El
tabaco es el único producto legal que mata hasta la mitad de
sus consumidores cuando se utiliza en la forma indicada por los fabricantes. A nivel mundial,
causa la
muerte de una persona cada seis segundos. El
consumo de tabaco es un
factor de riesgo para seis de las ocho
causas principales de
muerte en el mundo entero, así como para las cuatro
enfermedades no trasmisibles más prevalentes las
enfermedades cardiovasculares , el
cáncer , las
enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes. Los esfuerzos realizados a nivel mundial para el control del
tabaco están sentando las
pautas para la labor dirigida a reducir la carga de los
factores de riesgo de las
enfermedades no trasmisibles, y muchas de las intervenciones en el Convenio Marco de la
Organización Mundial de la Salud (
OMS ) para el Control del
Tabaco (CMCT) pueden usarse para reducir otros
factores de riesgo como el
consumo de alimentos ultraprocesados,
bebidas azucaradas y
alcohol . La necesidad de una plena aplicación del CMCT ha sido documentada en varias
declaraciones internacionales , desde la Declaración
Política de la
Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las
Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las
Enfermedades No Trasmisibles en el 2011 hasta la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y
sus 17
Objetivos de Desarrollo Sostenible , recientemente aprobados. En los 10 años desde que entró en vigor el CMCT, la Región de las
Américas ha avanzado considerablemente en la implementación de
políticas de control del
tabaco . Aproximadamente la mitad de la
población de la Región está protegida por
medidas como los
ambientes libres de humo de tabaco (49% de la
población ) y advertencias sanitarias gráficas en los
productos de tabaco (58%).