RESUMEN
Los avances tecnológicos de las últimas décadas han rescatado pruebas de gran utilidad clínica como la determinación cuantitativa de los reactantes de fase aguda, dentro de los cuales, uno de los más interesantes, desde el punto de vista clínico, es la proteína C reactiva (PCR). La variada tecnología disponible del laboratorio clínico, permite al médico mediante la cuantificación rápida y confiable de los niveles de PCR, se mejore el diagnóstico y manejo de la mayoría de los procesos infecciosos y/o necróticos. En este artículo se analizan las diferentes situacuiones clínicas en las que la determinación seriada de la PCR ha demostrado ser de gran utilidad práctica dentro de las cuales las más importantes son en la cirugía de alto riesgo de infección (cardiovascular, Abdominal, de cadera y neurológica), en el manejo de enfermedades infecciosas de origen bacteriano, particularmente en inmunosuprimidos, en las enfermedades reumatológicas y en el infarto del miocardio. Existen además muchas otras indicaciones clínicas.