RESUMO
Em 5 pacientes con fístulas arteriovenosas renales, 4 de origem traumático y 1 por perforación de un aneurisma arteriosclerótico en una vena adyacente, se operaron 4 entre los 20 días y 3 años de producida la lesión. La indicación se basó en la presencia de hematuria persistente, compromiso hemodinámico general, hipertensión arterial, posibilidades de deterioro de la función renal y/o riesgo de rotura del aneurisma. La cirugía consistió en el 1r caso, en la ligadura de los vasos comprometidos y resección parcial del riñon; en el 3§ en la ligadura de la arteria comprometida; en el 4§ cierre del orificio fistular, utilizando hipotyermia profunda y paro cardíaco; en el 5§ en la resección del aneurisma y reparación "ex-situ" de los vasos comprometidos. El 2§ no fue operado porque su fístula era pequeña. Todos los pacientes quírurgicos evolucionaron favorablemente, menos 1 que falleció aol año, por agravamiento de su insuficiencia renal crónica