed and 1 chair), the maximum number of hospitalised patients that a specialist in pain treatment could be responsible for (4 if the Pain Unit is responsible for the admission, and 7 if other departments are responsible, 8 if they are hospital day unit patients), the time required for the first visit to a hospitalised patient (60 minutes if admitted by the Pain Unit and 45 if other departments are responsible for the admission). The study also included 8 standards on scientific activity and teaching. Finally, the priority of the 85 procedures was evaluated (18 for the day hospital, 24 for wards and 43 for operating room) so that they formed part of a services menu for the Pain Units, as well as establishing 76 time standards for these. Conclusions: Quality standards and an updated procedures catalogue have been developed appropriate for chronic pain units, which should be useful for updating the structure and organisation of already existing units, as well as for the planning and development of future units. We hope that this work will contribute to the improvement in the quality of health care for patients with chronic pain (AU)
Subject(s)
Humans , Quality Indicators, Health Care , Pain Clinics/standards , Quality of Health Care/standards , 51706 , Practice Patterns, Physicians'/standardsABSTRACT
Los cuidados paliativos (CP) y el tratamiento del dolor (TD) son elementos esenciales para mejorar o mantener la calidad de vida de muchos enfermos afectados por procesos incurables, crónicos o terminales. Su necesidad se acentúa en países con bajos y medianos recursos donde la incidencia del cáncer y de otras enfermedades como el sida va en aumento con una alta proporción de pacientes diagnosticados en fase avanzada y con un muy difícil acceso a un CP o TD adecuado a pesar de que son la única alternativa realista y humana al abandono que sufren la gran mayoría de estos enfermos. Además el perfil epidemiológico de muchos países del sur está cambiando con un aumento de enfermedades crónicas y el acceso a niveles más altos de cobertura de antirretrovirales. Para modificar esta situación, los CP y el TD deben ser incorporados por los gobiernos a sus sistemas de salud. Es también necesario que estos sean considerados una forma más de cooperación internacional. Se revisan diversos aspectos para una mayor colaboración sanitaria española en este campo con Latinoamérica y África y se sugieren vías para hacerlo a distintos niveles institucionales y asociativos (AU)
Palliative Care (PC) and pain management (PM) are key elements for improved or sustained quality of life in many patients suffering from incurable, chronic, or end-stage conditions. Their need is more critical in low- and mid-resource countries where the incidence of cancer and other diseases such as AIDS is on the rise, with a high percentage of patients diagnosed in advanced stages, and with a difficult access to adequate PC and PM despite they are the only realistic, humane option to relieve the high levels of neglect seen in a great majority of these individuals. Also, the epidemiological profile of many Southern countries is changing, with an increase in chronic conditions and access to higher antiretroviral coverage levels. To modify this situation PC and PM must be incorporated by governments into their healthcare systems. It is also necessary that PC and PM be considered an additional means of international cooperation. The various aspects required for greater Spanish cooperation with LatinAmerica and Africa in this field are reviewed, and ways towards this end are suggested at various institutional and associational levels (AU)
Subject(s)
Humans , Palliative Care/methods , International Cooperation , Pain/therapyABSTRACT
La neuralgia postherpética (NPH) es una patología dolorosa, muy frecuente en los enfermos de edad que han padecido un cuadro agudo de herpes zoster. La administración precoz de tratamiento antiviral parece disminuir la incidencia de la enfermedad. Entre las drogas empleadas para su tratamiento se encuentran los antidepresivos tricíclicos, la lidocaína tópica en parches, la lidocaína intravenosa, la ketamina intravenosa, los opioides débiles y algunos anticomiciales. La gabapentina (GB) forma parte del grupo de los antiepilépticos de tercera generación, que tiene como característica un excelente perfil efectividad-seguridad. Aunque su mecanismo de acción no es bien conocido, parece que se fija con gran afinidad a una subunidad del canal de Ca+ tipo L y aumenta la p roducción y secreción presináptica de GABA. Este doble mecanismo de acción, produce una disminución de la hiperexcitabilidad neuronal, mejorando la hiperalgesia y la alodinia presente en múltiples modelos de dolor neuropático. Por otro lado, la sinergia entre sus dos mecanismos de actuación, posibilitan un mayor beneficio en la NPH con una mínima incidencia de efectos adversos. Dos estudios multicéntricos, randomizados, doble ciego y contrloados con placebo, han demostrado que la GB es superior a placebo y ejerce su actividad desde las primeras dosis, permaneciendo el beneficio durante largos periodos de tiempo, mientras se administra el tratamiento. El efecto de la GB no parece ser dosis dependiente, aunque se ha observado que dosis mayores hacen repuntar la analgesia a partir de la cuarta semana de tratamiento (AU)
Post-herpetic neuralgia (PHN) is a painful condition, very common in aged patients that have suffered acute manifestations of herpes zoster. Early administration of antiviral therapy seems to reduce the incidence of the disease. Drugs used for its management include tricyclic antidepressants, local lidocaine through patches, i.v. lidocaine, i.v. ketamine, weak opiates and some anticonvulsants. Gabapentine (GB) belongs to the groups of third-generation antiepileptics, characterized by an excellent effectivess-safety profile. While its mechanism of action is not well known, it apparently binds with high affinity to a Ca+ channel type L subunit and increases the production and pre-synaptic secretion of GABA. This double mechanism of action reduces neuronal hyperexcitability, improving the hyperalgesia and allodynia that a represent in multiple models of neuropathic pain. On the other hand, the synergy between its two mechanisms of action provides increased benefit in the PHN with minimum incidence of adverse effects. Two multicenter, randomized, double blind and placebo-controlled studies have shown that GB is better than placebo and exerts its activity since the first doses, its benefit lasting over long periods of time, while the treatment is administered. The e ffect of GB does not seem to be dose-dependant, although its has been observed that higher doses result in i m p roved analgesia after the fourth week of therapy (AU)