Contribución para el diagnóstico y tratamiento de las zoopatías humanas con exteriorización cutánea / Contribution by diagnosis and treatment of the human zoopathies with cutaneous exteriorization

El presente trabajo ha tenido por finalidad mostrar la relevante y heterogenea susceptibilidad del ser humano frente a las diferentes formas de agresión provenientes de la fauna ecuménica [terrestre y marina]. Ellas se evidenciaron a través del simple contacto, picadura, mordedura o, también, por medio de la vehiculización inanimada [aire, objetos diversos], de estructuras orgánicas del animal [pelos, setas, secreciones, etc.]. Cualquiera haya sido la modalidad de la injuria animal, el tegumento y eventualmente las mucosas ostentaron una notable variabilidad de lesiones dermatológicas provenientes de la inoculación de una ponzoña específica, de la transmisión de un agente infeccioso zoonótico [clamidia, esporotricosis], de la presencia de infección sobreagregada o, apenas, de lso estigmas propios de la acción traumática en el momento de la agresión. La edad avanzada, la diabetes, la deficiente nutrición, el deterioro del sistema inmune, la respuesta inmunitaria patógena de la víctima, el sitio de la lesión y, por fin, aquellos atributos vinculados con la naturaleza de la injuria misma, constituyeron factores de riesgo que en algunas zoodermatosis modificaron o bien agravaron la evolución esperada. La histología patológica evidenció dos patrones lesionales: los propios de la acción tóxico-irritativa animal [edematoso, congestivo-hemorrágico, vasculoexudativo leucocitario, necrótico], y aquellos inherentes a fenómenos de hipersensibilidad [vasculitis]. Las zoopatías por animales terrestres como por aquellos marinos evidenciaron una variada exteriorización dermatológica donde alternaron lesiones elementales únicas, monomorfas o multiformes las cuales con relativa frecuencia conspiran con la precocidad y el acierto diagnóstico. La comprobación de orígen zoopático de una lesión dermatológica fue dificultosa cuando no se logró identificar el animal agresor o no pudo comprobarse un síndrome cutáneo orientador, por ejemplo la presencia de la placa livedoide del loxoscelismo cutáneo, la triada botrópica [mordedura de serpiente yarará] caracterizada por la impronta de los colmillos, la equimosis y el edema localizado en el tercio inferior de la pierna o, también, la clásica topodistribución cervical del paederismo... (TRUNCADO)

Contribución para el diagnóstico y tratamiento de las zoopatías humanas con exteriorización cutánea / Contribution by diagnosis and treatment of the human zoopathies with cutaneous exteriorization

El presente trabajo ha tenido por finalidad mostrar la relevante y heterogenea susceptibilidad del ser humano frente a las diferentes formas de agresión provenientes de la fauna ecuménica [terrestre y marina]. Ellas se evidenciaron a través del simple contacto, picadura, mordedura o, también, por medio de la vehiculización inanimada [aire, objetos diversos], de estructuras orgánicas del animal [pelos, setas, secreciones, etc.]. Cualquiera haya sido la modalidad de la injuria animal, el tegumento y eventualmente las mucosas ostentaron una notable variabilidad de lesiones dermatológicas provenientes de la inoculación de una ponzoña específica, de la transmisión de un agente infeccioso zoonótico [clamidia, esporotricosis], de la presencia de infección sobreagregada o, apenas, de lso estigmas propios de la acción traumática en el momento de la agresión. La edad avanzada, la diabetes, la deficiente nutrición, el deterioro del sistema inmune, la respuesta inmunitaria patógena de la víctima, el sitio de la lesión y, por fin, aquellos atributos vinculados con la naturaleza de la injuria misma, constituyeron factores de riesgo que en algunas zoodermatosis modificaron o bien agravaron la evolución esperada. La histología patológica evidenció dos patrones lesionales: los propios de la acción tóxico-irritativa animal [edematoso, congestivo-hemorrágico, vasculoexudativo leucocitario, necrótico], y aquellos inherentes a fenómenos de hipersensibilidad [vasculitis]. Las zoopatías por animales terrestres como por aquellos marinos evidenciaron una variada exteriorización dermatológica donde alternaron lesiones elementales únicas, monomorfas o multiformes las cuales con relativa frecuencia conspiran con la precocidad y el acierto diagnóstico. La comprobación de orígen zoopático de una lesión dermatológica fue dificultosa cuando no se logró identificar el animal agresor o no pudo comprobarse un síndrome cutáneo orientador, por ejemplo la presencia de la placa livedoide del loxoscelismo cutáneo, la triada botrópica [mordedura de serpiente yarará] caracterizada por la impronta de los colmillos, la equimosis y el edema localizado en el tercio inferior de la pierna o, también, la clásica topodistribución cervical del paederismo... (TRUNCADO)(AU)