RESUMEN
Introduction: Odontoid fractures correspond to 9-15% of cervical spine fractures. Atlas fracture is rare (3-13%)8. Case presentation: Male with Anderson and D´Alonzo Type II Odontoid fracture with unstable fragment treated with occipitocervical fixation with occipital plate, C2-C3 transfacet screws; Female with type E Jefferson fracture + anterolateral atloaxial dislocation, treated with occipitocervical fixation, C2-C3-C4 transfacet screws. Discussion: Anderson and D'Alonzo Type II fractures and Jefferson type E fractures are a surgical emergency due to instability and neurological deficit.
Introducción: Las fracturas odontoideas corresponden del 9-15% de las fracturas de la columna cervical. La fractura del atlas es poco común (3-13%)8. Presentación del caso: Masculino con fractura de Odontoides tipo II de Anderson y D´Alonzo con fragmento inestable tratado con fijación occipitocervical con placa occipital, tornillos transfacetarios C2-C3; Femenino con fractura de Jefferson tipo E+luxación atloaxoidea anterolateral, tratada con fijación occipitocervical, tornillos transfacetarios C2-C3-C4. Discusión: Fracturas tipo II de Anderson y D´Alonzo y fracturas de Jefferson tipo E son una urgencia quirúrgica debido a inestabilidad y déficit neurológico.
RESUMEN
BACKGROUND: In patients with severe traumatic brain injury (TBI), there is a lack of consensus about the need and time to perform a tracheostomy. Nowadays, the decision is individualized to each case. It is considered that patients that will need a tracheostomy profit by performing it earlier. PATIENTS AND METHODS: An observational and prospective study was performed. One hundred and twenty patients in a period of 18 months between 2016 and 2018, older than 18 years, with severe TBI at the first 24 h of trauma were analyzed. Clinical, biochemical, and radiological findings at admission were measured; patients were followed up until discharge. The statistical analysis was made with Student's t-test, χ2, and prevalence risk ratio. RESULTS: Ten associated factors were grouped according to the prevalence risk ratio. The principal factors were CRASH score, IMPACT score, SAPS II score, APACHE II score, age, revised trauma score, Glasgow Coma Scale, subdural hematoma, uni or bilateral abnormal pupil reactivity, and collapse of basal cisterns. CONCLUSIONS: We conclude that there are multiple factors associated with the need for tracheostomy in adult patients with severe TBI and it is possible to predict according to our findings from admission which patients will profit by this procedure.
ANTECEDENTES: No existe aún consenso respecto de la necesidad y el tiempo de realización de traqueostomía en el paciente con trauma craneoencefálico (TCE) grave. En la actualidad, la decisión se individualiza en cada caso. Se considera que los pacientes que requieren traqueostomía tendrán mayor beneficio si se realiza de forma temprana. MÉTODO: Se llevó a cabo un estudio observacional y prospectivo, en un periodo de 18 meses entre 2016 y 2018, con 120 pacientes mayores de 18 años con diagnóstico de TCE grave, en las primeras 24 horas del trauma. Se evaluaron datos clínicos, bioquímicos y radiológicos al ingreso, y se siguió hasta el alta hospitalaria. Se analizan las variables con las prueba t de Student y ji al cuadrado, y también la tasa de riesgo de prevalencia. RESULTADOS: Los factores de riesgo asociados con la necesidad de traqueostomía en el paciente con TCE grave fueron los resultados en las escalas CRASH, IMPACT, SAPS II y APACHE II, la edad, la puntuación de la Revised Trauma Score y de la Escala de Glasgow al ingreso, la presencia y el volumen de hematoma subdural, la respuesta pupilar anormal unilateral o bilateral, y el colapso parcial o total de las cisternas basales. CONCLUSIONES: Existen numerosos factores de riesgo asociados con la necesidad de traqueostomía en los pacientes adultos con TCE grave, y es posible predecir desde el momento del ingreso qué pacientes se beneficiarán de la realización de una traqueostomía.