ABSTRACT
La toxina botulínica se ha aplicado en la reparación de defectos ventrales, pero la literatura sobre su aplicación en hernias inguinoescrotales es escasa. Presentamos el caso de un paciente con hernia inguinoescrotal gigante. Se realiza tomografía computada basal y otra a las 4 semanas de la administración de toxina botulínica en la musculatura oblicua y en el recto abdominal (reducción de grosor e incremento de longitud de la musculatura). Se repara la pared abdominal mediante la colocación de una malla tipo BioA intraperitoneal y otra tipo DynaMesh® retromuscular. La toxina puede tener un papel importante como adyuvante en la reparación de hernias inguinoescrotales con pérdida de domicilio.Botulinum toxin has been used in ventral defects repair, but literature on its application in inguinoscrotal hernias is scarce. Patient with giant inguinoscrotal hernia. A baseline CT scan is performed and it is repeated four weeks after botulinum toxin injection in oblique musculature and in the abdominal rectum (reduction in thickness and increase in muscle length is observed). The abdominal wall is repaired by placing an intraperitoneal BioA mesh and a retromuscular DynaMesh® mesh. The toxin can have an important role as an adjuvant in the reparation of inguinoscrotal hernias with loss of domain.