ABSTRACT
RESUMEN La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es un síndrome clínico que incluye todas aquellas alteraciones inflamatorias e infecciosas que comprenden los órganos de la pelvis menor. La infección es habitualmente polimicrobiana y está asociada a mujeres jóvenes con vida sexual activa, nulíparas y usuarias de dispositivo intrauterino (DIU Los abscesos tubo-ováricos son una complicación aguda o crónica, asociada a dicho proceso.). CASO CLÍNICO Presentamos el caso de una mujer de 47 años con dolor abdominal intenso, usuaria de DIU. La primera sospecha diagnóstica fue de EIP con presencia de absceso tuboovárico anexial. Sin embargo la exploración física no orientó en este sentido, por lo que se solicitó TAC abdominopélvico, en el que se informó de la posibilidad de linfangioma quístico mesentérico. Por ello, se contactó con el servicio de Cirugía General que procedió a su resección satisfactoria y sin incidencias. El estudio anatomopatológico confirmo la sospecha radiológica. CONCLUSIÓN Una adecuada exploración física es fundamental en el diagnóstico de la EIP y el absceso tuboovárico. El linfangioma quístico mesentérico puede formar parte del diagnóstico diferencial de las masas anexiales en este contexto.
ABSTRACT Pelvic inflammatory disease (PID) is a clinical syndrome involving all those inflammatory and infectious alterations affecting the minor pelvis organs. Any infection is often multibacterial and more frequent in sexually active nulliparous young women and intrauterine device (IUD) users. Tuboovarian abscesses can be an acute or chronic complication associated to that process. Our patient was a 47 year old IUD user consulting about intense abdominal pain. The initial clinical suspicion pointed at a case of PID associated to a tubo-ovarian anexial abscess. However, a physical examination did not support this suspicion and an abdominopelvian CAT scan was therefore requested, reporting a possible mesenteric cystic lymphangioma. The General Surgery service was reached for treatment, successfully excising the growth without further incident. Histological analysis confirmed the radiological diagnosis. An adequate physical examination is instrumental while diagnosing PID and tuboovarian abscesses. A mesenteric cystic lymphangioma should be included in a differential diagnosis of anexial growths in such a context
Subject(s)
Humans , Female , Middle Aged , Pelvic Inflammatory Disease , Lymphangioma, Cystic/surgery , Lymphangioma, Cystic/diagnostic imaging , Mesenteric Cyst , Abdominal Pain , Diagnosis, Differential , LaparotomyABSTRACT
El coriocarcinoma es una patología infrecuente pero potencialmente fatal si no se trata. Se incluye dentro de las neoplasias trofoblásticas gestacionales, un grupo de tumores malignos altamente invasivos, metastáticos y muy vascularizados. Su presentación tras una gestación a término conlleva peor pronóstico que tras un aborto o una mola hidatiforme porque refleja un retraso en el diagnóstico y tratamiento. Describimos el caso de una paciente que acudió al servicio de urgencias, refiriendo metrorragia escasa desde un parto normal hace dos meses y posteriormente presentó un sangrado grave durante su hospitalización. Los elevados niveles de β-hCG, la ecografía-Doppler, las pruebas de imagen y las manifestaciones clínicas fueron suficientes para diagnosticar un coriocarcinoma postparto. El tratamiento precoz con poliquimioterápicos permitió una evolución favorable de la paciente.
Choriocarcinoma is an infrequent disease but potentially fatal if untreated. It is included in trophoblastic gestational neoplasia, a range of malignant tumors highly invasive, metastatic and very vascular. Its presentation after term pregnancies carries a worse prognosis than after a miscarriage or a hydatidiform mole because it reflects a delay in diagnosis and treatment. We report the case of a patient who presented to the emergency department referring little metrorrhagia from a normal delivery two months ago and severe bleeding later during her hospital stay. The high serum β-hCG level, the Doppler ultrasonography, the imaging test and the clinical manifestation were enough to diagnose a non-metastatic postpartum choriocarcinoma. Early treatment with polychemotherapy allowed a favorable evolution of the patient.