Shared embarrassment: (not) talking about sex in HIV-related doctor-patient encounters.

The incorporation of HIV prevention into medical care is a central element of the redefinition of HIV prevention policies currently underway. In this article, I explore how safer sexual practices are promoted in doctor-patient encounters in the context of treatment of HIV infection in Madrid, Spain. Issues pertaining to the sexuality of people with HIV were usually absent after the initial visit, despite national and international recommendations that these be addressed. This absence is analyzed not as a mere lack or inefficiency but as a feature of prevention as a technology, that is, as a concrete array of relations of power, knowledge, and legitimacy. Silence surrounding sexual matters legitimates the power relationship established between doctors and patients around a biomedical narrative of (safer) sexual practices and shapes a field of knowledge and visibility with regard to the sexuality of people with HIV.

Conductas sexuales de riesgo y prevalencia de infección por vih en hombres con prácticas homosexuales y bisexuales en la Comunidad de Madrid / High-risk sexual behavior and HIV prevalence among gay and bisexual men in the community of Madrid

Fundamento: Analizar las conductas sexuales de riesgo para la infección por VIH, el uso de medidas de prevención y la prevalencia autoinformada de infección por VIH en varones asociados a una de las principales asociaciones de homosexuales de la Comunidad de Madrid. Métodos: Estudio transversal realizado durante 1997-1998, mediante un cuestionario anónimo remitido por correo. Se analizan las características sociodemográficas, la frecuencia de uso del preservativo en las distintas prácticas sexuales con la pareja estable y con las ocasionales, la prevalencia autoinformada de VIH y otros aspectos relacionados. Resultados: Se obtuvieron 157 cuestionarios de varones homosexuales y bisexuales. Su edad media fue de 32 años y el 85 por ciento tenía estudios medios o superiores. En los últimos 3 meses: el 56 por ciento tuvo relaciones con más de un hombre; el 70,6 por ciento practicó la penetración anal insertiva con pareja estable y el 57,4 por ciento con contactos ocasionales, de los que sólo el 32,5 por ciento y el 61,1 por ciento respectivamente utilizaron siempre el preservativo. La penetración anal receptiva la realizaron el 69,7 por ciento con pareja estable y el 39,4 por ciento con contactos ocasionales, utilizando siempre el preservativo el 32,5 por ciento y el 78,4 por ciento respectivamente. El 86,6 por ciento tuvieron relaciones oro-genitales y menos del 10 por ciento utilizaron siempre el preservativo. 137 hombres conocían su estado serológico y el 15,2 por ciento resultó VIH positivo. El 10,2 por ciento padeció alguna ETS durante el último año. Conclusiones: Un importante porcentaje de entrevistados mantiene prácticas de riesgo (varias parejas y relaciones sexuales de alto riesgo sin protección) que, asociado a una prevalencia de infección elevada, puede traducirse en una importante tasa de seroconversión (AU)

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