Intervenciones de emergencia en salud pública tras el vertido tóxico por el accidente minero de Aznalcóllar(sevilla) / Emergency public health interventions after the toxic outpour caused by the Aznalcóllar (Seville) mining accident

RESUMEN

En la madrugada del 25 de abril de 1998 se produjo la rotura de la balsa de almacenamiento de estériles de una mina de piritas, próxima a Aznalcóllar (Sevilla). El rápido vertido de más de 5,5 millones de metros cúbicos de lodos contaminados con metales pesados, y de 1,7 de aguas ácidas, provocó el desbordamiento de los ríos Agrio y Guadiamar, anegando las tierras colindantes a lo largo de casi 40 kilómetros, amenazando los Parques Natural y Nacional de Doñana -Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad- de enorme valor ecológico. La inmediata activación del Plan de Emergencia de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía motivó la rápida intervención de los dispositivos sanitarios asistenciales y de Salud Pública, tanto de vigilancia epidemiológica como de control de alimentos, aguas de consumo y aire ambiente, en un complejo operativo multidisciplinario y multiinstitucional. El objetivo de este trabajo es explicitar las medidas adoptadas -urgentes y a corto/medio plazos- en las distintas áreas relacionadas con la atención sanitaria y la Salud Pública. Métodos: 630 muestras de aguas con 2.520 determinaciones analíticas, 1.156 de productos alimenticios con 11.560 determinaciones, análisis de clúster, estudio transversal de la población, etc. Solamente se confirmaron 2 dermatitis por contacto con las aguas ácidas en las primeras horas, y 3 especies de productos pesqueros con niveles altos de cobre, ordenándose la clausura de cuatro pozos de abastecimiento por anegación. Resultados: Transcurridos cuatro años del accidente, no se han objetivado -en la población expuesta- problemas de salud que puedan ser directamente relacionados con el vertido tóxico de la mina. Conclusiones: A pesar de la inicial alarma social y de algunas quejas de la población, los sucesivos informes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y los tres de una auditora multinacional, de reconocido prestigio, consideraron adecuadas las medidas adoptadas (AU)