Trainee Perspectives on Relational Cultural Therapy and Cultural Competency in Supervision of Trauma Cases.

ABSTRACT

Supervision is a key part of training in clinical psychology. From my postdoctoral trainee perspective as a Black woman, I reflect on supervision in 1 of my predoctoral practicum at a community clinic where I worked with low-income women with trauma histories. With relational cultural therapy (e.g., Miller, 1976), my clinical supervision was in the feminist multicultural framework (Porter & Vasquez, 1997) and included the complexities of power in the supervisory relationship, openness, collaboration, and critical self-reflection (Arczynski & Morrow, 2017). Moreover, incorporating research perspectives (e.g., betrayal trauma theory, Freyd, 1996; cultural betrayal trauma theory, Gómez, 2018d; microaggressions, Sue, 2010) and cultural competency (Sue, 1978) created a rich learning environment. In this article, I detail 2 case studies to illustrate exchanges in supervision that positively impacted my professional development. In Case Study 1, my supervisor engendered identification of parallel processing through engaging in mutual empathy and relational reconnection regarding racial discrimination from a client. In Case Study 2, my supervisor used a collaborative approach in treatment planning for a Latina client who was in an abusive relationship. Based on these experiences, implications for supervisors include ongoing training in discrimination of diverse minorities and facilitating discussions in supervision about how trainees' and clients' respective societal statuses impact the therapeutic process (e.g., case conceptualizations, treatment planning). Implications for trainees include maintaining a processing journal, in which trainees reflect on their experiences including but not limited to cultural competency to be better prepared to discuss complex issues in supervision.

RESUMEN

La supervisión es una parte clave de la formación en psicología clínica. Desde mi perspectiva de aprendiz postdoctoral como mujer negra, reflexiono sobre la supervisión en una de mis prácticas predoctorales en una clínica comunitaria donde trabajé con mujeres de bajos ingresos con antecedentes de trauma. Con la terapia cultural relacional (por ejemplo, Miller, 1976), mi supervisión clínica estaba en el marco multicultural feminista (Porter y Vásquez, 1997) e incluía las complejidades del poder en la relación de supervisión, apertura, colaboración y autorreflexión crítica (Arczynski & Morrow, 2017). Además, la incorporación de perspectivas de investigación (por ejemplo, la teoría del trauma de la traición, Freyd, 1996; la teoría del trauma de la traición cultural, Gómez, 2018c; las microagresiones, Sue, 2010) y la competencia cultural (Sue, 1978) crearon un rico ambiente de aprendizaje. En este manuscrito, detallo dos estudios de caso para ilustrar los intercambios en la supervisión que impactaron positivamente mi desarrollo profesional. En el Estudio de caso # 1, mi supervisor generó la identificación del procesamiento paralelo a través de la empatía mutua y la reconexión relacional con respecto a la discriminación racial de un cliente. En el Estudio de caso # 2, mi supervisor utilizó un enfoque colaborativo en la planificación del tratamiento para una cliente latina que estaba en una relación abusiva. En base a estas experiencias, las implicaciones para los supervisores incluyen capacitación continua en discriminación de minorías diversas y facilitar debates en supervisión sobre cómo los estados sociales respectivos de los alumnos y los clientes impactan el proceso terapéutico (por ejemplo, conceptualizaciones de casos; planificación del tratamiento). Las implicaciones para los alumnos incluyen mantener un diario de procesamiento, en el que los alumnos reflexionen sobre sus experiencias, incluidas, entre otras, la competencia cultural, para estar mejor preparados para debatir cuestiones complejas en la supervisión.