RESUMO
To quantify the impact of the COVID-19 pandemic and public health interventions on parent and child mental health and family relationships, we examined change in individual and family functioning in a sample of parents enrolled in a prevention trial; we examined change before the pandemic (2017-2019) when children were an average of 7 years old to the first months after the imposition of widespread public health interventions in the United States (2020) with paired t tests and HLM models. We examined moderation by parent gender, education, family income, and coparenting conflict. We found large deteriorations from before the pandemic to the first months of the pandemic in child internalizing and externalizing problems and parent depression, and a moderate decline in coparenting quality. Smaller changes were found for parent anxiety and parenting quality. Mothers and families with lower levels of income were at particular risk for deterioration in well-being. Results indicate a need for widespread family support and intervention to prevent potential family "scarring," that is, prolonged, intertwined individual mental health and family relationship problems.
Para cuantificar el efecto de la pandemia de la COVID-19 y de las intervenciones de salud pública en la salud mental de los padres y los niños y en las relaciones familiares, analizamos los cambios en el funcionamiento individual y familiar en una muestra de padres inscriptos en un ensayo de prevención; estudiamos el cambio antes de la pandemia (2017-2019) cuando los niños tenían un promedio de 7 años hasta los primeros meses después de la imposición de las intervenciones generalizadas de salud pública en los Estados Unidos (2020) con pruebas t apareadas y modelos lineales jerárquicos. Analizamos la moderación por género, educación, ingresos familiares y conflicto de cocrianza de los padres. Hallamos grandes deterioros desde antes de la pandemia hasta los primeros meses de la pandemia en problemas de interiorización y exteriorización de los niños y depresión de los padres, y una disminución moderada de la calidad de la cocrianza. También encontramos cambios más pequeños en la ansiedad de los padres y la calidad de la crianza. Las madres y las familias con niveles más bajos de ingresos estuvieron en riesgo particular de deterioro del bienestar. Los resultados indican la necesidad de apoyo familiar generalizado y de intervenciones para prevenir posibles «secuelas¼ familiares, p. ej.: salud mental individual interconectada y prolongada y problemas en las relaciones familiares.