RESUMEN
Introduction: Epidural injections are frequent and safe procedures. Severe complications are infrequent, and they have been reported in elderly comorbid patients with predisposing factors. The objectives of this work are to present a case of an extensive epidural lumbar abscess in a young non-comorbid male patient after a therapeutic L5-S1 injection and a literature review about this subject. Case Presentation: An otherwise healthy 24-year-old man who present a case of an extensive epidural lumbar abscess after a therapeutic nerve root block due to a disc herniation. After 7 days of fever and low back pain, he required two surgical interventions and intravenous antibiotic therapy. We reviewed 18 patients with epidural abscess consequence of spinal injections. Their mean age was 54.5 y.o, 66.5% were male, and 66.5% had at least one predisposing risk factor. Symptoms Onset occurred at 8 days on average after the procedure, but the correct diagnosis was made at the 25th-day average. Only 22% presented the classic diagnostic triad, the most frequently isolated germ was Staphylococcus Aureus (66%) and 89% were treated surgically with a 33% rate of complete recovery, 17% mortality and 28% remained with neurological sequelae. Conclusion: Epidural abscesses are infrequent and serious, complication after spinal diagnostic and therapeutic injections, even in young patients without comorbidities. We consider it fundamental to maintain a diagnostic suspicion, even in this subgroup of patients.
Introducción: Los bloqueos perirradiculares son una práctica habitual y segura. Las complicaciones severas, como los abscesos epidurales, son infrecuentes y han sido reportadas en pacientes añosos con comorbilidades o factores predisponentes. El objetivo de este trabajo es presentar un paciente joven sin antecedentes con diagnóstico de absceso epidural posterior a un bloqueo terapéutico y la revisión de la literatura al respecto. Presentación del caso: Un hombre de 24 años, previamente sano, presenta un caso de absceso epidural lumbar extenso, luego de un bloqueo perirradicular por una hernia de disco. Tras 7 días de fiebre y lumbalgia, precisó dos intervenciones quirúrgicas y antibioticoterapia intravenosa. Recabamos la información de 18 casos junto al nuestro, de pacientes con diagnóstico de absceso epidural como consecuencia de una infiltración espinal. El promedio de edad de los pacientes fue de 54,5 años, 66,5% fueron de sexo masculino y 66,5% presentaba al menos un factor de riesgo predisponente. La aparición de síntomas luego del bloqueo ocurrió en promedio a los 8 días, pero el diagnóstico de absceso se realizó a los 24 días en promedio. La tríada diagnóstica clásica solo estuvo presente en el 22%, el germen más frecuentemente aislado fue el Staph. aureus (66%) y un 89% fue tratado de manera quirúrgica con una tasa del 33% de recuperación completa, 17% de mortalidad y 28% de secuela neurológica. Conclusión: Los abscesos epidurales son una complicación infrecuente, grave y rara de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos espinales, incluso en pacientes jóvenes sin comorbilidades. Consideramos menester mantener la sospecha diagnóstica, incluso en este subgrupo de pacientes.