RESUMO
La gran variedad de bebidas alcohólicas que existen en la actualidad, difieren entre si, por sus componentes, concentración alcohólica y por su forma habitual de consumo, lo cual varía según el medio sociocultural en el que se consumen, aunque comparten las mismas repercusiones metabólicas, observadas en múltiples investigaciones tendientes a esclarecer la relación entre el alcohol y la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular. Estos estudios han demostrado que los individuos que consumen de 10-10 gr. de alcohol diarios tienen menor riesgo de enfermedad coronaria gracias a sus efectos en los diferentes tejidos, cambios en las lipoproteínas plasmáticas, como aumento de col-HDL y un descenso del col-LDL. Por otra parte su efecto anti-trombogénico esta relacionado a sus alto contenido de antioxidantes, vasodilatadores y estimulantes del efecto antiagregante plaquetarío secundarios a la secreción del activador tisular del plasminógeno por las células endoteliales. Sin embargo, se ha observado un efecto inverso deletéreo cuando hay una ingesta excesiva y crónica de alcohol, así los lípidos se acumulan en los tejidos que metabolizan el atenol, desencadenándose disfunciones en el metabolismo de carbohidratos y de las lipoproteínas, los cuales son el común denominador necesario para desarrollar enfermedad vascular