OBJETIVO:
Realizar la evaluación clínica, imagenológica y funcional de
pacientes con
fracturas avulsivas tibiales del
ligamento cruzado posterior (FTALCPs) fijadas con tornillos canulados con
técnica abierta.
MÉTODOS:
Los
pacientes con FTALCP operados entre 2010 y 2017 fueron revisados retrospectivamente. Criterios de inclusión
fracturas agudas, desplazadas, test de cajón posterior grado III,
lesiones combinadas de
rodilla,
seguimiento > 12 meses. Se excluyeron
pacientes > 65 años, con FTALCPs bilaterales,
lesiones del
ligamento cruzado posterior (LCP) intrasustancia, test de cajón posterior grados I-II,
fracturas expuestas,
lesiones neurovasculares, y seguimientos < 12 meses. Objetivo primario medir la estabilidad clínica mediante test de cajón posterior y
radiografía de estrés arrodillada comparativa.
Objetivos secundarios nvaluar la consolidación en radiografías,
complicaciones y funcionalidad con las
escalas de Lysholm y Tegner. Resultados Se incluyeron 20
pacientes, con edad media de 41 años (rango 32 a 61 años). El
seguimiento promedio fue de 33,9 meses (rango 12 a 82 meses). La estabilidad clínica mejoró en 93% (cajón posterior postoperatorio grados 0 y I) de los
pacientes. La
radiografía de estrés arrodillada mostró una diferencia promedio de 2,6 mm (rango 0,1 mm a 6,8 mm) de traslación posterior al comparar con el lado sano. Todas las
fracturas consolidaron. Siete
pacientes presentaron
complicaciones. El puntaje promedio de la escala de Lysholm al final del
seguimiento fue de 85,17. El promedio preoperatorio del puntaje en la escala de Tegner no varió significativamente en comparación con el postoperatorio.
CONCLUSIONES:
La fijación de
fracturas avulsivas tibiales del LCP con tornillos canulados con
técnica abierta es efectiva en restaurar la estabilidad posterior y lograr la consolidación ósea. La funcionalidad clínica a mediano plazo es buena, a
pesar del alto número de
complicaciones y
lesiones concomitantes. NIVEL DE EVIDENCIA tipo IV.
OBJECTIVE:
To
report mid-term clinical, radiographic, and functional outcomes following open reduction and fixation of
posterior cruciate ligament tibial
avulsion fractures (PCLTAFs) with cannulated screws.
METHODS:
This is a retrospective
analysis of
patients with PCLTAF operated on from August 2010 to April 2017.
Patients with acute fractures, with more than 2 mm of displacement and grade III on the posterior drawer test, combined or not to
knee injuries, were included.
Patients older than 65 years of age, with bilateral
avulsion fractures, intrasubstance
posterior cruciate ligament (PCL) lesions, stable grade-I to -II on the posterior drawer test, concomitant neurovascular
injuries, mid-substance
tears,
open fractures, and less than 12 months of follow-up were excluded. Primary
outcomes:
the clinical stability was assessed using the posterior drawer test and a single comparative
knee stress radiograph.
Secondary outcomes:
radiographic consolidation,
complications, Lysholm score, and
Tegner activity score.
RESULTS:
In total, 20
patients with a mean age of 41 years (range 32 to 61 years) were included. The mean follow-up was of 33.9 months (range 12 to 82 months). Clinical stability (grade 0 or I on the posterior drawer test) was observed in 93% of the
patients. The mean difference in contralateral posterior displacement was of 2.6 mm (range 0.1 mm to 6.8 mm) on a single comparative
knee stress radiograph. All fractures presented radiological consolidation. Seven
patients developed
complications. The mean Lysholm score at the last follow-up visit was of 85.17. The postoperative Tegner activity scores did no vary significantly compared to the preinjury scores.
CONCLUSIONS:
Cannulated screw fixation of a displaced PCLTAF through a posterior approach restores clinical and radiographic stability and has excellent union rates. The mid-term functional outcomes are good despite the high rates of combined
knee lesions and
postoperative complications. LEVEL OF EVIDENCE IV.