RESUMO
Resumen ANTECEDENTES: El embarazo abdominal representa el 1% de los embarazos ectópicos, con una mortalidad materna que puede alcanzar, incluso, hasta el 20% y una mortalidad fetal hasta del 90%. CASO CLÍNICO: Paciente de 31 años, en curso de las 39 semanas del segundo embarazo. El primero se atendió, sin complicaciones, en el domicilio cuando tenía 25 años; enseguida se le indicó, como método anticonceptivo, acetato de medroxiprogesterona inyectable trimestral. Acudió al Hospital Regional Docente de Cajamarca debido a un dolor abdominal luego de siete controles prenatales. Se ingresó al servicio de Obstetricia al tercer día con pródromos de labor de parto, feto en transverso y placenta previa. En la cesárea de urgencia el útero se encontró de 18 cm, la placenta adherida al epiplón, intestino, colon sigmoide, recto y pared izquierda del útero. Se obtuvo una recién nacida con Apgar 8-9, sin malformaciones. Se practicaron: extracción de la placenta, histerectomía abdominal subtotal y salpingooforectomía izquierda. El sangrado intraoperatorio fue de 1800 mL por lo que ameritó la transfusión de dos paquetes globulares. La madre y su hija evolucionaron favorablemente por lo que se dieron de alta del hospital, sin complicaciones. CONCLUSIÓN: El embarazo abdominal es un evento raro, sobre todo si llega a término y con un recién nacido vivo saludable. A pesar de los estudios ultrasonográficos, el embarazo abdominal no es de diagnóstico fácil; por eso casi todos se diagnostican durante la cirugía. Si la placenta no afecta estructuras vasculares extensas, ni órganos abdominopélvicos, podrá retirse, con cuidados extremos, para no originar males mayores.
Abstract BACKGROUND: Abdominal pregnancy represents 1% of ectopic pregnancies, with a maternal mortality that can reach up to 20% and a fetal mortality of up to 90%. CLINICAL CASE: 31-year-old female patient, in the course of 39 weeks of her second pregnancy. The first pregnancy was attended, without complications, at home when she was 25 years old; she was immediately prescribed quarterly injectable medroxyprogesterone acetate as a contraceptive method. She went to the Regional Teaching Hospital of Cajamarca due to abdominal pain after seven prenatal check-ups. She was admitted to the obstetrics service on the third day with prodromes of labor, transverse fetus and placenta previa. In the emergency cesarean section the uterus was found to be 18 cm, the placenta adhered to the omentum, intestine, sigmoid colon, rectum and left wall of the uterus. A newborn was obtained with Apgar 8-9, without malformations. Placental extraction, subtotal abdominal hysterectomy and left salpingo-oophorectomy were performed. Intraoperative bleeding was 1800 mL, which required the transfusion of two packs of red blood cells. The mother and daughter evolved favorably and were discharged from the hospital without complications. CONCLUSION: Abdominal pregnancy is a rare event, especially if it is carried to term with a healthy live newborn. Despite ultrasonographic studies, abdominal pregnancy is not easily diagnosed; therefore almost all are diagnosed during surgery. If the placenta does not affect extensive vascular structures or abdominopelvic organs, it can be removed, with extreme care, so as not to cause greater harm.