ABSTRACT
La investigación que se presenta se realiza sobre una muestra aleatoria de 531 adolescentes de edades comprendidas entre los 12 y 16 años, que representan a la población general. Ésta persigue un doble objetivo, el primero trata de analizar la relación que mantienen la conducta prosocial o la conducta agresiva con la estabilidad emocional. El segundo objetivo se centra en estudiar el peso que ejercen los factores estructurales de la personalidad, así como los relacionados con la crianza en la disposición prosocial del sujeto. Los resultados muestran que la estabilidad emocional constituye un factor fundamental para establecer relaciones empáticas y positivas con el entorno; a su vez aparece como un factor de riesgo relacionado con las manifestaciones de agresividad física y verbal del sujeto. Asimismo, los factores estructurales de la personalidad de Amistad y Conciencia son los que tienen mayor peso en las conductas altruistas y prosociales. En este sentido, la capacidad del sujeto de empatizar y de cooperar ante las necesidades de los otros, así como la aptitud de autorregulación y de autoorganización de la conducta se relacionan con la prosocialidad (AU)