Neurosurgical Treatment for Drug Addiction: Systematic Review

Substance-related disorders are psychiatric conditions that have a worldwide impact. Their multifactorial cycle has been treated pharmacologically and with therapeutic support. However, high refractoriness rates and difficulty to control relapses are among the pitfalls associated with these disorders. Thus, recent studies have shown that deep brain stimulation (DBS) is a promising treatment, with a direct intervention in the neurocircuitry of addiction. The results of the present systematic review of the use of DBS for the treatment of drug addiction show that this surgical procedure can reduce the desire for the drug, and, in some cases, establish abstinence, improve psychiatric symptoms related to mood and quality of life, and reintroduce the patient into the social and family environments. Nevertheless, this approach is still limited to the academic realm, based mainly on case reports, with ethics and therapeutic protocols still to be defined. Further in-depth scientific investigations are required to recommend its clinical application.

Cirugía de emergencia en consumidores de cocaina / Emergency surgery in cocaine consumers

Se realizó un estudio prospectivo en el HMPC, con 48 hombres y 3 mujeres, con una edad promedio de 23,8 años, que requirieron cirugía de emergencia por trauma. Se registró el consumo de psicotrópicos por encuesta, exámen físico, parámetros hemodinámicos y hallazgos operatorios. Se realizó determinación urinaria de metabolitos de cocaína, clasificando a los pacientes según el resultado y según la escala de trauma, ASCOT. Las agresiones más frecuentes fueron: heridas por arma de fuego (90,19 por ciento y arma blanca 7,8 por ciento). Veintitres pacientes (45,09 por ciento) todos hombres, fueron positivos para metabolitos urinarios de cocaína. Se verificó una disminución de la frecuencia cardíaca transoperatoria, estadísticamente significativa, en relación con la concentración de metabolitos de la droga en orina. La tensión arterial sólo fué modificada según la hemorragía. La mortalidad y ASCOT de consumidores, no demostraron diferencia significativa