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1.
Nutr Hosp ; 35(6): 1479-1490, 2018 Dec 03.
Article in Spanish | MEDLINE | ID: mdl-30525863

ABSTRACT

The nutritional guidelines incorporate dairy products as part of a balanced and healthy diet. In almost all guidelines it is announced that dairy products have to preferably be consumed as non or low-fat version. The reason behind this recommendation is the intake of saturated fatty acids (SFA). Recently, it has been suggested that building nutritional recommendations according to the nutrient food content, leads to a limiting interpretation of the functions and properties of the consumed food. Lately, the research focus has been shifted towards the study of the food matrix, which allows assessing health effects considering all the components contained in the foods, and their impact in human health. Dairy products are the perfect example to highlight the importance of the food matrix as a determinant of the effects of nutrients on health. The potentially harmful effects of SFA on cardiometabolic health seem to be different when they are consumed within nutrient-rich foods such as yogurt, cheese or other dairy products. Epidemiological studies with large population cohorts and long term follow-up show that consumption of dairy products, especially yogurt, is not associated with an increased cardiovascular risk. Therefore, there is not enough scientific evidence to preferentially recommend the consumption of non-fat or low-fat dairy products to the general population, instead of its whole-fat version.


Las guías nutricionales incorporan los lácteos como parte de una dieta equilibrada y saludable. En la mayoría de las ocasiones se especifica que los productos lácteos sean preferentemente bajos en grasa o desnatados. La razón que subyace a esta limitación es el aporte de ácidos grasos saturados (AGS) inherente al consumo de grasa láctea.Recientemente se ha planteado que valorar los alimentos según el aporte de nutrientes que contienen de forma aislada conlleva a interpretar de forma limitante sus funciones y propiedades. El conocimiento de la matriz alimentaria permite valorar el efecto sobre la salud de los alimentos en su totalidad al considerar, todos los componentes que contiene, y la interacción tras su consumo.Los productos lácteos son un ejemplo para destacar la importancia de la matriz alimentaria como un determinante del efecto que pueden ejercer los nutrientes del alimento. Los efectos potencialmente nocivos de los AGS sobre la salud cardiometabólica parecen no ser tales cuando se consumen como parte de alimentos con matrices alimentarias ricas en nutrientes como son la leche, el yogur, el queso u otros productos lácteos.Estudios epidemiológicos de grandes cohortes poblacionales seguidas a largo plazo muestran que el consumo de productos lácteos, especialmente de yogur, no se asocia con un aumento del riesgo cardiovascular. Por tanto, no existen suficientes evidencias científicas para recomendar a la población general el consumo de productos lácteos bajos en grasa o desnatados de forma preferente, en lugar de su versión entera.


Subject(s)
Cardiovascular System , Dairy Products , Dietary Fats/administration & dosage , Fats/analysis , Health Promotion/methods , Milk/chemistry , Animals , Cardiovascular Diseases/prevention & control , Cheese , Diabetes Mellitus, Type 2 , Diet, Healthy , Fatty Acids/administration & dosage , Fatty Acids/adverse effects , Fatty Acids/analysis , Humans , Nutrition Policy , Risk Factors , Yogurt
2.
Nutr. hosp ; 35(6): 1479-1490, nov.-dic. 2018. tab
Article in Spanish | IBECS | ID: ibc-181490

ABSTRACT

Las guías nutricionales incorporan los lácteos como parte de una dieta equilibrada y saludable. En la mayoría de las ocasiones se especifica que los productos lácteos sean preferentemente bajos en grasa o desnatados. La razón que subyace a esta limitación es el aporte de ácidos grasos saturados (AGS) inherente al consumo de grasa láctea. Recientemente se ha planteado que valorar los alimentos según el aporte de nutrientes que contienen de forma aislada conlleva a interpretar de forma limitante sus funciones y propiedades. El conocimiento de la matriz alimentaria permite valorar el efecto sobre la salud de los alimentos en su totalidad al considerar, todos los componentes que contiene, y la interacción tras su consumo. Los productos lácteos son un ejemplo para destacar la importancia de la matriz alimentaria como un determinante del efecto que pueden ejercer los nutrientes del alimento. Los efectos potencialmente nocivos de los AGS sobre la salud cardiometabólica parecen no ser tales cuando se consumen como parte de alimentos con matrices alimentarias ricas en nutrientes como son la leche, el yogur, el queso u otros productos lácteos. Estudios epidemiológicos de grandes cohortes poblacionales seguidas a largo plazo muestran que el consumo de productos lácteos, especialmente de yogur, no se asocia con un aumento del riesgo cardiovascular. Por tanto, no existen suficientes evidencias científicas para recomendar a la población general el consumo de productos lácteos bajos en grasa o desnatados de forma preferente, en lugar de su versión entera


The nutritional guidelines incorporate dairy products as part of a balanced and healthy diet. In almost all guidelines it is announced that dairy products have to preferably be consumed as non or low-fat version. The reason behind this recommendation is the intake of saturated fatty acids (SFA). Recently, it has been suggested that building nutritional recommendations according to the nutrient food content, leads to a limiting interpretation of the functions and properties of the consumed food. Lately, the research focus has been shifted towards the study of the food matrix, which allows assessing health effects considering all the components contained in the foods, and their impact in human health. Dairy products are the perfect example to highlight the importance of the food matrix as a determinant of the effects of nutrients on health. The potentially harmful effects of SFA on cardiometabolic health seem to be different when they are consumed within nutrient-rich foods such as yogurt, cheese or other dairy products. Epidemiological studies with large population cohorts and long term follow-up show that consumption of dairy products, especially yogurt, is not associated with an increased cardiovascular risk. Therefore, there is not enough scientific evidence to preferentially recommend the consumption of non-fat or low-fat dairy products to the general population, instead of its whole-fat version


Subject(s)
Humans , Animals , Cardiovascular System , Dairy Products , Health Promotion/methods , Milk/chemistry , Cardiovascular Diseases/prevention & control , Diabetes Mellitus, Type 2 , Nutrition Policy , Risk Factors , Yogurt
3.
Nutr Hosp ; 31 Suppl 2: 26-32, 2015 Apr 07.
Article in Spanish | MEDLINE | ID: mdl-25862326

ABSTRACT

The incidence of milk components on cardiovascular health is reviewed. A fraction of great interest in relation to cardiovascular disease is that of minerals, especially calcium. Benefits of milk in reducing blood pressure due to bioavailable calcium, along with other mineral elements present and bioactive peptides with antihypertensive ability, ACE inhibitors (key enzyme involved in the regulation of blood pressure) have been documented. Furthermore, a positive association of diets with high levels of calcium from milk, the fecal excretion of fat--which is favored by the same--and cardiovascular markers has also been reported. The presence in the milk of the essential, linoleic, linolenic and arachidonic fatty acids, although at low levels, is particularly interesting. Moreover, in the milk fat bioactive components as conjugated linoleic acid and sphingomyelin, which could exert potential cardioprotective effects are also present. However, because it contains high levels of saturated fatty acids, milk fat products consumption has been discouraged indiscriminately. According to the evidence collected in a long series of scientific studies it can be concluded that consumption of milk/dairy balanced and low-fat could be neutral effect or be inversely associated with cardiovascular risk.


Se revisa la incidencia del conjunto de los componentes de la leche sobre la salud cardiovascular. Una fracción del máximo interés en relación con enfermedades cardiovasculares es la de elementos minerales, sobre todo el calcio. Se han documentado beneficios de la leche para reducir la presión arterial debido al calcio biodisponible, junto con otros elementos minerales presentes así como péptidos bioactivos con capacidad antihipertensiva, inhibidores de la ECA (enzima clave implicada en la regulación de la presión arterial). Por otra parte, se ha encontrado una asociación positiva de dietas con niveles altos de calcio procedente de la leche, la excreción fecal de grasa -que se favorece con las mismas- y marcadores cardiovasculares. La presencia en la leche de los ácidos grasos esenciales, linoléico, linolénico y araquidónico, aunque con niveles bajos, es particularmente interesante. Por otra parte, en la grasa de leche están presentes componentes bioactivos como el ácido linoleico conjugado y la esfingomielina, para los que se han descrito potenciales efectos cardioprotectores. Sin embargo, debido a los niveles altos que contiene de ácidos grasos saturados el consumo de productos con grasa de leche, se ha desaconsejado de forma indiscriminada. En línea con las evidencias recogidas en una larga serie de trabajos científicos se puede concluir que el consumo de leche/lácteos equilibrados o bajos en grasa puede tener efecto neutro o estar inversamente asociado al riesgo cardiovascular.


Subject(s)
Cardiovascular Diseases/epidemiology , Cardiovascular Physiological Phenomena , Health , Milk/chemistry , Animals , Humans , Milk Proteins/therapeutic use
4.
Nutr. hosp ; 31(supl.2): 26-32, feb. 2015. ilus, tab
Article in Spanish | IBECS | ID: ibc-137489

ABSTRACT

Se revisa la incidencia del conjunto de los componentes de la leche sobre la salud cardiovascular. Una fracción del máximo interés en relación con enfermedades cardiovasculares es la de elementos minerales, sobre todo el calcio. Se han documentado beneficios de la leche para reducir la presión arterial debido al calcio biodisponible, junto con otros elementos minerales presentes así como péptidos bioactivos con capacidad antihipertensiva, inhibidores de la ECA (enzima clave implicada en la regulación de la presión arterial). Por otra parte, se ha encontrado una asociación positiva de dietas con niveles altos de calcio procedente de la leche, la excreción fecal de grasa –que se favorece con las mismas– y marcadores cardiovasculares. La presencia en la leche de los ácidos grasos esenciales, linoléico, linolénico y araquidónico, aunque con niveles bajos, es particularmente interesante. Por otra parte, en la grasa de leche están presentes componentes bioactivos como el ácido linoleico conjugado y la esfingomielina, para los que se han descrito potenciales efectos cardioprotectores. Sin embargo, debido a los niveles altos que contiene de ácidos grasos saturados el consumo de productos con grasa de leche, se ha desaconsejado de forma indiscriminada. En línea con las evidencias recogidas en una larga serie de trabajos científicos se puede concluir que el consumo de leche/lácteos equilibrados o bajos en grasa puede tener efecto neutro o estar inversamente asociado al riesgo cardiovascular (AU)


The incidence of milk components on cardiovascular health is reviewed. A fraction of great interest in relation to cardiovascular disease is that of minerals, especially calcium. Benefits of milk in reducing blood pressure due to bioavailable calcium, along with other mineral elements present and bioactive peptides with antihypertensive ability, ACE inhibitors (key enzyme involved in the regulation of blood pressure) have been documented. Furthermore, a positive association of diets with high levels of calcium from milk, the fecal excretion of fat -which is favored by the same- and cardiovascular markers has also been reported. The presence in the milk of the essential, linoleic, linolenic and arachidonic fatty acids, although at low levels, is particularly interesting. Moreover, in the milk fat bioactive components as conjugated linoleic acid and sphingomyelin, which could exert potential cardioprotective effects are also present. However, because it contains high levels of saturated fatty acids, milk fat products consumption has been discouraged indiscriminately. According to the evidence collected in a long series of scientific studies it can be concluded that consumption of milk / dairy balanced and low-fat could be neutral effect or be inversely associated with cardiovascular risk (AU)


Subject(s)
Humans , Milk/metabolism , Dairy Products/analysis , Calcium, Dietary/analysis , Calcium/pharmacokinetics , Cardiovascular Diseases/prevention & control , Biological Availability , Intestinal Absorption , Peptides/metabolism , Lipid Metabolism
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