RESUMEN
El anciano tiene una fisiología diferente de la del adulto; ha perdido una parte de sus reservas y de su capacidad de adaptación, es más vulnerable a la agresión del medio y la reducción de su plasticidade le vuelve frágil. La asistencia a ancianos expuestos al riesgo de malnutrición o desnutrición en principio debe ser preventiva. Las alteraciones nutricionales en el anciano con frecuencia se encuentran ligadas a deficiencias bucodentales, como parodontopatías, desdentación y prótesis defectuosas; por esta causa el geriatra debe establecer una estrecha colaboración con el estomatólogo con el fin de encontrar un tratamiento adecuado para el paciente anciano con desequilibrio nutricional. Además, las enfermedades agudas exponen al anciano a una desnutrición rápida, por lo que es necesario evaluar el estado de nutrición anterior del paciente y proporcionarle en forma precoz los medios fisiológicos y la realimentación adecuados para corregir las anomalías observadas