ABSTRACT
Los síndromes dolorosos periorbitarios son un raro grupo de entidades que requiere generalmente un estudio multidisciplinario, sobre todo cuando se excluyen las posibles causas oftálmicas. Pueden ser el resultado de patología local o ser referido de otras zonas, mientras que la génesis idiopática sólo puede establecerse tras la exclusión de procesos sintomáticos de origen conocido. Clínicamente suele tratarse de procesos unilaterales, con dolor peri- y retroorbitario intenso y duradero. Tanto la inyección retrobulbar con alcohol al 100 por ciento, como la enucleación o la evisceración suelen ser efectivas en el tratamiento del dolor de origen oftálmico; en raros casos este se hace persistente y por tanto, de difícil tratamiento. Presentamos el caso de una paciente con un cuadro de dolor periorbitario persistente e intenso tras cirugía ocular que ha desaparecido tras una serie de infiltraciones en el punto doloroso, con corticoides y anestésicos locales (AU)