Cirugía tiroidea con mascarilla laríngea: reflexiones sobre su uso, presentación de una serie de 26 casos / Thyroid surgery with laryngeal mask: experience with a series of 26 patients

RESUMEN

Con el propósito de probar la utilidad y seguridad de la mascarilla laríngea (ML) en cirugía tiroidea se diseño un estudio prospectivo que incluyó 26 pacientes que fueron operados entre el 1 de marzo de 1999 y el 15 de enero del 2000 en el Hospital Universitario Esperanza. El 92 por ciento (24) fueron del sexo femenino y la edad promedio del grupo 44 años. El único criterio de inclusión fue que la operación se practicara en el tiempo estipulado para el estudio, independientemente del tamaño o naturaleza del bocio. Se practicaron 5 (19 por ciento) tiroidectomías subtotales por hipertiroidismo, 11 (42 por ciento)lobectomías e istmectomías ( 6 por bocios coloides y 5 por adenomas foliculares) y 10 (39 por ciento) tiroidectomías totales (5 por enfermedad benigna y 5 por cáncer). En todos los pacientes la colocación de la ML fue posible, aunque fue necesario reposicionarla durante la operación en dos casos (8 por ciento). En dos pacientes también fue necesario retirarla e intubarlos orotraquealmente por desplazamiento de la mascarilla al traccionar y angular la laringe. En los cuatro casos se trataba de bocios voluminosos considerados preoperatoriamente difíciles de intubar. El tiempo promedio de cirugía fue de 105 minutos (+/-10 minutos). Las complicaciones postoperatorias que se presentaron fueron una parálisis recurrencial (el nervio fue resecado en bloque con el carcinoma papilar que lo englobaba), y una hipocalcemia transitoria en una paciente con enfermedad de Graves. El 39 por ciento (10) de los casos ingresaron el mismo día de la cirugía y todos egresaron al día siguiente. De acuerdo a nuestros resultados consideramos que la ML es un recurso útil y seguro para efectuar cirugía tiroidea bajo anestesia general. Su uso permite reducir costos, provoca menos estímulo simpático en pacientes hipertiroideos, permite un pronto inicio de la alimentación oral, produce menor cantidad de secreciones bronquiales, facilita la evaluación de la integridad de los nervios recurrentes laríngeos y minimiza las molestias orofaríngeas postoperatorias