Las
enfermedades transmitidas por los alimentos constituyen un importante problema de
salud a nivel mundial. Los
adultos mayores son reconocidos como grupo de
riesgo por todas las alteraciones fisiológicas que ocurren en su organismo, tales como cambios en la
composición corporal , alteraciones en el funcionamiento del
aparato digestivo e inmunológico y modificaciones en la
percepción sensorial, entre otras. La disminución de la
acidez gástrica y la peristalsis intestinal observada en las poblaciones de mayor edad, las hace más susceptibles ante una
infección debido a la dificultad en la eliminación de patógenos ingeridos. Teniendo en cuenta que la
alimentación no es sólo una necesidad biológica, sino que también constituye un hecho social, la
nutrición y la
alimentación en esta etapa de la
vida son complejas debido a la cantidad de hechos que inciden en ellas, como la
institucionalización , la
viudez y la
soledad , que limitan la adecuada
preparación e
ingesta de alimentos . Para el desarrollo de este
trabajo , se llevó a cabo una
revisión bibliográfica cuyos
objetivos se centraron en describir los cambios fisiológicos asociados al
envejecimiento ,
hábitos alimentarios ,
conocimientos ,
actitudes hacia la
inocuidad de los alimentos , el uso de las prácticas recomendadas de manipulación y
consumo de alimentos seguros por parte de
personas mayores . Dado que actualmente la
población general presenta una
expectativa de vida más larga, es importante considerar el
rol que tienen tanto los
profesionales de la salud como la
comunidad en la
toma de conciencia sobre este problema y, así, enfocar el desarrollo de
estrategias que fortalezcan las buenas prácticas de
inocuidad alimentaria por parte de este
grupo etario
Foodborne diseases are a major
global health issue. The
elderly are considered a
risk group due to all the physiological alterations that occur in their bodies, such as changes in
body composition , age-related changes in the
gastrointestinal tract , immune
deficiency disorders, sensory decline, among others.
Stomach acid production and intestinal
peristalsis decrease with age, making
elderly people more susceptible to
foodborne diseases due to the difficulty in eliminating ingested pathogens.
Food is not only a
biological necessity, but also a social fact.
Nutrition and
eating habits at this stage of
life are complex due to the number of events that
affect them, such as
institutionalization ,
widowhood and
loneliness , limiting the proper preparation and intake of
food . For the development of this
work , a bibliographic
review was carried out, and its objectives were focused on describing the physiological changes associated with
aging ,
eating habits ,
knowledge ,
attitudes towards
food safety , the use of recommended safe
food handling , and
consumption practices in older people. Given that the general
population currently has a longer
life expectancy , it is important to consider the
role that both
health professionals and the
community have in raising
awareness about this problem and, thus, focus on the development of
strategies that strengthen safe
food practices in this
age group