ABSTRACT
La frecuencia del citomegalovirus humano (CMVH) es aún más elevada que la de muchos otros destacados agentes patógenos e incluye infecciones sintomáticas y asintomáticas que se transmiten por las vías aérea, oral, genital, transplacentaria, transfusional y/o a través de transplantes de órganos. En diversos casos, los daños implicados pueden conducir a serios trastornos neurológicos o hacia la muerte, sobre todo cuando las personas afectadas padecen de inmadurez o depresión inmunitarias, tal como ocurre durante la etapa de gestación, en los recién nacidos, en los receptores de órganos provenientes de donadores seropositivos para CMVH y en quienes padecen patologías altamente debilitantes, tales como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El material nucleico del CMVH contiene abundante información genética que le permite a este agente infeccioso evadir y/o reducir eficazmente el sistema inmunitario de su hospedero, a fin de garantizar su propia sobrevivencia