Frequency of family meals and risk of eating disorders in adolescents in Spain and Peru / Frecuencia de comidas en familia y riesgo de trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes de España y Perú

Abstract The prevalence of eating disorders is between 0.27% and 6.41% in Spain and between 7.3% and 11.4% in Peru. Much research has been focused on the study of the main risk factors for eating disorders, but little is known about the potential protective factors (such as family meals) in samples of young people that include participants from different countries. This study estimates the contribution of the frequency of family meals on the risk for eating disorders in a large sample of adolescents recruited in Spain and Peru (n=916, with a mean age of 14.6 years old and age range of 12 to 17 years old). Results showed a double interaction parameter between the participants' sex and origin with the frequency of family meals: the risk for eating disorders is modified specifically for girls from both countries, and adolescents of both sexes born in Spain. This empirical evidence suggests that sex and cultural differences could be related to disordered eating patterns during adolescence and so could act as moderators for the impact of risk and protective factors for this clinical condition. The study of the contribution of the frequency of family meals on the risk of eating disorders in young people should take cultural differences into consideration with the aim of designing more targeted prevention and intervention programs.

Resumen La prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria en España se encuentra entre 0.27 % y 6.41% y en Perú entre el 7.3% y el 11.4%. Se dispone de numerosas investigaciones sobre los factores de riesgo para estos trastornos, pero escasos estudios han analizado posibles factores protectores, como las comidas familiares, en muestras jóvenes que incluyan participantes de diferentes países. Este artículo analiza la contribución de la frecuencia de las comidas familiares sobre el riesgo de trastornos de conducta alimentaria en una muestra de adolescentes (n = 916, edad media de 14.6 años, rango de edad 12 a 17 años) procedentes de España y Perú. Los principales resultados mostraron un doble parámetro de interacción entre el sexo y el origen de los participantes con la frecuencia de las comidas familiares: el riesgo de estos trastornos se modifica específicamente en mujeres y adolescentes nacidos en España. Estas evidencias empíricas sugieren que el sexo y las diferencias culturales podrían estar influyendo en los desórdenes alimentarios durante la etapa adolescente y podrían actuar moderando el impacto del riesgo y los factores protectores de la patología alimentaria. Se recomienda ampliar la investigación sobre la contribución de las comidas familiares en el riesgo de los trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes considerando posibles diferencias culturales con el fin de diseñar programas de prevención e intervención más eficientes.

Validity of the DSM-Oriented scales of the child behavior checklist and youth self-report / Validez de las escalas DSM del Child Behavior Checklist y el Youth Self-Report

BACKGROUND: The school-age versions of the ASEBA (Achenbach System of Empirically Based Assessment) incorporate the DSM-Oriented scales. These scales make it possible to quantify and normalize problems defined in the DSM. The objective was to study the incremental validity of the DSM-Oriented scales of the ASEBA inventories, the Child Behavior Checklist - CBCL, completed by parents of children aged 6-18 years, and the Youth Self-Report -YSR, a self-report for children/adolescents aged 11-18, over: (a) scores on the Syndromes Scales for making DSM-IV diagnoses; and (b) diagnoses obtained with structured interviews for the assessment of functioning. METHOD: A clinical sample of 420 children and adolescents (8-17 years) was assessed with the CBCL, and 108 adolescents were assessed with the CBCL and YSR questionnaires. All underwent a diagnostic interview, and interviewers completed a measure of global functional impairment. RESULTS: The DSM-Oriented scales showed significant incremental validity in conjunction with the Empirical Syndrome scales for discriminating DSM-IV diagnoses, and considerable incremental validity in conjunction with the diagnoses obtained through the diagnostic interview for predicting the level of functional impairment. CONCLUSION: DSM-Oriented scales should be considered simultaneously with the Syndrome Scales of the ASEBA taxonomy, as they provide useful additional information in the clinical process

ANTECEDENTES: las formas esclares de ASEBA (Achenbach System of Empirically Based Assessment) incorpora las Escalas DSM. Estas dimensiones ofrecen la posibilidad de cuantificar y normalizar problemas que figuran en el DSM. El objetivo fue estudiar la validez incremental de las Escalas DSM de los inventarios ASEBA; Child Behavior Checklist - CBCL, contestado por padres de niños de 6-18 años, y Youth Self-Report - YSR, un autoinforme para niños/adolescentesANTECEDENTES: las formas esclares de ASEBA (Achenbach System of Empirically Based Assessment) incorpora las Escalas DSM. Estas dimensiones ofrecen la posibilidad de cuantificar y normalizar problemas que figuran en el DSM. El objetivo fue estudiar la validez incremental de las Escalas DSM de los inventarios ASEBA; Child Behavior Checklist - CBCL, contestado por padres de niños de 6-18 años, y Youth Self-Report - YSR, un autoinforme para niños/adolescentes de 11-18 años: a) mediante puntuaciones en las Escalas de Síndromes para realizar diagnósticos DSM-IV; y b) mediante diagnósticos obtenidos con entrevistas estructuradas para evaluar el funcionamiento. MÉTODO: se evaluó una muestra clínica de 420 niños y adolescentes (8-17 años) mediante el CBCL y 108 adolescentes fueron evaluados con el CBCL y YSR. Todos contestaron una entrevista diagnóstica y los evaluadores completaron una medida de deterioro funcional global. RESULTADOS: las Escalas DSM suponen un incremento de la validez significativo en relación a las Escalas de Síndromes Empíricos para discriminar diagnósticos DSM-IV, y una considerable validez incremental con respecto a los diagnósticos DICA-IV en la estimación del deterioro funcional. CONCLUSIÓN: las Escalas DSM deben ser consideradas simultáneamente con las Escalas de Síndromes de ASEBA, puesto que proporcionan información adicional en el proceso clínico

Análisis de la eficacia de dos modalidades de tratamiento cognitivo-conductual grupal para el juego patológico / Analysis of the effectiveness of two types of group cognitive-behavioral treatment of pathological gambling

El presente estudio se ha dirigido a analizar la eficacia y la eficiencia de dos programas de tratamiento grupa cognitivo-conductual, así como a determinar los factores predictores de respuesta al tratamiento, en una muestra de jugadores patológicos. Para ello, se incluyeron 194 sujetos que acudieron al Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) solicitando tratamiento por su problema. Los resultados evidenciaron que el tratamiento cognitivo-conductual grupal mostraba ser eficaz en la mayoría de pacientes, siendo la tasa de abandonos para la muestra total del 33,0% y la de recaídas del 24,5%. Se observaron, asimismo, cambios significativos entre el pre y el post-test en las medidas de psicopatología y gravedad de la conducta de juego. Se evidenció que el riesgo de abandono y recaída decrecía significativamente tras la quinta sesión de terapia. Finalmente, se identificaron como factores de pobre respuesta al tratamiento la gravedad del problema de juego, la elevada impulsividad y búsqueda de sensaciones, así como la gravedad de la psicopatología asociada. Sin embargo, la persistencia como rasgo de temperamento pareció actuar como factor protector de recaída

The present study aimed to analyze the efficacy and efficiency of two cognitive-behavioral group treatment programs, as well as to determine which factors predict response to treatment, in a sample of pathological gamblers. We included 194 subjects seeking treatment for pathological gambling at Bellvitge University Hospital. The results indicated that our cognitive-behavioral group treatment was efficacious in most patients. The dropout rate for the total sample was 33,0% and the relapse rate was 24,5%. In addition, we observed statistically significant pretreatment- post- treatment changes in some measures of psychopathological state and severity of gambling behavior. The risk of dropouts and relapses decreased significantly after the fifth session of therapy. Finally, severity of gambling behavior, high impulsivity, high novelty seeking, and severity of the psychopathological state were identified as factors predicting poor response to treatment. However, persistence seemed to act as a temperamental protective factor for relapse