RESUMO
Introducción: la traqueostomía es una práctica frecuente dentro de las unidades de cuidados intensivos (UCI). El proceso de decanulación y el tiempo utilizado en ella resultan de interés clínico, mientras que los factores asociados al proceso y la dificultad en dicho proceso han sido poco estudiados. Objetivos: describir características clínicas y epidemiológicas de la población en estudio y su evolución desde el momento del ingreso en la UCI hasta el alta hospitalaria. Informar la incidencia de fallo de decanulación y analizar los factores de riesgo independientes asociados a la imposibilidad de esta. Materiales y métodos: estudio observacional de cohorte retrospectivo de pacientes internados en la UCI del Hospital Italiano de San Justo Agustín Rocca que requirieron traqueostomía durante su estadía. Utilizando la historia clínica informatizada se registraron variables epidemiológicas previas al ingreso en la UCI y datos evolutivos durante la internación. El período analizado fue desde el 5 de enero de 2016 hasta el 17 de diciembre de 2017. Se utilizaron modelos de regresión logística para la evaluación de potenciales predictores. Resultados: se reclutaron 50 pacientes, y todos fueron incluidos en el presente análisis. La edad promedio fue de 66 años (desvío estándar [DE] ± 15,5) y el 66% fueron hombres. El 42% fue decanulado durante el seguimiento. La incidencia en el fallo de decanulación fue del 4,77% (intervalo de confianza [IC] 95% 0,85-22,67). La mediana de tiempo hasta la decanulación desde la desvinculación de la asistencia ventilatoria fue de 17 días. En el análisis univariado hubo diferencias estadísticamente significativas en tipo de diagnóstico de ingreso en UCI y en el alta vivo hospitalaria al comparar pacientes decanulados versus no decanulados. En el análisis multivariado de regresión logística se halló el tipo de diagnóstico de ingreso en UCI como predictor independiente de imposibilidad de decanulación. Conclusiones: el motivo de ingreso clínico en UCI fue un factor predictor independiente asociado al fracaso de la decanulación y esto, posiblemente, está relacionado con la condición clínica y el estado general al ingreso, en comparación con los pacientes que ingresaron por causas quirúrgicas. No se hallaron comorbilidades ni antecedentes que se relacionen con el fracaso de la decanulación. (AU)
Introduction: the tracheostomy remains a very common surgical procedure done in the intensive care unit (ICU). The process of decannulation is of scientific interest with its associated factors not being sufficiently studied. Objectives: to describe the clinical and epidemiological characteristics of the population and their relationship to effective decanulation. To report the cumulative incidence of decannulation failure and success. To analyze independent risk factors associated with decannulation failure. Materials and methods: the present was a retrospective cohort of adult patients in the ICU at Hospital Italiano de San Justo who required tracheostomy during their in-hospital stay. Epidemiological variables were recorded before ICU admission and during their hospital stay using data from the electronic medical record. The inclusion period was 2 years long. We used descriptive statistics and logistic regression models to compare the proportion of patients who could be decannulated versus those who could not. Results: 50 patients were enrolled in the present study. Their mean age was 66 (±15.5) years and 66% of patients were male. 21 patients (42%) achieved to be decannulated. The cumulative incidence of decannulation failure was 4.77% (95% CI: 0.85-22.87). Median time from weaning to decannulation was 17 days. In univariate analysis, statistically significant differences were found in ICU admission diagnosis (p<0.001) and hospital discharge alive (p<0.001) when comparing decannulated versus not decannulated patients. In multivariate logistic regression analysis, ICU admission diagnosis was found to be an independent predictor of decannulation failure (p<0.01). Conclusions: clinical ICU admission diagnosis was an independent predictor associated with decannulation failure. This could be related to differences in baseline morbidity and clinical condition of these patients compared with surgical patients. However, no individual morbidities or clinical conditions were found to be associated in decannulation failure. (AU)
Assuntos
Humanos , Masculino , Feminino , Pessoa de Meia-Idade , Idoso , Traqueostomia/métodos , Estado Terminal/epidemiologia , Unidades de Terapia Intensiva/estatística & dados numéricos , Traqueostomia/efeitos adversos , Traqueostomia/instrumentação , Traqueostomia/mortalidade , Traqueostomia/reabilitação , Traqueostomia/estatística & dados numéricos , Fatores de Risco , Estudos de Coortes , Estado Terminal/reabilitação , Unidades de Terapia Intensiva/organização & administração , Unidades de Terapia Intensiva/tendênciasRESUMO
OBJETIVE: To evaluate the outcome of patients who have undergone a tracheostomy in a multidisciplinary intensive care unit (ICU) and to determine the difference between an early and late tracheostomy. DESIGN AND METHODS: All patients who had tracheostomy in the ICU of The Eric Williams Medical Sciences Complex, Trinidad and Tobago, over a five-year period were retrospectively analysed. Data recorded included demographics, admission diagnoses, Glasgow Coma Score, Acute Physiology and Chronic Health Evaluation II score, Paediatric Index of Mortality II score, indication for endotracheal intubation and tracheostomy and the day it was performed, ICU and hospital length of stay and observed mortality. Predicted mortality was calculated. A comparison was made of patients who had tracheostomy before and after ten days following ICU admission. Validation of the prognostic models was done by Receiver Operating Curve (ROC) analysis. RESULTS: One thousand six-hundred and fourteen patients were admitted to ICU during the study period; 51 patients (3%) underwent tracheostomy, of which 48 were studied. The overall mortality was 19.1% and 40.6% in tracheostomised patients. Patients who had tracheostomy within ten days had a significantly lesser predicted mortality and shorter ICU length of stay than those who had it after ten days (p = 0.01). The observed mortality was also significantly less in early-tracheostomised patients (p < 0.02). CONCLUSIONS: Tracheostomy should ideally be done within ten days following ICU admission when there is a clear need and indication for the procedure. Further delay may contribute adversely to the ICU morbidity and mortality.
OBJETIVO: Evaluar la evolución clínica de pacientes a los que se le ha practicado la traqueotomía en una unidad de cuidados intensivos (UCI) multidisciplinaria, y determinar la diferencia entre una traqueotomía temprana y una tardía. DISEÑO Y MÉTODOS: Se analizaron retrospectivamente todos los pacientes que tuvieron traqueotomía en la UCI del Complejo de Ciencias Médicas Eric Williams de Trinidad y Tobago, por un período de más de cinco años. Los datos registrados incluían información demográfica, diagnósticos de ingreso, la Puntuación de la Escala de Coma de Glasgow, la Puntuación II para la Evolución de la Salud Crónica y la Fisiología Aguda, la Puntuación II del Índice Pediátrico de Mortalidad, la indicación de la entubación endotraqueal y la traqueotomía, así como el día en que fuera realizada, la UCI y el tiempo de hospitalización, y la mortalidad observada. Se calculó la mortalidad predicha. Se hizo una comparación de los pacientes que tuvieron traqueotomía antes y después de diez días luego de su ingreso a la UCI. Se realizó una validación de los modelos prognósticos mediante el análisis de la curva de las características operativas del receptor (ROC). RESULTADOS: Mil seiscientos catorce pacientes fueron ingresados a la UCI durante el período bajo estudio; a 51 pacientes (3%) les fue practicada la traqueotomía, y de ellos 48 fueron estudiados. La mortalidad fue 19.1% en general y 40.6% en pacientes traqueotomizados. Los pacientes que tuvieron traqueotomía dentro de los diez días tuvieron una mortalidad predicha significativamente menor, y una estadía hospitalaria más corta que los que tuvieron la traqueotomía luego de los diez (p = 0.01). La mortalidad observada fue también significativamente menor en los pacientes traqueotomizados tempranamente (p < 0.02). CONCLUSIONES: La traqueotomía debe realizarse dentro de los diez días posteriores al ingreso a la UCI, cuando la necesidad y la indicación del procedimiento estén claras. Cualquier demora más allá de este límite, puede contribuir de manera adversa a la morbilidad y la mortalidad en la UCI.