RESUMO
Resumen Un porcentaje importante de pacientes con gastritis crónica atrófica corporal autoinmune, o gastritis tipo A, desarrollan enfermedad autoinmune tiroidea (enfermedad de Graves o de Hashimoto) y viceversa, situación conocida como síndrome autoinmune tirogástrico (SAT), pero no se conoce su prevalencia, por lo que puede pasarse sin el diagnóstico completo. El desarrollo de la gastritis atrófica limita la absorción de la vitamina B12, lo que lleva a alteraciones hematológicas, neurológicas y metabólicas, por tanto, es importante realizar las pruebas necesarias para su diagnóstico y seguir de cerca la evolución de los pacientes. La detección serológica de los autoanticuerpos contra la glándula tiroides y el cuerpo gástrico muestran la etiología autoinmune y un estado inflamatorio con daño tisular. Todo paciente con enfermedad autoinmune debe ser valorado para descartar la presencia de otras patologías de etiología inmunológica.
Abstract A significant percentage of patients with chronic autoimmune atrophic body gastritis (type A gastritis) develop thyroid autoimmune disease (Graves' disease or Hashimoto's disease) and vice versa. This situation is known as thyrogastric syndrome. Its prevalence is unknown, due to incomplete diagnoses. Since the development of atrophic gastritis limits the absorption of vitamin B12 leading to hematological, neurological and metabolic alterations, it is important to perform necessary diagnostic tests and to closely monitor the evolution of patients. Serological detection of autoantibodies against the thyroid gland and the gastric body show the autoimmune etiology and an inflammatory state with tissue damage. Every patient with autoimmune disease should be evaluated to rule out the presence of other pathologies of immunological etiology.
Assuntos
Humanos , Feminino , Pessoa de Meia-Idade , Doenças Autoimunes , Síndrome , Doença de Hashimoto , Autoanticorpos , Glândula Tireoide , Helicobacter pylori , Gastrite AtróficaRESUMO
Antecedentes: el 90% de los pacientes cirróticos desarrollará várices esofágicas, y en algún momento de su vida, el 30% de ellos sangrará. Objetivo: identificar los factores pronósticos asociados con mortalidad en cirróticos con sangrado digestivo varicoso. Método: se presenta una cohorte retrospectiva de pacientes con sangrado digestivo varicoso en un período de 30 meses. Resultados: se presentan 63 pacientes (33 hombres y 30 mujeres), de 56 años (desviación estándar DE 16 años) de edad media. El 52,4% tenía una clase funcional Child-Pugh B. El promedio de hospitalización fue de 10 días. De estas, 12 (19%) fallecieron; el choque hipovolémico (p = 0,033) y la transfusión de glóbulo rojos (p = 0,05) estuvieron relacionados con la mortalidad. En el análisis bivariado, la variable más relacionada con la mortalidad fue el compromiso funcional hepático Child-Pugh C (p = 0,00). Las comparaciones de las variables numéricas encontraron que el valor de creatinina; media 1,74 mg/dL (p = 0,043); y la duración de la hospitalización; media de 10 días (p = 0,057); fueron superiores en los pacientes fallecidos. En los análisis bivariados, las variables Child-Pugh C (Exp(B) = 0,068; p = 0,002) y creatinina (Exp(B) = 0,094; p = 0,034) se mantuvieron estadísticamente relacionadas con el desenlace de interés. Conclusiones: la mortalidad del paciente con sangrado varicoso en este estudio es comparable con los estándares internacionales actuales. La enfermedad hepática avanzada y una función renal deteriorada están relacionadas con mayor mortalidad, razón por la cual los pacientes con predictores de mortalidad presentes durante la descompensación por sangrado varicoso ameritan una vigilancia estrecha e intervenciones tempranas para evitar desenlaces negativos
Background: Ninety percent of cirrhotic patients will develop esophageal varices, and bleeding will occur in 30% of these patients at some point in their lives. Objective: The objective of this study was to identify prognostic factors associated with mortality in cirrhotic patients with bleeding varices. Method: We present a retrospective cohort study of patients with bleeding digestive varices over a period of 30 months. Results: This study included 63 patients (33 men and 30 women) whose average age was 56 years (SD: 16 years). 52.4% of these patients' Child-Pugh classification was B. The average stay in the hospital was 10 days. Twelve (19%) died. Hypovolemic shock (p = 0.033) and red blood cell transfusion (p = 0.05) were related to mortality. Bivariate analysis showed that the variable most closely related to mortality was hepatic impairment with Child-Pugh C classification (p = 0.00). Comparisons of numerical variables found that the creatinine value (Mean: 1.74 mg/dl, p = 0.043) and length of hospital stay (mean time:10 days, p = 0.057) were higher in patients who died. In the bivariate analysis, Child-Pugh C (Exp (B) = 0.068, p = 0.002) and creatinine (Exp (B) = 0.094, p = 0.034) remained statistically related to the outcome of interest. Conclusions: Mortality from bleeding varices in the patients in this study is comparable to current international standards. Because advanced liver disease and impaired renal function are associated with increased mortality, patients with bleeding varices who have predictors for mortality during decompensation due to bleeding warrant close monitoring and early interventions to avoid negative outcomes