ABSTRACT
Resumen En marzo del año 2020, se declaró una pandemia de características mundiales, por un virus, que genera deterioro importante a nivel sistémico, SARS -CoV-2, con la enfermedad COVID-19. El deterioro funcional de quienes sufren secuelas post COVID-19 ha llevado a los profesionales de la rehabilitación a buscar formas eficientes de intervenir. Este estudio, descriptivo y retrospectivo, evaluó los efectos de un programa de rehabilitación remoto de 6 semanas, en 39 pacientes dados de alta de COVID-19, de un Centro de Salud Familiar (CESFAM) de la Comuna de El Bosque, Santiago, Chile, entre julio y diciembre del año 2020, analizando la capacidad física con el test 1 minuto sentado-de pie y disnea con escala de Borg modificada. Los resultados mostraron cambios estadísticamente significativos en la capacidad física y disnea de los pacientes intervenidos. Es necesario estudiar los beneficios de intervenciones específicas para esta población, y su impacto a largo plazo, entendiendo que convivimos con una nueva enfermedad, un COVID-19 prolongado, que incluso en cuadros leves está dejando secuelas funcionales importantes.
In March 2020, a pandemic of global characteristics was declared, due to a virus, which generates significant deterioration at the systemic level, SARS -CoV-2, with the COVID-19 disease. The functional deterioration of those suffering from post-COVID-19 sequelae has led rehabilitation professionals to look for efficient ways to intervene. This study, descriptive and retrospective, evaluated the effects of a 6-week remote rehabilitation program, in 39 patients discharged from COVID-19, from a Family Health Center in the Commune of El Bosque, Santiago, Chile, between July and December 2020, analyzing physical capacity with the 1 minute sitting-standing test and dyspnea with modified Borg's scale. The results showed statistically significant changes in the physical capacity and dyspnea of the operated patients. It is necessary to study the benefits of specific interventions for this population, and their long-term impact, understanding that we live with a new disease, a prolonged COVID, which even in mild cases is leaving important functional sequelae.